APD cumple diez años en Navarra y ya cuenta con más de 170 asociados. “Directivos comprometidos con mejorar el día a día de sus empresas, de sus trabajadores y, en consecuencia, de la sociedad navarra”, destacó Benito Jiménez, presidente de la entidad además de fundador y director general de Congelados de Navarra.
Benito Jiménez: «El socio es lo más importante para APD».
Este jueves, APD celebró su Día del Socio, al que asistieron cerca de 300 personas; que fue patrocinado por Acunsa, CaixaBank y Grupo Euskaltel; y contó con la colaboración de NavarraCapital.es, AJE Navarra, Anel, Diario de Navarra y Colegio de Médicos de Navarra. Una jornada en la que Jiménez recordó a los asistentes que «el socio es lo más importante de APD» y que la asociación está «a disposición» de todos ellos para lo que necesiten.
‘CÓMO ENTRENAR TU HUMOR’
Además de ser un día de encuentro, networking y diversión, se dieron pautas a los directivos acerca de ‘Cómo entrenar tu humor’. Básicamente porque los beneficios de reír son innumerables. “Se duerme mejor y reduce el estrés”. Con esas palabras comenzó su espectáculo el invitado Dani Delacámara, reconocido humorista y monologuista que lleva 30 años “haciendo reír a la gente”. Gracias a eso, tiene en su haber una Antena de Oro y el Micrófono de Oro.
Daniel Delacámara, durante su actuación.
Delacámara recordó a los asistentes que “el humor te hace ser más productivo, mejora las relaciones entre compañeros y somos capaces de ganar clientes”. E hizo hincapié en otra realidad: los niños son más felices y duermen mejor que los adultos. Pero es que “los niños ríen una media de 300 veces al día y los adultos solo 15, algunos ni tanto…”.
En España, APD tiene ya más de 3.500 socios.
Los pensamientos negativos, el miedo, la rabia, los celos o querer hacer todo perfecto «reducen la energía». A partir de ahí, incluso en el trabajo, la clave es el juego: «Los adultos hemos dejado de jugar y eso apaga nuestro humor». Jugando, además de divertirnos, aprendemos a aceptar nuestros errores. Y eso nos ayuda a no olvidar que «fallar no es malo, es volver a intentarlo al 100 % de tu energía».
Después de tener a la audiencia riendo y jugando durante una hora, Dani Delacámara cedió el testigo al Orfeón Pamplonés, toda una institución en Pamplona desde el año 1865, que cerró este acto festivo con un concierto.
Concluida la jornada, los socios y acompañantes compartieron una cena informal.
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