Los bares y restaurantes de Navarra continuarán cerrados “al menos” dos semanas más, hasta el 2 de diciembre. Sin embargo, el Ejecutivo foral contempla la posibilidad de iniciar una desescalada dentro del sector a partir del 26 de noviembre, que en un primer momento permitiría la reapertura de terrazas y otros espacios exteriores siempre y cuando la evolución del número de contagios sea lo suficientemente positiva. Además, el Gobierno foral adelantó que duplicará las ayudas directas destinadas al sector, pasando de 10 a 20 millones de euros.
Mª Ángeles Rodríguez (Anapeh): “Cada establecimiento recibirá un poco más de dinero, pero no será suficiente para hacer frente a los gastos fijos”.
Por ese motivo, este medio quiso recabar las reacciones de las asociaciones más representativas dentro del sector.
María Ángeles Rodríguez, presidenta de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh), reconoció que el aumento de las ayudas directas destinadas a bares y restaurantes permitiría que cada establecimiento “reciba un poco más de dinero”, pero aseguró que, incluso con ese incremento, la cuantía “no sería suficiente para hacer frente a los gastos fijos” de los locales.
Por otra parte, señaló que “todavía no se sabe con qué porcentaje de aforo podrían abrir las terrazas”, tan solo existentes en el 30 % de los negocios, si el Gobierno navarro da luz verde finalmente a la desescalada: “En general, los ayuntamientos han sido bastante benévolos al permitir la instalación de terrazas, pero hay sitios en los que resulta imposible. Es normal que quien no tenga terraza proteste”.
Según Carlos Albillo (Casco Antiguo), el paquete de medidas puesto en marcha “no constituye, desde luego, un plan de choque para el sector”.
Según explicó, esta posibilidad solo podría aprovecharse “en los locales que estén alrededor de una plaza, porque ya nos han dicho que no valdría poner barricas en la calle”. Es decir, “los consumidores tendrían que estar sentados”. Por eso, y aunque los hosteleros “siempre están adaptándose a lo que hay y seguramente alguno se apañará poniendo una chufa o instalando un tejado”, Rodríguez no se mostró esperanzada en que los bares y restaurantes puedan abrir a corto plazo en su totalidad: “Vamos a seguir negociando con el Gobierno, pero esto nos va a llevar mucho tiempo”.
Carlos Albillo, gerente de la Asociación Casco Antiguo de Pamplona, valoró “positivamente” el hecho de que el Gobierno hiciera “un esfuerzo importante” al duplicar las ayudas destinadas al sector a corto plazo: “Obviamente, 20 millones son mejores que 10”. Sin embargo, y en la misma línea que Rodríguez, advirtió de que los gastos fijos de los establecimientos navarros oscilan “entre los 27 y los 30 millones de euros” en total. Por eso, el paquete de medidas puesto en marcha “no constituye, desde luego, un plan de choque para el sector”.
Para Carlos Tabar (Asbana), la cuantía sigue siendo escasa: “Previsiblemente, según transmitió Salud, el ocio nocturno permanecerá cerrado más tiempo”.
Para Carlos Tabar, presidente de la Asociación de Salas de Fiestas, Baile y Discotecas de Navarra (Asbana), el aumento de las ayudas directas era una reivindicación que su sector llevaba “reclamando desde hace tiempo”.
El Gobierno foral, en su opinión, “no solo ha oído, sino que también ha escuchado” a los hosteleros. Aun así, la cuantía sigue siendo “escasa” para el ocio nocturno, que “previsiblemente, según transmitió el Departamento de Salud, permanecerá cerrado durante más tiempo”. Por eso, estimó que “no sirve de nada” otorgar subvenciones a finales de 2020 “si no hay un plan de ayudas previsto para el año que viene”.
Así mismo, la presidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN), Ana Beriáin, valoró el esfuerzo económico realizado por el Ejecutivo, al que pidió sin embargo que se fije en regiones como Madrid para reabrir los establecimientos “cuanto antes”, aunque eso conlleve la implementación de una serie de medidas sanitarias pactadas en la mesa técnica de trabajo con Salud Pública.
Ana Beriáin (AEHN) reclamó al Gobierno foral que autorice la reapertura “cuanto antes” e imite a regiones como Madrid.
“No nos sentimos satisfechos porque llevamos cuatro meses cerrados y el resto del año, desde el inicio de la pandemia, hemos trabajado con muchas restricciones. Comprendo que el Gobierno desee ir poco a poco, pero en otras comunidades han descendido los casos al mismo tiempo que la hostelería permanecía abierta”, indicó.
MEDIDAS DE VENTILACIÓN
Paralelamente a la evolución de las cifras de contagios, la reapertura de la hostelería navarra pasará en gran medida por aplicar mejoras en la ventilación y por la instalación de medidores de CO2 en todos los bares y restaurantes ubicados en espacios cerrados. Sobre este eje, que fue una de las claves aportadas por la viróloga Margarita del Val en una entrevista en Capital Directo, se están centrando las reuniones de la mesa técnica con Salud Pública. Eso sí, todavía no se ha cerrado ningún acuerdo en este sentido.
“Todavía queda un largo camino por recorrer en cuanto a las exigencias técnicas que permitirían hacer más seguros los espacios interiores”.
En un primer momento, destacó María Ángeles Rodríguez, las cuatro asociaciones más representativas del sector hicieron “algunas propuestas basadas en la ionización”. Pero fueron “rechazadas” por el Gobierno foral: “Quieren que nos enfoquemos en la ventilación natural y asistida y en la instalación de medidores de CO2, que en principio tendrían que correr a cargo de la empresa”.
A este respecto, Albillo afirmó que “todavía queda un largo camino por recorrer en cuanto a las exigencias técnicas que permitirían hacer más seguros los espacios interiores”. Y, por su parte, Tabar manifestó que desde Asbana “se pondrán encima de la mesa todas las medidas que hagan falta para reabrir” y los establecimientos “se intentarán adecuar” a las exigencias. Sin embargo, recalcó que estas reformas suponen “un camino muy duro, que será imposible sin una ayuda por parte del Gobierno”.
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