martes, 30 abril 2024

Navarra afronta «la peor campaña cerealista de los últimos 20 años»

Es la principal conclusión del encuentro celebrado este miércoles en Olite entre representantes de la sociedad pública Intia y del sector. Los participantes en dicha reunión definieron la situación actual como "muy desfavorable". "Estamos ante una cosecha adversa, muy condicionada por la prolongada ausencia de lluvias", lamentaron.


Pamplona - 2 agosto, 2023 - 12:42

Para Intia, "estamos ante la quinta peor campaña desde que se tienen registros hace 32 años". (Fotos: cedida)

El sector cerealista de Navarra cierra la peor campaña de los últimos 20 años con una producción total de 630.000 toneladas de grano recolectado, un 7 % menos que el año pasado, según los datos facilitados este miércoles por la sociedad pública Intia. Representantes de dicha entidad han mantenido un encuentro en Olite con el sector a quienes trasladaron un balance muy pesimista. «Estamos ante una cosecha adversa, muy marcada por la disparidad de resultados por zonas y condicionada por la prolongada situación de ausencia de lluvias de final de invierno y primavera», aseguraron ante los presentes.

Además, la menor cosecha de este año se suma al descenso del 15 % registrado ya en el anterior ejercicio. Por ello, el sector cerealista navarro arroja este 2023  unas cuentas que suponen una disminución del 21 % con respecto a la cosecha media de la última década. En ese sentido, Intia se encarga de recopilar anualmente los resultados aportados por el 85 % de las cooperativas navarras al tiempo que realiza una estimación sobre el total de la superficie. Pues bien, a la vista de los números que maneja dicha organización, «estamos ante la quinta peor campaña desde que se tienen registros hace 32 años», advirtieron sus rectores.

ANÁLISIS POR ZONAS

La zona de secanos áridos del Sur de Navarra ha padecido la peor parte de esta campaña con rendimientos medios que no superan los 100 kilogramos por hectárea y con muchas parcelas en las que no se ha llegado a cosechar. “En el resto de zonas, conforme se asciende gradualmente hacia el norte de la Comunidad foral, la situación es menos mala sin dejar de ser uno de los años peores”, apuntó Jesús Goñi, coordinador de Experimentación de Intia

Así, si tenemos en cuenta la productividad media, la zona del noroeste de la Cuenca de Pamplona ha obtenido rendimientos altos, debido a que el final de campaña ha sido benévolo con temperaturas medias más frescas, a pesar de que las tormentas de junio han sido perjudiciales por el pedrisco. En esta zona de Baja Montaña, el rendimiento medio ha superado los 5.000 kilos por hectárea.

La superficie total de cultivo cerealista se ha mantenido prácticamente estable en la Comunidad foral con 193.368 hectáreas en 2023 frente a las 188.921 del año pasado.

Por su parte, la Zona Media y Zona Intermedia de Navarra cierran la campaña con un balance negativo en general, con rendimientos medios que no superan los 3.400 kilos por hectárea.

La campaña 2023 se ha caracterizado por un incremento notable de parcelas de leguminosas con especial incidencia en el caso del guisante que ha triplicado su superficie (de 2.800 a 9.000 hectáreas.). La colza, mientras, registra un pequeño descenso con respecto al año pasado, frente al girasol cuya superficie se incrementa ligeramente. «Se da la circunstancia de que, por tercer año consecutivo, la superficie de trigo ha sido superior a la de cebada«, apuntaron desde Intia. Por tanto, la superficie total de cultivo cerealista (trigo, cebada, avena, colza, girasol, guisante y veza) se ha mantenido prácticamente estable en la Comunidad foral con 193.368 hectáreas en 2023 frente a las 188.921 del año pasado, según datos recientes de la PAC.

En cuanto a sanidad vegetal, grosso modo, ha sido un año sano con escasa incidencia de enfermedades.

RESULTADOS DE LOS ENSAYOS

Al margen de los asuntos ya mencionados, en esta jornada se informó de los resultados de los ensayos de experimentación desarrollados en las diferentes zonas agroclimáticas de Navarra a lo largo del año. A través de un convenio con el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, y dentro del proyecto LIFE NAdapta, se han analizado más de 200 variedades diferentes y su capacidad de adaptación a un escenario de sequía como el vivido este año.

“En realidad, estamos buscando variedades que sean tolerantes a la ausencia de lluvias y capaces de soportar condiciones climáticas muy severas”, confirmó Goñi. De esta forma y un año más, ‘Filón’ ha sido la variedad más sembrada en el caso del trigo; ‘Meseta’, en cebada; y, en el caso de la avena, ‘Chimene’.

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