El presidente de la Asociación Navarra de Agencias de Viaje, ANAVI, Juanchi Patús, está viviendo un verano feliz y se le nota.
Aparte de su natural “positivismo“, que él mismo reconoce y expresa en varios momentos de la conversación, está el hecho de ser un profesional encantado con su trabajo que, como él mismo define, consiste en “vender felicidad vinculada al ocio, la cultura, las personas o la gastronomía“.
Lo que sigue a continuación es el relato de un diálogo agradable cargado de referencias positivas (ocupación hotelera en Pamplona al alza tras la celebración de los Sanfermines, próxima conexión aérea directa con Frankfurt, …) solo mitigada con algunas notas (turismofobia, intrusismo, masificación, promoción de alojamientos ilegales…) que, aplicadas hoy a la industria turística de la Comunidad foral, suenan más bien a “pequeña tormenta de verano en un vaso de agua“..
PREGUNTA (P): ¿Cuál es su balance de Sanfermines?
RESPUESTA (R): Han sido diferentes porque se han juntado tres factores que van a provocar un cambio en el concepto que se tenía de la “Fiesta”. Efectivamente, ha venido menos gente y, aunque todo el mundo se puede echar las manos a la cabeza, yo pienso que es una oportunidad
A veces, es más importante la calidad que la cantidad y, sin menospreciar a nadie, quien no ha venido este año era un tipo de visitante de calle que no iba a aportarnos nada extraordinario. Así que, indirectamente, nos lo hemos quitado y hemos vivido unas fiestas más tranquilas y limpias.
Segundo. Hemos estado más los de casa y quien nos ha visitado tenía una idea más clara de a lo que venía y, en tercer lugar, ha habido más turista nacional. En eso también hemos mejorado porque, de la mano de ese visitante, vamos a construir una nueva imagen de los Sanfermines basada en lo que han sido los valores de siempre y que habíamos perdido.. Es decir, una fiesta más de amigos, de sentimientos, de vida, de calle… Lo de siempre, pero con un nivel más elevado.
(P): ¿El modelo de fiesta necesita, por lo tanto, una revisión? ¿Está agotado?
(R): No. Sanfermines no tiene fecha de caducidad. El tema es saber adaptarse a los tiempos porque ni el encierro, ni la calle ni la hostelería ni los servicios son los mismos que hace medio siglo… El problema ha sido que nos hemos dejado llevar, nosotros los primeros, porque era una fiesta fácil y porque, como en la Feria de Abril o las Fallas, venía gente y todo se llenaba.
La crisis, a este respecto, ha sido un punto de inflexión que nos ha recodado que lo que la gente quiere es, sobre todo, disfrutar. No solo noche y copas. Se busca algo más: gastronomía, celebrar la amistad y la vida, otros espacios de diversión al margen de los oficiales o religiosos…
“Sí ha venido menos gente a San Fermín, pero era un tipo de cliente que no nos iba a aportar ya nada”
Eso es lo que nos piden los tiempos y hay que saber adaptarse a ellos. Lo que ha ocurrido es que este año, con los tres factores que antes te he comentado, nos ha parecido como que hemos vivido un cambio más radical. Sin embargo, creo que incluso nos va a venir bien para que, sin querer, le demos una vuelta y reinventemos nuestra fiesta hacia una celebración que es la que quieren la mayoría de los pamploneses y visitantes. Esto es, unos Sanfermines originales, tranquilos, seguros, donde prime la calidad. Lo que han sido nuestros valores de siempre, en definitiva.
(P): Siguiendo con los balances, el verano está funcionando mejor que los Sanfermines en cuanto a niveles de ocupación, ¿le sorprende?
(R): A mí y a quienes trabajamos dentro de este sector no tanto y te explico por qué. La fiesta está muy bien como elemento de enganche pero que todo girase a su alrededor era un error y, por eso, se han creado rutas (castillos y senderos, gastronomía, Hemingway…), se ha trabajado muy bien la promoción por éste y otros gobiernos anteriores y ahora se están recogiendo los frutos de ese trabajo silencioso haciendo que los niveles de ocupación de nuestros hoteles en agosto y septiembre sean muy buenos.
“La turismofobia es un error pero no del visitante sino de lo que se le ha ofrecido”
Además, hay que valorar que el turismo ha cambiado porque la gente quiere complementar su tiempo de ocio con gastronomía, cultura, enología, deporte, fiesta… Esto nos ha venido muy bien para impulsar nuestra propuesta alternativa al tradicional binomio de “sol y playa”.
Lo que sucede es que, igual, nosotros no le damos la importancia que tiene. Pero si sabemos aprovechar este fenómeno, analizarlo y conseguir darle el valor añadido que busca el “nuevo” turista… Si aprovechamos nuestros valores propios -porque la idiosincrasia del navarro ha sido siempre la de recibir y agradar-. Estoy convencido de que nos podemos convertir en el motor emergente de Navarra. Porque estamos hablando de un tipo de industria que nos puede dar de comer a muchos.
(P): ¿Está preocupado por la turismofobia?
(R): Sí, por supuesto.
(P): ¿Lo entiende?
(R). No. Ni lo entiendo ni lo entenderé porque España ha basado gran parte de su recuperación en la industria turística. Lo único que podría explicarlo -nunca justificarlo- es la masificación. Es decir, el fenómeno de la turismofobia es un error pero no del que viene a visitarnos sino del tipo de propuesta que se le ha ofrecido porque todos debiéramos tener claro que existe una regulación, un control y una ley que hay que cumplir siempre.
