Planasa celebra su 50 aniversario en uno de «los mejores momentos de su historia», según informó la compañía este lunes. La empresa prevé cerrar 2023 superando los 70 millones de EBITDA y con más de 10 millones invertidos en I+D.
Hace medio siglo, la familia Darbonne fundó junto a Caja de Navarra una pequeña empresa agrícola en Valtierra. Con el paso de las décadas, Planasa amplió sus productos y ubicaciones, y pasó de criar y desarrollar nuevas variedades de fresas y espárragos a incluir programas de I+D de arándanos, frambuesas y moras.
En 2010, la compañía llevó sus operaciones «a un nivel superior» y se expandió a nuevos mercados como Estados Unidos y México. En la actualidad, la firma, que el holding familiar alemán EW Group compró por 900 millones el pasado septiembre, resaltó que es «un líder mundial del sector agroalimentario con más de 225 variedades registradas, presencia en veinticinco países y más de 4.000 empleados».
Buscando «producir más y mejor con menos». Prueba de ello son sus cuatro centros de I+D, ubicados en España, Francia, EE. UU. y México, donde el pasado mes de febrero inauguró unas instalaciones en Michoacán para ochenta ingenieros. Su misión principal es trabajar en programas de mejora vegetal de fresa y mora con una superficie total de diecisiete hectáreas.
UN AÑO DE TRANSFORMACIÓN
Además, la empresa investiga razas adaptadas a diferentes condiciones climáticas «con menores requerimientos de insumos en términos de consumo de agua, sostenibilidad medioambiental y protección contra plagas, además de apoyar a los agricultores con la tecnología y el conocimiento de los cultivos más eficientes y de mayor calidad».
Por último, cumplir 50 años «no habría sido posible sin fuertes inversiones en diferentes mercados, como China, Perú y Estados Unidos». «Además de la apertura del centro de I+D en México, en el último año reforzó su presencia en China con la adquisición de Meiming, sociedad centrada en la actividad de viveros de arándanos».
