José María Segurola es Chief Representative Officer (director de la Oficina de Representación) de CaixaBank en Sudáfrica y, desde allí, abarca todos los países del África Subsahariana, desde Kenya hasta el sur. Sudáfrica es el centro neurálgico, pues “representa el 34% del PIB de África, aunque a su vez, la economía de toda África es como la española, a pesar de la diferencia de tamaño, y eso es lo que la hace tener mucho potencial”, nos explica.
Gorka Arana es Relationship Manager (gerente de relaciones) de la Oficina de Representación de CaixaBank en Singapur y representa también a todos los países del Sudeste Asiático: “Singapur es un país muy bonito para visitar, pero más todavía para vivir y hacer negocios, pues como Sudáfrica en África, es lo más occidental de Asia”.
Ambos responsables han visitado Pamplona y han mantenido reuniones con más de una treintena de empresas interesadas en Asia y África. Pero, además, han hecho un hueco en sus agendas para contar a NavarraCapital.es las ventajas y dificultades de los países en los que viven y las oportunidades de negocio que CaixaBank facilita a las compañías.
Los dos países representan grandes oportunidades: “Singapur por su situación privilegiada en innovación y Smart cities, además de la demanda que hacen de todo lo occidental” y “Sudáfrica porque está casi todo por hacer y ahora el Gobierno actual favorece el intercambio comercial”.
CUIDAR AL EMPRESARIO POR ENCIMA DE TODO
Tanto en África como en el Sudeste Asiático, Segurola y Arana se encuentra con empresas que se han establecido permanente en el país, porque se han adjudicado un proyecto, porque tienen una planta productiva o por cualquier otro motivo “y lo que intentamos es posicionarnos en sus flujos financieros y añadir valor a su actividad bancaria”. También hay empresas que se están implantando, porque quieren abordar ese mercado, “por lo que se les busca la mejor solución para una financiación local o para acompañarles en sus proyectos. Porque la empresa sabe muy bien lo que hace a nivel de proyecto, pero tiene sus dudas a nivel financiero en países que desconocen, por lo que intentamos acompañarles”.
“Nuestra filosofía es acompañar a nuestros clientes allí donde tienen proyectos o quieren desarrollarlos, para darles soluciones”.
Luego están los clientes que tienen una relación recurrente de negocio, porque está vendiendo allí y se les acompaña en las necesidades que tengan “domiciliaciones, impagos, avales…”, nos explican.
Segurola, quien ha vivido ya en distintos países de África, tiene clara su misión: “Ni siquiera cuando estalló todo el conflicto en Egipto, donde estaba viviendo con mi familia, abandoné África, porque somos el único Banco español allí y tenemos muy claro que al cliente hay que cuidarlo”. Y esta tenacidad le ha permitido participar como banco en una sindicación, en una farmacéutica de genéricos y financia no solo a empresas con intereses en Sudáfrica, sino a empresas sudafricanas con intereses aquí en España.
SECTORES INTERESANTES PARA NAVARRA
“El Sudeste Asiático da muchas oportunidades a todos los sectores, porque es el tercer núcleo más poblado del mundo, con una población joven y con una renta media creciendo. Además, de una tradición exportadora, está habiendo un cambio de modelo en el que una clase media está demandando productos que se están importando, por eso hace interesante a las empresas españolas poder vender allí sus productos”.
La agroalimentación está muy reconocida en Asia, “cada vez hay más restaurantes españoles que están haciendo una labor importante de promocionar productos navarros y de otras provincias. Productos como el vino, las verduras y el aceite español son muy valorados y demandados. El sector farmacéutico también es importante y el textil. Además, las plantas energéticas están cogiendo fuerza y presencia”.
En Sudáfrica “hay un sector industrial muy maduro, con seis plantas de producción de vehículos y toda la industria auxiliar del sector del automóvil. También el sector de renovables con empresas españolas que se han instalado allí. La minería, la pesca, el sector agrario, la agroalimentación, las conservas o los ultracongelados. Y hay empresas españolas que están montando allí plantas de producción para aprovechar que está en el hemisferio sur y poder así ofrecer productos de temporada durante todo el año”.
“Hacer negocios en África es muy fácil, puesto que el banco central es una institución reguladora y los bancos son muy sólidos, con una realidad financiera muy similar a la de aquí. Tienen buenas infraestructuras y hay buenas oportunidades, además de que el nuevo presidente está facilitando los negocios. Hay que estar”.
DIFICULTADES Y SOLUCIONES
Está claro que, la primera vez que una compañía exporta, no elige estos países, “porque nos sentimos más cómodos en Europa o en Sudamérica, pero una vez que conoces las oportunidades, es cuestión de trabajar. Los datos macroeconómicos que nos ofrece el Sudeste Asiático con un crecimiento del PIB superior al 5%, marcos estables y población creciendo, son muy buenos y ya se empieza a ver como un mercado donde poder ir a vender”, explica Gorka Arana.
Mientras que en Asia es importante el contacto, la relación de tú a tú para poder cerrar y mantener negocios; en Sudáfrica es más sencilla esa relación a la hora de hacer negocios, la dificultad está en la cantidad de dialectos, en las etnias… “Pero la realidad es que, en los peores años, ha estado creciendo a un 1% la economía y ahora va a mejorar con el nuevo presidente”, incide Segurola.
Cuando les preguntamos ¿cómo se ayuda a las empresas que llegan, quieren llegar o ya están en esas zonas? Ambos responsables lo tienen claro: “Teniendo muy buena relación con la banca local entendiendo las necesidades de nuestros clientes y dándoles todo tipo de soluciones”.
“La empresa sabe muy bien lo que hace a nivel de proyecto, pero tiene sus dudas a nivel financiero en países que desconoce“.
Además, CaixaBank hace un acercamiento muy comprometido en todos los países en los que está y, siguiendo la línea de su Fundación, “por ejemplo, en el caso de Sudáfrica, además de no haberse marchado en momentos convulsos, llevamos, solo en Mozambique, 40 millones de euros gastados en proyectos de Responsabilidad Social”.
Las dificultades son importantes cuando decides hacer negocio en países tan distintos. Por ejemplo, “África es un país diverso en el que las cosas funcionan, pero la educación es un problema, por eso, la mayor dificultad inicial es conseguir gente negra preparada para trabajar. Y hay que contratar a estas personas debido al Black Economic Empowerment, una ley de discriminación positiva racial por la que se intenta que en las estructuras empresariales haya un porcentaje de personas negras. Y esto las empresas españolas también lo tienen que cumplir para poder adjudicarse proyectos. Y es lógico por lo discriminadas que han estado estas personas históricamente”.
No hay aranceles que frenen en este momento las exportaciones a ninguno de los dos países.
En Singapur, lo más difícil es competir con los exportadores italianos y franceses: “Lo que más hay que hacer en el Sudeste Asiático es vender mejor nuestro producto, que tiene mejor calidad que el italiano, pero ellos nos ganan en marketing. También Francia sabe vender mejor su marca, así que nos tenemos que poner las pilas en ese punto, que es verdad que ha mejorado con la crisis, pero todavía nos queda por ponernos al nivel de Italia”.
Sin duda, hay grandes oportunidades en estos mercados “exóticos” y la experiencia demuestra que son muy estables y serios al hacer negocios, con regulaciones muy claras que permiten y demandan empresas extranjeras para que inviertan y desarrollen en el país entre una población joven cada vez más educada y que ve con buenos ojos los productos españoles.
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