martes, 23 abril 2024

Adiós al ‘boom’ constructor de los polideportivos

Por ahora, el Censo de Instalaciones Deportivas de Navarra, creado en diciembre, ya tiene registrados 411 pistas y pabellones, cuyo precio medio suele oscilar entre 1,5 y 2 millones de euros. Pero la construcción de estos espacios deportivos se ha estancado después de años de esplendor, en parte porque "raro es el municipio de 2.000 habitantes o más que aún no tiene uno" y por los propios efectos de la pandemia. Capital Sport analiza el escenario actual de estos recintos, que han dinamizado la actividad de numerosas empresas durante años, con Josetxo Iriguibel, presidente de ANECOP.


Pamplona - 22 febrero, 2021 - 07:02

NICDO ha iniciado el proceso para modificar el expediente de actividades clasificadas del pabellón. (Foto: Víctor Ruiz / archivo)

Hubo un tiempo no muy lejano en el que tener un polideportivo propio se convirtió en tendencia para la mayoría de los municipios navarros. Pero la época más boyante de su construcción fue decreciendo poco a poco de forma progresiva, hasta toparse con la actual pandemia. Josetxo Iriguibel, presidente de la Asociación Navarra de Empresas de Construcción de Obras Públicas (ANECOP), rememora cómo se gestó el ‘boom’ de este fenómeno. «A comienzos del año 2000, es verdad que, empujados por los recursos generados en los ayuntamientos, se aprobaron muchas licitaciones de polideportivos. Sobre todo en las comarcas de Pamplona y Tudela». 

En el resto de zonas, esa expansión fue más lenta. Para Iriguibel, los pabellones «son un equipamiento fundamental en un pueblo, tanto para los colegios como también para la propia vida social». De hecho, «raro es ya el municipio de 2.000 habitantes o más que no posee uno».

El coste de un polideportivo se define en función de las características del proyecto de gestión, que establece su programa, y del proyecto arquitectónico, que concreta su superficie y calidad. También influyen las peculiaridades del solar donde se edifique, que pueden incrementar el precio final de forma considerable. Un polideportivo básico suele tardar en levantarse un año y medio aproximadamente, y su coste oscila entre 1,5 y 2 millones. Además, todos los edificios de uso público deben cumplir las normativas en materia de protección contra incendios, supresión de barreras arquitectónicas, espectáculos, ahorro energético, deportes…

EL CENSO

El pasado mes de diciembre, la consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, anunció la creación de un Censo de Instalaciones Deportivas de Navarra, ya que la lista oficial se había actualizado por última vez en 2011. Esnaola lo definió como uno de los objetivos de 2020, pero «por culpa de la pandemia se había retrasado». Entre el 15 de noviembre y el 31 de enero, los ayuntamientos pudieron actualizar sus datos.

Hoy, Navarra cuenta con 411 pistas y pabellones, según dicha base de datos, de los que 134 se encuentran en la Comarca de Pamplona y 55 en Tudela y municipios próximos a la capital ribera. Precisamente, una de las reformas destacadas en los últimos años fue la del polideportivo Ciudad de Tudela en 2018, por un importe aproximado de 960.000 euros. Ese mismo año, el Ayuntamiento de Pamplona invirtió 30.000 euros en obras para mejorar la cancha de Arrosadia e implantar un nuevo sistema de anclaje de las canastas con un objetivo: que el recinto pudiese acoger partidos de ligas nacionales. «Los primeros polideportivos que se hicieron en aquel ‘boom’ de principios de este siglo van necesitando sus reparaciones. También la normativa cambia y toca adaptarse a ella, lo que obliga a hacer reformas. Son instalaciones con un uso intensivo y es normal que se deterioren y conlleve un mantenimiento», explica Iriguibel.

Josetxo Iriguibel (ANECOP): «Los primeros polideportivos que se hicieron a principios de este siglo van necesitando reparaciones. También la normativa cambia y toca hacer reformas».

Precisamente, el Instituto Navarro del Deporte (IND) concedió, en 2019 y 2020, subvenciones a entidades locales para reformas de instalaciones. «Durante los años de la crisis anterior, creo que la Administración local hizo bien los deberes. No digo que no fuera empujada por el Estado, pero sí es verdad que se ajustó el cinturón y la situación financiera en la salida de la crisis era muy buena. Todas las infraestructuras, dotaciones y equipamientos que quedaron en el camino salieron a la luz y se sacaron una serie de contratos».

En concreto, Navarra Arena ha concentrado las inversiones del Gobierno foral en los últimos años. Una instalación con un aforo para 11.800 espectadores, un coste superior a los 60 millones y que fue inaugurada en 2018, nueve años después de que comenzaran sus obras. Además, el Ejecutivo navarro ha cofinanciado el complejo deportivo Clara Campoamor de Tudela, al que destinó 2 millones de euros de los 5 que costó en total. «Espero que en el segundo semestre de este año, si se estabiliza la situación sanitaria con la vacuna, se note una mejoría importante. En 2022 sí habrá un importante crecimiento económico. Igual es más un deseo que otra cosa, pero yo lo veo así», señala Iriguibel.

Pero entre tanto, no hay duda de que la pandemia está influyendo en la puesta en marcha de nuevos proyectos. «No fue solo por el parón que hubo con el confinamiento. Cuando vienen mal dadas, el regidor y las corporaciones de los ayuntamientos también piensan que puede haber una crisis y que es el momento de ser prudentes», remata el presidente de ANECOP.

EL AYUNTAMIENTO

Pocas horas después de que se publicara este reportaje, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona aprobó la licitación de diez proyectos y 1,2 millones de euros para invertir en las instalaciones deportivas municipales de la ciudad durante el año. De esta forma, el Consistorio «incrementa el presupuesto en este concepto en un 30 % respecto a la suma de los dos años anteriores». Se trata de la segunda fase de las obras para cubrir las gradas del campo municipal de fútbol de Lezkairu, con un presupuesto de 250.000 euros, y de la reforma de los vestuarios del trinquete – polideportivo de Mendillorri, con una inversión de 70.500 euros.

Este lunes, el Ayuntamiento de Pamplona aprobó la licitación diez proyectos y 1,2 millones de euros para invertir en las instalaciones deportivas municipales durante el año.

A estos dos proyectos licitados ya se unirán a lo largo del año el cambio de la iluminación a tecnología LED en el frontón Labrit (65.000 euros), las nuevas calderas de los polideportivos de San Jorge y Orvina (42.000 y 36.000 euros, respectivamente) y la reforma del suelo de la pista polideportiva del José Maria Iribarren (32.000 euros).

Otras cuatro inversiones se derivan de las enmiendas del acuerdo presupuestario alcanzado por los grupos municipal de Navarra Suma y Socialistas del Ayuntamiento de Pamplona. Así, se destinarán 200.000 euros a reparaciones en los complejos deportivos de Aranzadi y San Jorge, otros 175.000 euros a culminar las obras de campo de softball de Rochapea en cuestiones de iluminación y altura de la red de protección, 150.000 euros para la redacción del proyecto de polideportivo de Buztintxuri y otros 150.000 para la redacción del proyecto e inicio de obras de una nueva pista de atletismo.

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