Arte, naturaleza y senderismo se fusionan en algunos rincones especiales de Navarra. Entre paisajes de ensueño y trayectos con encanto, son numerosas las ermitas que, majestuosas, se alzan a lo largo del territorio navarro. De entre todas ellas, Vanity Capital ha seleccionado las más bellas, señalando la de mayor y la de menor altitud. ¿Te animas a dar con nosotros este paseo por las ermitas más bonitas de Navarra?
1.- ERMITA DE SAN DONATO Y SAN CAYETANO
Una curiosa construcción de piedra recibe a aquellos aventureros que han logrado llegar a la cima del monte Beriain. Situada a casi 1.500 metros de altitud, en la zona norte de la Sierra de Andía, desde allí se pueden contemplar las mejores vistas de la región. Esta ermita está dedicada a los santos Donato de Besançon y Cayetano de Thiene, y precisamente ese es el porqué de su nombre. Y, ¿quieres saber un dato curioso? Lo cierto es que en agosto de 1797, un obispo encargó la reconstrucción de todas las ermitas de Huarte-Araquil. Pero esta fue una excepción. En 1952, las ruinas protagonizaban el templo, pero finalmente se restauró en 1958. Mas tarde, sufriría de nuevo otra restauración, y hoy, además, dispone de un refugio para montañeros.
2.- ERMITA DE ENDARLATZA
En Bera, nos espera la ermita a nivel del mar más bajo. Dedicada a la Inmaculada, se sitúa en los límites entre Irún y Navarra. De piedra blanca, rodeada de naturaleza, recibe a visitantes que contemplan su arquitectura con ojos curiosos.
Ahora, una vez conocidos los templos religiosos situados a mayor y menor altitud en la Comunidad foral, nos queda descubrir aquellas ermitas navarras que destacan por su belleza y su singularidad…
3.- ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ
Datada del siglo XII, esta construcción de gruesos muros se ubica en Aguilar de Codés, en la merindad de Estella. Su estilo románico tardío se puede observar en su estructura, pues se trata de una única nave con tres ventanas. Se sitúa en un entorno rural mágico, y en su interior atesora un bello crismón de gran tamaño.
4.- ERMITA DE SAN ZOILO
En Cáseda, una curiosa construcción llama la atención de aquellos senderistas que desean deleitarse con el estilo gótico navarro del siglo XIV. Sus mulares muestran un gran estallido de color, y unas lajas de piedra cubren las bóvedas. En su momento, fue un importante punto de comunicación entre los valles pirenaicos y las tierras de la Ribera para viajeros y pastores, así como un gran lugar de peregrinación.
5.- ERMITA DE SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA
El estilo románico protagoniza esta ermita, ubicada en Azcona, en el valle de Yerri. También conocida como ermita de Santa Catalina de Azcona, fue construida en el siglo XII y restaurada en el siglo XX. De ella destacan, quizá, los esplendorosos capiteles y canecillos que adornan la entrada. Lo cierto es que merece la pena detenerse y contemplar todas las figuras que decoran el exterior del edificio, pues se trata de un lugar repleto de detalles mágicos.