Sea por la necesidad de llevar el producto al consumidor conservando intacta su frescura, sea por tener que garantizar un suministro al cliente de producto ultracongelado de la máxima calidad a lo largo de todo el año, o por trabajar para una industria muy exigente, como la de la cerveza, la logística y su gestión son “un factor clave” para el éxito de una empresa agroalimentaria.
Así lo explicaron este jueves en el ICS de la Universidad de Navarra el responsable de Logística del grupo Florette, Eduardo Irigoyen, el director general de Intermalta, Carlos Álvarez, y Pedro Becerril, director de Logística del Grupo Virto, en las III Jornadas de Logística, organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas. La sesión, a la que asistieron casi un centenar de estudiantes y profesionales, fue moderada por Cristina Lecumberri, secretaria general-gerente de la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, Aragón y La Rioja. Al encuentro, organizado por alumnos en colaboración con la Cátedra de Empresa Volkswagen Navarra-Universidad de Navarra, asistieron más de una veintena de profesionales del sector logístico y agroalimentario.
FRESCURA, RAPIDEZ E IMPOSIBILIDAD DE STOCK
Eduardo Irigoyen abrió la sesión detallando las peculiaridades de la logística de Florette, el grupo líder de la cuarta gama con sede en Milagro. Irigoyen explicó que su empresa mueve 19.000 camiones anuales desde sus seis centros distribuidos por toda la geografía española, “tanto a la hora de aprovisionarnos de materia prima, con la incidencia que tienen los factores del campo, desde la climatología a las plagas, como en la distribución que se hace a 100 plataformas de retail, 150 distribuidores y 1.400 puntos de venta, que luego a su vez llevan el producto de Florette al líneal de la tienda o a hoteles, restaurantes, cafeterías o comedores de todo tipo”.
Eduardo Irigoyen: “Son claves la frescura del producto, su corta caducidad, la altísima exigencia el cliente y la incidencia del coste del transporte”.
En el caso de Florette, son claves “la frescura del producto y su corta caducidad, que impiden que se pueda acumular stock, la altísima exigencia del cliente al que hay que dar servicio y la incidencia del coste de transporte en un producto que es de por sí barato”. A esto se suma “la necesidad de mantener siempre una temperatura adecuada, de entre 1 y 4 grados, para que ni el producto acabe congelado ni pierda sus cualidades organolépticas”, señalaba el directivo navarro.
Florette hace frente a todos estos desafíos “trabajando con empresas de transporte que no subcontraten a otras, controlando la seguridad alimentaria en todo momento, utilizando transportes a carga completa con certificación IFS y con un ‘lead-time’ o periodo de 24 horas entre la entrada del pedido y su entrega al cliente. Para todo ello. Florette cuenta con una detallada planificación de su logística de aprovisionamiento y distribución, con una gestión operativa y un seguimiento y calibración de los protocolos de servicio, que se revisan, junto a otros factores clave de rendimiento, en conjunto con los proveedores logísticos”, detalló Eduardo Irigoyen.
EXIGENCIA MÁXIMA
Por su parte, el director general de Intermalta, Carlos Álvarez, desgranó los factores que inciden en la logística de una empresa como la suya, que se debe “a la máxima exigencia de un cliente como son las empresas cerveceras”. En el caso de la empresa, con sede en San Adrián y centros de producción también en Sevilla y Albacete, “los factores logísticos claves son la planificación para servir a una industria, como la cervecera, que tiene picos de consumo estacionales; la proximidad a puertos y el coste de los fletes, la capacidad de almacenamiento en origen o destino y las facilidades de carga”, enumeraba Álvarez.
Carlos Álvarez: “Son los cerveceros quienes marcan toda la producción de cebada y la elaboración de la malta”.
La cadena de transporte incluye, en el caso de Intermalta, “a miles de agricultores que plantan la cebada, a 60 sociedades que hacen acopio de ella en 140 almacenes, que sirven a las tres plantas malteras de la propia empresa, que a su vez sirve a las seis grandes cerveceras que elaboran el 98% de la cerveza que se produce en España”. “Esta es la cadena del campo a la botella, pero son los cerveceros quienes, en sentido inverso, marcan toda la producción de cebada y la elaboración de la malta dividida por origen y variedad, con una planificación anual de entregas y de la gestión del transporte, maximizando el aprovisionamiento local”, explicaba el director general de Intermalta.
Esta empresa mueve, con una “detallada calendarización mes a mes y con pedidos de cinco días por semana, 16.000 camiones anuales para aprovisionar a las plantas de elaboración de la malta, y otros 13.000 para su expedición a las plantas cerveceras, en la que es clave la optimización de costes y un suministro casi just in time”, concluyó Carlos Álvarez.
EL ULTRACONGELADO, SIEMPRE EN STOCK
Para cerrar estas III Jornadas de Logística, intervino Pedro Becerril, director de este ámbito en el Grupo Virto, marca blanca que provee entre otras a Mercadona mediante sus ocho centros en España, además de otros en Alemania, Francia, Reino Unido, Portugal y Estados Unidos. En este caso, Virto cuenta con 32.000 hectáreas de cultivos y garantiza “que no pasen más de tres horas entre la recolección de la materia prima y su ultracongelación, proceso que lleva la temperatura a -23 o -24 grados en tan solo 20 minutos”. Una producción en la que “de 500 millones de kilos de materia prima, se sacan 312 millones de kilos de producto, por lo que es clave la cercanía del campo a la planta”.
Pedro Becerril: “Virto garantiza que no pasen más de tres horas entre la recolección de la materia prima y su ultracongelación”.
Para el Grupo Virto, al contrario que en el caso de Florette, “es fundamental tener stock de los productos para todo el año, con una gran capacidad de almacenamiento para ir sirviendo al cliente a medida que lo vaya pidiendo”. Pedro Becerril ponía el ejemplo “del guisante, que se recoge de finales de mayo a principios de julio en una producción que alcanza los 50 millones de kilos, y se ultracongela y se guarda en stock para servir a clientes como Mercadona a medida que lo van demandando a lo largo de todo un año”.
El grupo navarro, líder en el mercado de verdura y otros preparados congelados, tiene “un esquema logístico doble, de tipo ‘push system’ en el campo, y ‘pull system’, en la distribución y grupaje para servir al cliente final”.
A la vez, el directivo de la empresa navarra destacó “la incidencia, no precisamente pequeña, que tienen en el trabajo de su empresa y en la logística de la misma, otros factores como la religión, con las exigencias de los rituales Kosher o Halal (judíos y musulmanes), o hasta la propia inmigración, que puede mandar de vuelta a planta un transporte si, por ejemplo, una pobre persona desesperada se mete en un camión de congelado y pasa el Eurotúnel hacia Inglaterra”.
MEJORA CONTINUA
A modo de conclusión y a preguntas de los asistentes a la jornada, los responsables de Florette (Eduardo Irigoyen), Intermalta (Carlos Álvarez) y Grupo Virto (Pedro Becerril), destacaban que la logística, en su caso, está sometida “a un continuo análisis para buscar su mejora en costes y eficiencia”, utilizando herramientas tecnológicas desarrolladas a medida, sistemas de ERP o incluso soluciones propias, y auguraron “un gran futuro” a los estudiantes allí presentes que quieran enfocar su carrera a este ámbito.