De cuadros, de rayas, con estrellas, amarillos, naranjas, azules… Los hay de todos los colores y de todos los estampados imaginables, cada cual más original. Veinte pequeños extintores decoran las oficinas de Prodein, y nosotros, como si de un museo se tratase, posamos la mirada sobre cada uno de ellos, atentos a cada detalle. De pronto, una voz dulce nos saca del ensimismamiento: “Los compré en Francia y pensé que aquí quedarían bien. ¿Os gustan?”. Sonia Moneo luce una sonrisa de oreja a oreja, así que enseguida nos contagia su alegría. Con esa sencilla frase, ha desvelado sus dos grandes hobbies: los viajes y la decoración. Promete hablarnos más tarde sobre ellos pero primero, como si hubiera adivinado nuestra curiosidad por conocer la empresa, nos invita a seguir sus pasos mientras realizamos un tour por las instalaciones.
Una gran nave repleta de palés se extiende, infinita, frente a nosotros. Un rojo vivo tiñe el lugar, ya que extintores de todos los tamaños colman el interior del edificio. “Los traemos aquí para recargarlos. Algunos tienen polvo y otros dióxido de carbono”, subraya Sonia antes de sujetar uno entre las manos y posar ante la cámara: “¡No pesa mucho, ya estamos acostumbrados!”.
Todos los recovecos de las instalaciones poseen algún adorno creativo. De camino a la sala de reuniones, fijamos la mirada en dos jarrones alargados con dibujos de una figura fácilmente reconocible. “Me gusta mucho el cine”, asegura al percibir nuestra inquietud instantes antes de que preguntemos el porqué de esos floreros con imágenes de Alfred Hitchcock. Parece que, poco a poco, vamos descubriendo que las aficiones de nuestra invitada son muchas y muy variadas. Esto también tiene una explicación que, entre risas, comparte con nosotros: “Desde niña he sido muy inquieta. Siempre he querido hacer de todo, probar de todo, apuntarme a todo. Soy una disfrutona de la vida”.
SENTIRSE “VIVA”
Natural de Pamplona, su expresión risueña la ha acompañado desde bien pequeña. “Me recuerdo como una niña muy sonriente y muy feliz”, constata al retroceder el reloj varias décadas. Sus profesiones soñadas eran las de diseñadora y abogada. La primera porque, como ya nos hemos percatado al observar el espacio, la decoración le “apasiona”. Y la segunda porque sentía la necesidad de “defender a quienes no podían hacerlo”.
“Mi padre me inculcó el esfuerzo y el trabajo, y de mi madre heredé la actitud de luchadora. Soy una guerrera, lo llevo en la sangre”
Poco a poco fue creciendo en su interior un gran espíritu emprendedor, y pronto se percató de que en un futuro lideraría un equipo de trabajo o tendría su propia empresa. “No puedo estar quieta, en mi zona de confort. Me gusta ir más allá, ir de una meta a otra, ponerme mis propios retos. Necesito sentirme viva”, reconoce con firmeza. Finalmente, se decantó por estudiar una Formación Profesional en Administración y Finanzas en el Centro Integrado Cuatrovientos de Pamplona. Allí conoció al hombre que más tarde se convertiría en su marido, un “pilar fundamental” en su vida. Ilusionada, revela que este año cumplen sus bodas de plata y, con un brillo especial en la mirada, rememora el día que lo conoció en el aula: “Le vi y pensé: ‘Este chico va a ser para mí’. Y así fue”. Tras finalizar sus estudios, enseguida se adentró en la empresa familiar, que con tanta ilusión cofundó su padre.
Hace más de cuarenta años, su progenitor, junto a su socio, tuvo la idea de comercializar extintores. El negocio funcionó de maravilla y pronto fundaron Prodein, compañía navarra pionera en la protección contra incendios y de sistemas de seguridad. Al adentrarse en este mundillo, nuestra protagonista vio una oportunidad “de oro”: “Entendí que trabajar aquí me iba a aportar una visión general de la empresa. Aprendí cómo entra un cliente, cómo suministrar un producto y su mantenimiento… Conocí todas las fases de desarrollo”.
Aquel proceso de aprendizaje no fue sencillo, pero sí divertido y fructífero. “Comencé limpiando los baños y las oficinas. Mi padre me dijo: ‘Tienes que empezar desde abajo’. Él me inculcó el esfuerzo y el trabajo, y de mi madre heredé la actitud de luchadora. Soy una guerrera, lo llevo en la sangre“, remarca entre carcajadas.
