El Ministerio de Empleo y Seguridad Social constató que, en Navarra en 2015, se produjeron un total de 6.839 accidentes durante la jornada laboral, lo que significa un incremento del 5,91 por ciento respecto al año anterior en el que la siniestralidad también aumentó en un 7,3 por ciento. Igualmente, el índice de incidencia, que había descendido de forma constante entre los años 2004 y 2012, al pasar de 60,5 a 28,2 accidentes por mil trabajadores, aumentó en 2013 (28,6), en 2014 (30,4) y, también ha vuelto a hacerlo en 2015 situándose en 31,5 siniestros por cada mil empleados.
Los datos indican, en palabras de los responsables de UGT de Navarra, que se ha consolidado el cambio iniciado en 2013 en la tendencia descendente de la siniestralidad laboral que se venía observando de mantera ininterrumpida durante la última década. Un cambio de tendencia que, en su opinión, «está vinculado a los recortes llevados a cabo por las empresas, especialmente por las pymes, en el capítulo de prevención de riesgos laborales, a consecuencia de la crisis«.
Para apoyar sus tesis, el departamento de Salud Laboral de la UGT ha realizado un estudio centrado en 506 empresas de toda la geografía navarra, en su inmensa mayoría microempresas o pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores, correspondientes a los sectores del Metal (157 empresas), Comercio y Hostelería (104), Agroalimentario (96), Servicios Privados (69), Energético, Químico y Afines (53) y Residencias de la Tercera Edad (27).
Una primera conclusión de dicho análisis es que la gestión de la prevención por parte de las empresas navarras «es insuficiente y deficiente». Así, según los autores del informe, se ha podido constatar que el 97,6 por ciento de las firmas encuestadas han realizado la evaluación de riesgos, tal y como establece la legislación vigente, «pero los técnicos del sindicato han detectado importantes deficiencias, entre ellas, que buena parte de las evaluaciones tienen un carácter genérico y se acompañan de un plan preventivo inconcreto y sin compromisos determinados sobre las acciones que necesario llevar cabo», añadieron.
Otros datos significativos indican que un 87,6 por ciento de las empresas cuenta con una planificación preventiva, pero sólo en un 15,5 por ciento de los casos dicha planificación es eficaz. Además, el 79,3 por ciento de las sociedades ejerce una «deficiente» vigilancia de la salud de sus trabajadores, según la UGT para lo que aporta otra cifra destacada: solo 7 de cada 100 empresas han identificado aquellos trabajos que puedan resultar de especial peligrosidad.
Para completar el panorama, desde la organización sindical alertan sobre la ausencia de una verdadera «cultura preventiva», un abandono de aspectos tan importantes como los relacionados con la salud psicosocial o los riesgos relacionados con la maternidad a lo que hay que añadir una formación escasa y limitada a 1 de cada 4 empresas que han sido cuestionadas por UGT de Navarra.
Del análisis de los datos, el estudio concluye que la implantación de la prevención de riesgos laborales en el seno de las empresas ha pasado de un situación de cierto estancamiento en los primeros años de crisis a otra de franco retroceso, y vincula las crecientes carencias preventivas con el aumento de la siniestralidad laboral registrada en Navarra en los tres últimos años.“La crisis económica se ha convertido en la coartada perfecta para dejar de lado las políticas preventivas y la inversión en seguridad en las empresas», sentencian los responsables del sindicato.