jueves, 28 marzo 2024

“Si no aprovechamos los fondos Next Generation, lo pagaremos durante décadas”

Dos semanas después de suceder a Manu Ayerdi al frente de la Consejería de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo expone sus impresiones sobre la economía navarra, para la que vislumbra un futuro esperanzador a pesar de la dura crisis desatada por la pandemia. Incluso defiende que la Comunidad foral empezará a experimentar un crecimiento a partir del verano, conforme avance la vacunación. El próximo jueves, además, Irujo participará en la presentación del Anuario Capital de Economía y Empresa 2020, editado por NavarraCapital.es. Será su primer encuentro público con las principales personalidades del tejido económico y social.


Pamplona - 23 febrero, 2021 - 07:00

Mikel Irujo participará este jueves en la presentación del Anuario de NavarraCapital.es. (Fotos: Maite H. Mateo)

El nuevo consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno foral, Mikel Irujo, es consciente de los retos mayúsculos a los que se enfrenta. Nacido en Caracas en 1972, aterriza en el cargo tras la convulsa dimisión de Manu Ayerdi. Y lo hace, tal y como admite en su entrevista con NavarraCapital.es, con una mezcla de nostalgia, por dejar atrás la Dirección General de Acción Exterior; de ilusión por reflotar la economía foral; y de esperanza, porque cree que la región volverá a la senda del crecimiento a partir del verano. Al calificar cómo será su gestión, enfatiza que “la palabra continuismo no existe” en un contexto donde “todo ha cambiado tanto”.

Asume el cargo en unas circunstancias complicadas…
No es la mejor circunstancia. No la es por lo que ha sido Manu Ayerdi, por mi relación con él… Estamos conociendo la cara más oscura de la política. Pero eso no quita para que asuma este cargo con ilusión y ganas. De otra forma no tendría sentido.

¿Le costó mucho decidirse cuando le ofrecieron ser consejero?
Todo fue muy rápido. El proceso se aceleró mucho más de lo que nadie hubiera querido.

“Estamos conociendo la cara más oscura de la política. Pero eso no quita para que asuma este cargo con ilusión y ganas”.

¿Lamentó tener que dejar su anterior ocupación?
Sí, es evidente. Porque en materia de Acción Exterior, hemos logrado hacer pedagogía sobre la importancia que tiene nuestra participación activa en la Unión Europea. Hemos hecho un esfuerzo grande para introducir este discurso en el Gobierno y creo que en parte se ha conseguido. De ahí la aprobación de convenios para fomentar la presencia en redes e iniciativas de la UE y proyectos para acercar pymes a Bruselas como el Plan Europa más Cerca, o el fomento del ámbito transfronterizo y los foros permanentes de encuentro, que ya cuentan con 600 adeptos. Sí, he sentido tener que dejar todo eso, es algo que ha formado parte de mi reflexión antes de aceptar la Consejería.

Lleva dos semanas al frente de la Consejería. ¿Suficiente tiempo para comprobar la difícil tarea que ha asumido?
Sí, claro. Estamos atravesando una crisis con unos indicadores desconocidos hasta la fecha en materia de PIB, de empresas afectadas o de empleos perdidos. Ese es uno de los primeros impactos que recibí al llegar aquí. Y, a partir de esa realidad, estudiar qué medidas se pueden articular y poner en marcha todos los canales que tiene un Gobierno para mejorar esa situación.

“Mantenemos que Navarra va a crecer un 6,6 %, por encima del 3,8 % de la zona euro”.

El hecho de haber accedido al cargo a mitad de legislatura, con proyectos y programas en desarrollo, ¿le aboca a realizar una gestión continuista?
Pues no, me atrevo a decir que no. Sí llego a mitad de legislatura, pero también al comienzo de un año que va a ser clave en el sentido de que no se nos escapa nada. Empezamos el periodo financiero plurianual y, sobre todo, con la gran incógnita todavía de cómo se van a realizar las convocatorias de los fondos Next Generation, que sientan las bases de una financiación pública sin precedentes y a los que estamos obligados a adaptar nuestras líneas. En este último año, nos ha cambiado todo tanto que la palabra continuismo no existe.