Su cuerpo le pedía “más y más”, e iba de aquí para allá ofreciendo su ayuda a cualquiera que la precisase. Hoy, a sus 49 años, ejerce de directora financiera, responsable de Recursos Humanos y responsable de Estrategia Empresarial y Planificación Productiva. “Soy un poco mujer orquesta, pero se podría resumir en directora general”, apostilla. Su hermano, al que con tanto cariño ha cuidado siempre, gestiona el departamento de obras y compras para asegurar que todos los proyectos se desarrollen de forma adecuada.
DOTAR A LA EMPRESA DE “ALMA”
Con el tiempo, Sonia adquirió más responsabilidades y comenzó a hacer de Prodein una empresa “con alma”. “Empecé a construir la compañía a mi gusto, le puse esencia”, recalca para acto seguido mencionar la importancia de que sus profesionales tengan “sentido de pertenencia”. “Las cosas funcionaban, pero faltaba impulso. Quería que la gente viniera a trabajar contenta, con ganas, y poco a poco creamos una conexión en el equipo”, apostilla.
Hoy, Prodein es una firma experta en protección y sistemas contra incendios, videovigilancia, controles de acceso y alarmas. Así, ofrece detectores de humo, puertas cortafuegos, extintores… “El mundo del incendio es muy grande”, apunta tras detallar que la firma se encarga de todas las fases de desarrollo de un proyecto, desde el suministro y la instalación hasta el mantenimiento de este.
“Al año, proporcionamos entre 20.000 y 30.000 extintores a todo tipo de clientes”
Con clientes de “todo tipo”, la compañía ofrece seguridad a particulares, empresas, hoteles, comercios, instituciones y comunidades de vecinos. De hecho, sus extintores también están presentes en las oficinas de Navarra Capital. “Al año, proporcionamos entre 20.000 y 30.000”, incide para acto seguido destacar que la empresa está experimentando un “gran crecimiento” en los últimos años. De hecho, en 2023 facturó 4,5 millones de euros, y actualmente son 31 los profesionales que conforman la plantilla.
LA SEGURIDAD, “POR RACHAS”
En materia de seguridad, nuestra protagonista, cabizbaja, asume que “cada vez hay más delincuencia”. “También es cierto que las personas cada vez se preocupan más, aunque esta preocupación en muchas ocasiones va por rachas”, analiza. Por ejemplo, a raíz de la catástrofe sucedida el pasado febrero en el edificio de Valencia que quedó calcinado, numerosos usuarios acudieron a Prodein para comprobar si los sistemas de seguridad de sus inmuebles funcionaban correctamente. “Nos decían ‘pónmelo todo al día por si acaso’. Es triste decirlo, pero a veces la gente funciona por tragedias. Hay que hacer un mantenimiento adecuado, y parece que hasta que algo así no sale en la televisión nadie se pone las pilas”, lamenta para acto seguido remarcar la importancia de realizar este tipo de revisiones de forma periódica. “Si tienes un extintor desde hace veinte años, es probable que cuando vayas a usarlo no funcione. Estas cosas hay que mantenerlas al día”, enfatiza.
Cuando el calor acecha, también son muchos los usuarios que acuden a la empresa familiar preguntando por el panorama actual de los incendios en la Comunidad foral, intranquilos por las tragedias forestales que Navarra sufrió en el verano de 2022 y que afectaron a una superficie aproximada de 15.000 hectáreas. “Nosotros no somos bomberos, no apagamos fuegos, intentamos evitarlos. Nos encargamos de poner medidas para que esos incendios no se propaguen”, explica.
CREAR ARTE CON EXTINTORES
Como hemos comprobado, más que una nave y unas oficinas, las instalaciones de la firma navarra se asemejan, quizá, a un museo. Incluso los jarrones con flores que adornan la mesa donde realizamos la entrevista están fabricados con extintores reutilizados: “Queremos demostrar que se puede dar una segunda vida a todo. Un extintor no es bonito, pero se puede conseguir que lo sea”, atestigua Sonia tras subrayar que Prodein colabora con estudios, empresas e instituciones para dar otro uso a materiales contra incendios que han acabado su vida útil. Una apuesta por la sostenibilidad que le ha llevado a unirse a la Asociación EnREDaRSe, de cuya Junta Directiva forma parte Sonia.
Además, la compañía navarra también busca trasladar al ámbito de la educación la idea de crear arte con este tipo de elementos. De hecho, así nació ProdeinUp, una original iniciativa en la que, recientemente, estudiantes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Pamplona pudieron crear esculturas con extintores, que se mostrarán próximamente al público en una exposición.
Al son de sus memorias y satisfecha por el extraordinario recorrido que está experimentando la empresa familiar, menciona que David, el mayor de sus dos hijos, recientemente se ha unido a la firma. Isaac, el menor, es estudiante de Derecho. Al nombrarles, un centelleo reluce en su mirada: “Es imposible estar más orgullosa de ellos. La tercera generación de Prodein ya está aquí”.