La presidenta de Navarra, María Chivite, inauguró este viernes las oficinas rehabilitadas de Rockwool Peninsular en Caparroso. Según informó la división española de la compañía, este proyecto se alinea con su Plan de Descarbonización, «basado en los principios de circularidad, eficiencia energética e innovación tecnológica», y refuerza su compromiso con la transición hacia el objetivo Net Zero 2050 establecido por la Unión Europea.
Así, el nuevo edificio se ha diseñado para ser «un modelo de eficiencia energética y sostenibilidad», utilizando aproximadamente 1.700 metros cuadrados de lana de roca. La instalación de ventanas y sistemas de ventilación permitirá «un ahorro energético estimado de 56.550 kWh anuales, convirtiendo al edificio en un modelo de energía positiva, es decir, que produce más energía de la que consume».
El vicepresidente de Rockwool para el sur de Europa, Rafael Rodríguez, fue el encargado de inaugurar el acto, seguido de las intervenciones de Miguel Ángel Gallardo, director de la Unidad de Negocio para España y Portugal; y Santiago Osés, director de la fábrica en Caparroso. También acudieron otros representantes del Gobierno de Navarra como Begoña Alfaro, vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias; Elga Molina, directora general de Vivienda; y Elisa Fernández, jefa de Rehabilitación, Renovación y Regeneración Urbana. Además, estuvieron presentes «otros actores clave» de la construcción, quienes conocieron de primera mano los avances y estrategias de la empresa para alcanzar sus objetivos sostenibles.
«El proyecto de rehabilitación de las oficinas no solo tenía como objetivo modernizar el espacio desde un punto de vista operativo, sino también mejorar significativamente su eficiencia energética. Con esta obra, hemos logrado reducir el consumo energético del edificio en un 70 %. Además, todos los materiales utilizados en la renovación son de lana de roca Rockwool, garantizando una construcción sostenible y eficiente. De esta manera, estamos preparados para cubrir todas las necesidades que un edificio pueda requerir», detalló Osés.
Durante el acto, Chivite destacó la importancia de este tipo de iniciativas en el contexto del cambio climático y la promoción de prácticas empresariales eficientes e innovadoras: «Es meritorio que hayáis adquirido este nivel de compromiso con la sostenibilidad, la circularidad y la descarbonización, al mismo tiempo que mejoráis vuestra competitividad. Vuestro producto de lana de roca contribuye a sete propósito, al tiempo que aisla todo tipo de edificios y construcciones. El confort, la seguridad y la eficiencia energética son valores que nacen dentro de vuestra empresa, pero que os trascienden ampliamente».
CIRCULARIDAD E INNOVACIÓN
Como parte del Plan de Descarbonización, la empresa ha implementado el servicio Rockcycle de recogida de residuos de lana de roca, un material que puede reciclarse indefinidamente, lo que contribuye a la reducción de desechos y a la reutilización de recursos. Actualmente, Rockwool utiliza «un 25 % de materiales reciclados en sus productos, reafirmando su compromiso con la disminución del uso de recursos naturales». En paralelo, la compañía está avanzando en la electrificación de sus procesos productivos en la planta de Caparroso, una medida que «reduce el uso de energías fósiles y las emisiones de carbono, lo que le permitirá en un futuro cercano la reducción de un 70 % de las emisiones actuales en su proceso productivo».