jueves, 2 mayo 2024

Un verano al sol del museo

Cuando el calor decae y la luz se suaviza, el Museo de Navarra abre las puertas de su Mirador, una gran terraza abierta a la ciudad, para celebrar el ciclo 9 Soles. Cada miércoles de verano comparten un atardecer, una copa y una acción artística en vivo. El gran balcón abierto sobre la ciudad se convierte en un espacio de experimentación para artistas de diferentes disciplinas.


Pamplona - 29 julio, 2023 - 00:09

Los ciclos se celebran los miércoles de 20:00 a 21:00 horas en el Mirador del Museo de Navarra. (Foto: Ken)

Con el verano regresa el ciclo 9 Soles al Mirador del Museo de Navarra. Desde el mes de julio, cada miércoles comparten un atardecer, una copa y una acción artística en vivo. El gran balcón abierto sobre la ciudad se convierte en un espacio de experimentación para artistas de diferentes disciplinas. Y agosto promete.

En palabras de Alexandra Baurès, la comisaria del ciclo, «Se trata también de tomar conciencia de la transmisión social que acompaña el hecho artístico, porque una vez que la obra se expone, se dirige hacia otras personas, las atraviesa y al mismo tiempo las reúne». Por ello, este verano, en el Mirador cultivan lazos amistosos y toman nota de sus buenos efectos, entre artistas y público.

Baurès: «Se trata de tomar conciencia de la transmisión social que acompaña el hecho artístico, porque una vez que la obra se expone, se dirige hacia otras personas, las atraviesa y al mismo tiempo las reúne»

9 Soles nació en 2020 para abrir el Museo de Navarra a la ciudadanía, ofreciendo una programación artística contemporánea, en un espacio al aire libre, el Mirador del Museo. La propuesta busca también apoyar la creación navarra en el campo de las artes visuales y fomentar la cultura en el período estival. Cada sesión propone una acción artística, una experiencia directa en tiempo real, compartida entre artistas y público, con el objetivo de desencadenar un flujo de emociones e ideas. Las y los artistas participantes experimentan con los límites de su disciplina –la pintura, la escultura, la música, la danza o la performance- y buscan incrementar el espectro de percepciones por parte del público.

PROGRAMA

Akira Yoshida | Danza contemporánea (2 de agosto)

Desde que se marchó de Navarra para estudiar en la Academia Experimental de Danza de Salzburgo, Akira Yoshida no ha parado de viajar. De hecho, ha intervenido en tantos festivales que en ciertos momentos ha llegado a pensar que su maleta es su mejor compañera. Precisamente, en el solo que presenta en el Mirador, titulado Burial of the Dark, Yoshida establecerá un dialogo con una maleta (lo que no es una metáfora). Así, emprenderá un viaje que será una búsqueda, un viaje que será un baile. Quizás la vida sea un viaje, o un baile. En todo caso, en este ir y venir nuestro, se da la curiosa circunstancia de que algunos objetos nos acompañan y nos arropan.

Yolanda Campos Bergua + Pilar Rius & Elisa Urrestarazu | Música contemporánea (9 de agosto)

La pieza Silences compuesta por Yolanda Campos Bergua nace de sus conversaciones con la poetisa Consuelo Sánchez Naranjo. El elemento común de la música y de los textos que conforman esta performance sonora es la fascinación por el cosmos. Así, la obra nos lleva por un sugerente viaje espacial en el que se evocan tres fenómenos astrofísicos relevantes: el Big bang, las colisiones de agujeros negros y la gravitación. La guitarrista Pilar Rius y la saxofonista Elisa Urrestarazu completarán la pieza, aportando matices e intensidad con su interpretación.

El programa se complementa con la obra de la compositora Inés Badalo López, Anthophila.

Cia La Trapecionista | Danza aérea (16 de agosto)

Un saco de arena, un trapecio y un violoncello constituyen la colección de objetos con los que Maitane Azpiroz ha creado la coreografía de Artixipiélago, una obra en la que la danza se eleva por los aires al son del violoncello. En el baile que interpreta Teresa Magallón, a veces la arena se guarda en un pesado saco que debe arrastrar, pero en otras ocasiones esa arena vuelve a ser un material ligero que se lleva el viento. Su baile será acompañado por el violoncelista Iván Casado, que entrará en el movimiento añadiendo voz y ritmo. En el suelo, la arena dejará a la vista las huellas de sus pasos, conformando un relato de sus estados de ánimo.

Álvaro Gil | Acción escultórica (23 de agosto)

El escultor Álvaro Gil se ha propuesto sacar a la luz una parte oculta de la creación artística: el devenir de todas esas cajas que contienen obras de arte que, una vez finalizado su recorrido expositivo, se acumulan en el taller del artista. Esas obras dormitan y están a la espera, y Gil se resiste a tirarlas porque le une con ellas un lazo amoroso: albergan muchas horas de dedicación y de aprendizaje, han contenido un número importante de hallazgos. Por otra parte, cabe la posibilidad de que, al rescatarlas del olvido para revisarlas de nuevo, aparezca un nuevo ensamblaje. Es lo que se propone en el Mirador con su acción titulada Otro desembalaje: «jugar con platos rotos».

Amaia Molinet + Txaranga Urretabizkaia | Performance sonora (30 de agosto)

Amaia Molinet fija la mirada en los montes cercanos para traer al espacio imágenes de montañas. Su intervención se titula Mendikate Mendekatu, porque en euskera estas palabras comparten el mismo campo semántico. Cordillera y vengar. Altos desde los que se controlan las llanuras, o montañas que han sido lugares de resistencia. Con el objetivo de ponerle una banda sonora a este paisaje de conquista, Amaia ha invitado a sus compañeras de la Txaranga Urretabizkaia. La charanga, que se autoproclama hiperventilada (saxos, trombones, trompetas, clarinete, trompa) y destaca por su carácter disruptivo, presentará alguna que otra marcha y una coreografía creadas para la ocasión. Bienvenidas a la fiesta final.

Horarios, precios y aforo del programa

Las acciones artísticas tienen lugar de 20:00 a 21:00 horas en el Mirador del Museo de Navarra, cuyas puertas se abren al público, junto a las del bar, de 19:00 a 21:30 horas. El aforo será de 70 personas. Y las entradas pueden adquirirse en la taquilla del Museo al precio de 10 euros, con derecho a consumición. El pago deberá hacerse en metálico.

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