Llega al mercado el nuevo Mercedes-AMG C 63, “la versión más potente del Clase C“ que, al estar dotado de un “diseño exclusivo” así como de potentes motores V8, ofrecerá “un dinamismo fascinante en la conducción”, según indican sus creadores.
En ese sentido, la profunda actualización a la que ha sido sometido el modelo comprende un largo elenco de medidas con un mismo fin: mejorar una vez más el dinamismo longitudinal y transversal. Así, como gran novedad, incluye el cambio AMG SPEEDSHIFT MCT de 9 marchas con embrague húmedo para el arranque (hasta ahora se montaba un cambio de 7 marchas).
Precisamente, dicha transmisión resulta ser clave en recuperaciones más rápidas y reacciones más espontáneas a las órdenes del conductor, transmitidas mediante el pedal acelerador. A esto se suma, además, el control electrónico del tren trasero, presente en todas sus versiones, lo que hace posible una dosificación más precisa de la tracción.
PROGRAMAS DE CONDUCCIÓN
El conductor, por lo demás, dispone de hasta seis programas de conducción vinculados a circunstancias tales como “Calzada resbaladiza”, “Confort”, “Sport”, “Sport+”, “Race” e “Individual”. Gracias a esta selección se modifican importantes parámetros, como la respuesta del motor y el cambio, la curva característica de la dirección, la amortiguación del tren de rodaje o la sonoridad del sistema de escape. 
En el C 63, además, esos programas se completan con un sistema integrado de control de estabilidad que, al dosificar la fuerza entre las ruedas del eje trasero, permite aumentar la agilidad, manteniendo al mismo tiempo una gran estabilidad y garantizando la máxima tracción en curvas.
El Mercedes-AMG C 63 puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en apenas 4 segundos y tiene limitada su velocidad máxima a 290 Km/h
Un detalle especialmente notable es la capacidad de calcular la reacción del propio vehículo. El sistema utiliza para ello los sensores existentes, que miden, por ejemplo, la velocidad, el ángulo de orientación de las ruedas o la velocidad de guiñada. De conformidad con el principio de control piloto es posible predecir el comportamiento del vehículo a partir de las acciones del conductor y de los datos de los sensores.
De ese modo, la regulación reacciona antes de que pueda hacerlo el conductor, sin generar influencias patentes o negativas en el sistema. Así, el conductor percibe una sensación de conducción especialmente auténtica, con elevado dinamismo en curvas y una tracción ideal, unida a alta estabilidad y un comportamiento de marcha previsible.
EL ÚNICO CON MOTOR V8 BITURBO
A todo lo anterior hay que unir, finalmente, las cuatro versiones de la carrocería están disponibles en dos ejecuciones, básica y modelo S. El acreditado motor AMG V8 biturbo de 4,0 litros entrega desde 476 hasta 510 CV lo que le permite acelerar de 0 a 100 kilómetros horas en apenas 4 segundos (3,9 en el caso del C 63 S). 
En todo caso, la velocidad máxima está limitada por vía electrónica, a 290 km/h en el C 63 S Berlina y Coupé, a 280 km/h en el C 63 S Estate y Cabrio y a 250 km/h en todas las variantes del C 63.
Por lo demás, el sistema de refrigeración de generosas dimensiones asegura el rendimiento del motor bajo condiciones extremas de conducción, como por ejemplo en jornadas de conducción en circuitos cerrados. Asimismo, hablamos de un modelo que está equipado con apoyos dinámicos del motor lo que permite resolver el conflicto que suele darse entre confort y dinamismo al tiempo que reduce las vibraciones de la unidad motor/cambio.
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