Navarra cerró 2022 con 416 personas desempleadas menos que en 2021. En concreto, finalizó el año con 31.610 personas paradas, lo que supone un descenso del 1,3 % respecto a 2021. Además, la afiliación media fue de 299.966 personas, un aumento del 1,45 % respecto al ejercicio anterior (4.301 afiliaciones más).
No obstante, diciembre terminó con 117 personas desempleadas más que noviembre, un 0,37 % más. Por su parte, la afiliación a la Seguridad Social descendió respecto a noviembre en 2.319 afiliaciones de media, un 0,77 %. Y, en materia de contratación, el número de contratos realizados en diciembre fue de 22.255, un 7,7 % menos que en noviembre. En ese sentido, en 2022 se contabilizaron 334.321 contratos, de los cuales 73.137 fueron indefinidos (21,9 %).
Por su parte, en el Estado se dio un descenso mensual del desempleo del 1,52 % y una bajada del paro del 8,64 % en un año. En cuanto a la afiliación, aumentó un 0,06 % en un mes y, respecto a 2021, se incrementó un 2,38 %.
“Es cierto que seguimos inmersos en un periodo de gran incertidumbre e inestabilidad, pero se puede señalar que por el momento el mercado de trabajo se mantiene estable. Las previsiones económicas no resultan tan desfavorables para Navarra como las de hace unos meses. Con todo, el balance anual, y teniendo en cuenta también la situación de 2019, es positiva. Sin embargo, conviene huir de la autocomplacencia, se sigue trabajando para crear empleo y reducir las cifras de paro”, valoraron desde el Gobierno de Navarra.
En cuanto a la evolución anual según agencias de empleo, se dieron incrementos del desempleo en las agencias de Santesteban (un 1,5 %, nueve personas paradas más en un año), Tafalla (un 0,6 %, trece más) y Tudela (un 0,4 %, veinticuatro más). En el resto se produjeron “descensos de diversa intensidad”. En la agencia de Alsasua, el paro bajó en un año un 0,4 % (tres personas menos), un 1 % en la de Aoiz (ocho menos), un 1,2 % en las de Pamplona (225 menos), un 3,7 % en Estella (70 menos) y un 10,4 % en Lodosa (156 menos).
En concreto, el desempleo afecta a 18.883 mujeres y a 12.727 hombres. Con respecto al año pasado, “aumenta aún más la desigualdad en el empleo”: seis de cada diez personas registradas en las oficinas de empleo son mujeres, una tendencia que “urge abordar implementando más planes de igualdad” en las compañías. “Las empresas deben cumplir la normativa de implantación y registro de dichos protocolos. Pedimos un mayor control por parte de Inspección de Trabajo para garantizar su cumplimiento”, exigieron desde CCOO Navarra.
Respecto a las ramas de actividad, los mayores descensos en el número de personas desempleadas se dieron en el sector primario (350 menos), la industria de la alimentación (156 menos), la fabricación de productos de caucho y plásticos (88 menos) y las actividades relacionadas con el empleo (84 menos). Por el contrario, entre las actividades en las que se incrementó el desempleo destacan las personas sin empleo anterior (118 más), hostelería (93 más), otras actividades profesionales, científicas y técnicas (69 más) y educación (69 más).
LA CONTRATACIÓN
Tas la aprobación en diciembre del año pasado de la reforma laboral, la contratación indefinida pasó de suponer el 7 % al 21,9 %. De la misma forma, las personas afiliadas con contrato indefinido a tiempo completo pasaron de 122.072 a 134.596, 12.524 más.
En el caso de la contratación indefinida de la población joven (hasta 30 años), que es la que históricamente ha sufrido una mayor temporalidad, el número de contratos indefinidos se incrementó un 134 % (pasando de los 682 contratos en diciembre de 2021 a los 1.596 en diciembre de 2022). Así mismo, del total de los contratos indefinidos del mes, el 36,8 % se registraron para menores de 30 años, el 48,3 % fueron para mujeres y el 32,3 % para personas con nacionalidad extranjera.
“El empleo resiste a pesar de la incertidumbre y de la alta inflación. Sin embargo, los trabajadoras y trabajadores necesitan también unos salarios dignos que les permitan llegar a fin de mes. La inflación está espoleando los niveles de pobreza porque los salarios están subiendo muy por debajo de lo que sube el coste de la vida y, especialmente, de los bienes de primera necesidad. Por lo tanto, la forma de corregir esta situación es subiendo los salarios en la negociación colectiva y subiendo el salario mínimo interprofesional a los, aproximadamente, 1.100 euros”, valoraron desde el sindicato.
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