¿Sí va a haberla en el equipo?
De momento, se mantiene.

La gestión de los fondos Next Generation, sin embargo, va a correr a cargo de dos oficinas (Relaciones Ciudadanas y Economía y Hacienda), que no dependen de su Consejería…
Desde mi anterior cargo fui, con la consejera Ana Ollo, uno de los promotores de la creación de la Oficina de Proyectos Europeos. Era muy necesario para el Gobierno de Navarra contar con una oficina de gente profesional a la hora de atender este tipo de demandas y no me estoy refiriendo a redactar un pliego. La consecución de un proyecto europeo implica una visión estratégica a largo plazo, una detección de oportunidades para saber qué proyectos van a poder llegar a Navarra e ir preparándose para ello… Esa es la misión de la Oficina de Proyectos Europeos, que va más allá de los tres años del Next Generation. Y la segunda oficina depende del Departamento de Economía y Hacienda porque el Real Decreto Ley de 30 de diciembre estableció que los departamentos de hacienda de las comunidades autónomas tendrían un órgano de contacto con el Ministerio del ramo. En unos casos se le ha llamado oficina, pero en cualquier caso es un punto de coordinación.

“En este último año, nos ha cambiado todo tanto que la palabra continuismo no existe”.

Luego prestan servicio a todo el Gobierno…
Es que las oportunidades de financiación que va a haber y el momento en que estamos hacen que no exista ninguna política que sea exclusiva de un departamento. Cuando hablamos de transición ecológica, estamos hablando de Desarrollo Económico y también de Innovación, Universidades, Educación, Salud… Y, en digitalización, ídem de ídem. Quiero decir que la coordinación es una exigencia. Quien piense que porque la oficina esté orgánicamente en un departamento va a estar más o menos desligada está pensando en términos de otros tiempos.

Los efectos de la pandemia, amortiguados por los ERTE, empiezan a manifestarse ya en forma de ERE, de serios problema de solvencia en importantes empresas. ¿Qué ha previsto para hacer frente a esa situación?
Hay sectores como la hostelería o el turismo que han tenido el doble efecto de sufrir un cierre administrativo y la crisis que afecta a todos. Y, para ellos, se han habilitado unas subvenciones concretas. Por otro lado, está prevista una línea para paliar efectos del Covid-19, pero a través de la transformación de la economía. Tenemos claro que debemos ir en esa dirección. Había sectores industriales con un retraso considerable en digitalización, que ya estaba detectado desde hace cinco años. Y, haciendo de la necesidad virtud, tenemos que aprovechar esta crisis para afianzar la industria navarra mediante su transformación.

“Haciendo de la necesidad virtud, tenemos que aprovechar esta crisis para afianzar la industria navarra mediante su transformación”.

Los agentes económicos y sociales piden medidas para proteger el empleo y a las empresas. ¿Contempla el posible rescate de sectores como el hostelero o el turístico, que llevan tiempo reclamándolo?
Estudiaremos todo conforme vaya pasando esta tercera ola y tengamos claro cuál ha sido su efecto general. Ya estamos elaborando un Plan de Empleo en el seno del Consejo de Diálogo Social y con los sindicatos que no están presentes en el Consejo. Pero es cierto que eso nos puede llevar meses y hay que actuar con prontitud. El presupuesto del departamento se ha ampliado considerablemente para subvencionar las inversiones empresariales y hay una línea para combatir el Covid-19 mediante diferentes asistencias que está por desarrollar. Tenemos que hablar con diferentes operadores. Y en el ámbito de I+D, vamos a poner mucho énfasis. Acabamos de anunciar ahora dos convocatorias, con un presupuesto de 28 millones de euros. El esfuerzo ya se está haciendo. Además, contamos con Sodena, que ha articulado un mecanismo con créditos específicos para atender a empresas y autónomos con necesidades especiales.