“Hay una legislación turística y tiene que haber un control, ¿por qué no se hace?”
Por este motivo, yo creo que, desde el propio sector, hay que estar muy concienciados sobre la importancia del servicio que ofrecemos porque la salida tiene que ser hacia una oferta cada vez de más calidad. Si lo hacemos así se evitará la masificación y los grupos que han surgido contra nuestra industria que, insisto, no les doy la razón ni los justifico dejarán de estarlo porque comprobarán que, efectivamente, el tema ya no está desmadrado sino que hay una legislación que se cumple en beneficio de todos.
(P): ¿Cómo valora la irrupción de las nuevas tecnologías en ese contexto? ¿Son una ayuda o un obstáculo?
(R): Las nuevas tecnologías han sido muy positivas en algunos aspectos y muy negativas en otros. Sin embargo, pienso que el problema no está ahí. Es algo más profundo. Por un lado, está el tema de la Administración. Hay una legislación y se debe cumplir. Hay que inspeccionar y controlar más ¿Por qué no se hace ese seguimiento? Seguramente no habría tantos ilegales.
Segundo. Están quienes cogen ese servicio. No nos vamos a engañar. Porque hay un dicho que afirma que “todos buscamos lo más barato”. No es verdad. Todos buscamos la información pero, después, no todos compramos lo más barato. La mayoría hacemos un análisis y vemos si merece la pena, si se puede o no. Hay clientes que les da igual todo y ése es un problema de base que solo se puede combatir si todos no entramos en el juego de “lo más barato”.
Porque lo que nos jugamos es mucho. Hemos conseguido ponernos a la cabeza mundial de esta industria y no vamos a echar por tierra todo lo conseguido. Por eso, lo lógico, como en otros países, es que haya una norma clara, un seguimiento, una apuesta por la calidad y a quien no cumpla, denunciarlo. Solo así seremos capaces de generar ese sector de alto valor añadido que se convierta en un importante motor de actividad y empleo para nosotros.
“Javier Lacunza (NICDO) y Amaya Manrique (SODENA) han sido claves para conseguir la conexión a Frankfurt”
(P): Desde el Gobierno ha habido un seguimiento con sanciones, ¿satisfechos?
(R): Ha sido muy positivo pero solo se ha conseguido un poquito. Falta muchísimo por regular y controlar y ahí, repito, tenemos que apoyarnos todos.
(P): Vamos a hablar de algo más positivo…
(R): Esto es muy positivo. Date cuenta de que estamos hablando cómo mejorar. De que ha habido unas inspecciones, de que se ha conseguido una serie de resultados y que de los hoteles han bajado su nivel de ocupación en Sanfermines porque muchos visitantes han preferido aprovecharse de esa oferta. Pero se ha conseguido denunciar y, por eso, es positivo.
(P): Bien pues hablemos de cuál ha sido su papel en los vuelos a Frankfurt…
(R): Aunque todo el sector turístico de Navarra ha participado en este gran ‘hito’, la realidad es que hay que agradecer el trabajo de Javier Lacunza (NICDO) y Amaya Manrique (SODENA). Sin duda, se ha hecho una buena labor y, sobre todo, se ha conseguido algo fundamental de lo que todavía igual no somos conscientes pero que, para mí, es la noticia económica de los últimos años en nuestra región: abrir física y psicológicamente Pamplona y Navarra al mundo y viceversa.
“El turismo es ya muy importante para el desarrollo económico de Navarra”
Con la nueva línea de Lufthansa, que empezará a estar operativa desde el 6 de noviembre, nos pondremos en cualquier lugar del planeta en dos vuelos y, al revés, cualquier persona procedente del exterior puede llegar directamente a nuestra casa sin necesidad de ir a recogerla a Madrid o Bilbao como hasta ahora.
Ahora, el reto que nos queda por delante (y estoy seguro de que lo vamos a conseguir) es hacer un producto atractivo para que todos, porque el logro es de todos los navarros, utilicemos esa línea y sea rentable.
(P): ¿Sobre qué tres ideas están trabajando para garantizar esa rentabilidad?
(R): Afortunadamente, hay muchas agencias de viaje y touroperadores por lo que, estoy seguro, habrá muchas ofertas y posibilidades. A mí se me ocurre una primera: crear un producto que enlace y acerque Pamplona a Alemania. Algo así como un “Alemania más cerca”.
En segundo lugar, estaría una opción “mundial”. Como estamos abiertos al mundo vamos a crear esos viajes en grupo, de empresa, de novios o individuales a cualquier rincón del planeta a través de la escala que nos ofrece Frankfurt.
“El turismo ha cambiado y debemos saber adaptarnos a ese “nuevo” visitante”
Finalmente, no nos olvidemos la vuelta. Ahora, podemos trabajar el mercado alemán y ya no solo habrá vuelos directos a San Fermín (que los habrá y vendrá mucha gente) también nos permitirá trabajar todo el año con propuestas para visitar Navarra o las comunidades limítrofes. Incluso también se nos abren mercados como el polaco a través de un vuelo Cracovia, Frankfurt, Pamplona por ejemplo. Desde luego, la herramienta ya la tenemos y solo hay que perfeccionar nuestra “oferta” con combinaciones atractivas con País Vasco, Madrid o Andalucía que nos traigan ese turismo de calidad que buscamos traer a nuestra región.
(P): Su conclusión final es, por lo tanto…
(R): Que confiemos plenamente en que el turismo es ya una de las palancas de desarrollo más importantes para el futuro de Navarra.