EIT Food y el Gobierno de Navarra, a través de la sociedad pública INTIA, presentaron este lunes la iniciativa Navarra 360º, cuyo objetivo es extender la agricultura regenerativa por la Comunidad foral. En concreto, pretende apoyar a 200 agricultores navarros para implementar este método en la rotación de sus cultivos a través de factores como la calidad del suelo, la biodiversidad, el aprovechamiento del agua, la huella de carbono e indicadores sociales y económicos. Para ello, el proyecto público-privado, que durará tres años, contará con la participación de empresas como Danone, Cargill o Intermalta.
En la presentación estuvo presente José María Aierdi, consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, que calificó el proyecto como “pionero en Europa” y recalcó su potencial contribución al sector. “Es palpable el interés desde la industria y las cooperativas, así como la implicación directa de los propios productores. Esta iniciativa nos permitirá valorar el conocimiento acumulado en la Comunidad foral gracias a los ensayos de INTIA, aumentar el apoyo financiero al sector y brindar una formación más profunda en aspectos técnicos”, incidió.
La iniciativa Navarra 360º espera reducir el uso de fitosanitarios en un 20 % y de la fertilización mineral en un 40 %
EIT Food ejerce de coordinador general, fruto de su experiencia en este ámbito. Ya ha formado a “más de 2.000 agricultores desde 2020 en nueve países europeos, con más de 30 talleres al año para profesionales del sector”, que le han permitido medir la eficacia de las prácticas regenerativas. EIT Food trabaja desde hace cuatro años en la agricultura regenerativa, con un balance por ahora “de 30.000 hectáreas” en España, Portugal e Italia, así como “2.500 agricultores que se han iniciado en la transición a estas prácticas”.
Su directora para el Sur de Europa, Begoña Pérez, relató cómo se gestó hace más de un año este proyecto Navarra 360º, donde fue fundamental “convencer a las empresas más pioneras en este terreno” para trabajar juntas. “No sabemos de otra iniciativa similar en Europa con la colaboración público privada. Por eso, agradezco la implicación de Danone, Cargill e Intermalta, así como el Gobierno de Navarra”, valoró.
Además, participan en el proyecto otros agentes fundamentales. Por ejemplo, participarán proveedores de servicios como Agropec y Lursare Ekosistemas, que contribuyen con formación, asesoramiento y medirán el impacto del proyecto. Además, colaborará Caja Rural de Navarra, con “un apoyo específico y experto”. Y, por último, se involucra al propio sector agrícola: Harivenasa, agricultores independientes, Grupo AN y otros.
NUEVOS MECANISMOS DE FINANCIACIÓN
Este proyecto de tres años de duración contará con una inversión de 3 millones de euros, y permitirá el estudio de 60 parámetros diferentes. Entre los resultados esperados, se apunta a “una reducción del 20 % en el uso de fitosanitarios y del 40 % en la fertilización mineral”. Habrá también una rotación de cultivos de trigo, cebada, avena y colza. Durante el proyecto, se analizarán los costes que suponen para los agricultores y se explorarán nuevos mecanismos de financiación.
“Los agricultores son la base del proyecto: su implicación es la clave de todo. Cada actividad está pensada en ellos, en que les pueda ayudar en su transición y está alineada con los valores que queremos transmitir. Una vez que termine, en 2026, se confía en replicar el modelo en otros lugares de Europa”, resaltó Melissa Comellas, responsable de agricultura regenerativa en EIT Food y de Navarra 360º.