Las dos semanas que lleva en el cargo le han permitido conocer las dificultades a las que debe hacer frente.

En las dos semanas que lleva en el cargo, ya ha podido conocer las dificultades a las que deberá hacer frente.

¿Es optimista sobre la evolución de la economía?
Los datos son muy esperanzadores, los referidos a Navarra y en el contexto europeo y mundial. A partir del verano, empezará a notarse un crecimiento económico conforme avance la vacunación, la pandemia se vaya controlando y la economía empiece a abrirse. Mantenemos que Navarra va a crecer un 6,6 %, por encima del 3,8 % de la zona euro. Aunque también es cierto que la crisis nos ha afectado más y las regiones industriales han recibido un mayor impacto, también se espera que crezcan más rápido.

¿Qué ánimo ha percibido entre los agentes sociales?
Hombre, se palpa la preocupación, pero hay coincidencia al opinar que se ve la luz al final del túnel.

Al comienzo de la pandemia, concretamente el 7 de abril, Manu Ayerdi señaló a NavarraCapital.es que nada volvería a ser como antes de la crisis. ¿Comparte esa opinión?
Esto ha acelerado muchos cambios que ya estaban en marcha. Nada de lo que tenemos encima de la mesa es totalmente novedoso, no es que haya habido una revolución, pero sí se ha acelerado. Estamos hablando de ecología. Hay un consenso general en Europa sobre la sostenibilidad, eso ya no se discute. Somos el continente verde por excelencia, es un sello que tenemos por encima de otros continentes. Somos los impulsores de la economía circular y la nueva estrategia de plásticos y residuos, aunque aún queda mucho por hacer, además de campeones en renovables y único continente que reduce emisiones. Pero hay una motivación comercial detrás de ese sello europeo porque la batalla de los precios ya se perdió y la calidad ya no es lo que era porque también se hacen productos de calidad, por ejemplo en Asia. De ahí la apuesta por la ecología. Otro de los grandes temas es la transformación digital porque el retraso que lleva la Unión Europea es enorme y no hay manera de corregirlo. La fragmentación que tenemos en los mercados ha hecho imposible la creación de grandes operadores en el ámbito digital, debido a ese rasgo tan arraigado en la idiosincrasia europea: la privacidad. No es solo tener acceso a internet, es integrar la digitalización en los modelos productivos, de captación de clientes, de detección de oportunidades, uso de la inteligencia artificial, dotarnos de infraestructuras como supercomputadores… Europa va a dotarse de una nueva estrategia de datos, se van a crear espacios comunes de datos. Todo eso lo vamos a plasmar aquí en los proyectos estratégicos que acabamos de presentar, y en los proyectos Next Generation que podamos llegar a financiar o en las actividades transformadoras que queremos lanzar a la sociedad.

“Se palpa la preocupación entre los agentes sociales, pero hay coincidencia al opinar que se ve la luz al final del túnel”.

La cuestión es que llevamos un año de parón en algunos sectores, al que se suma la crisis. ¿Va a ser suficiente el impulso que suponen esas medidas para lograr la recuperación?
Tiene que serlo. No podemos pensar otra cosa. Una administración pública, a nivel operativo, tiene un brazo normativo y otro financiero con instrumentos fiscales y financieros. Este último va a tener más músculo que nunca. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ya ha adelantado que, en 2021, va a destinar a movilidad eléctrica y autónoma 2.600 millones de euros. Eso jamás lo hemos conocido y nos empuja a pensar en ambiciosos proyectos como grandes instalaciones de baterías; reciclaje de palas del sector eólico; una digitalización más homogénea en la industria agroalimentaria, que además pondría en valor los centros tecnológicos que tenemos en Navarra; en inversiones en hidrógeno… No va a ser Next Generation la única palanca, pero va a ser un tractor indiscutible de las inversiones tanto públicas como privadas. Y muchas van a tener que ser público-privadas porque así lo pide el reglamento. O aprovechamos esta oportunidad o luego lo estaremos pagando durante décadas.

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