La Asociación de la Industria Navarra (AIN) celebró este miércoles su asamblea general bajo el lema ‘Sostenibilidad en acción’. A la cita, según anunció el colectivo en un comunicado, acudieron «cerca de 150 directivos y empresarios de todos los sectores». «O la empresa es sostenible o no será», señaló en la apertura José Juste, presidente de AIN.
Por su parte, Ana Ursúa, directora general de la asociación, profundizó en las nuevas directivas europeas que quieren evitar lo que se conoce como SDG-washing, un término que hace referencia al uso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sin demostrar su cumplimiento real: «Por eso, el nuevo marco legal establece la necesidad de que las organizaciones demuestren a partir del próximo año de manera concreta, y con una serie de indicadores, de qué manera contribuyen a la mejora social, ambiental y económica».
Los ODS, remarcó, «no han de ser una herramienta de marketing«. Así, en el caso de las pymes, constituyen «un gran primer paso para recabar información de partida y establecer acciones concretas en las empresas, especialmente para aquellas que no van a estar obligadas a reportar bajo la nueva directa y sus estándares». Asimismo, Ursúa reivindicó que AIN «es el agente facilitador que impulsa la competitividad de manera sostenible».
Alberto Andreu (DIRSE): «La sostenibilidad también está relacionada con la gestión de riesgos y oportunidades en la parte social y económica».
Alberto Andreu, doctor cum laude en Economía y Empresa por la Universidad Pontificia Comillas, MBA, consultor, profesor del IESE Business School (Universidad de Navarra) y presidente de la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (DIRSE), impartió la conferencia ‘Sostenibilidad, mucho más que una moda, una disrupción’. Andreu, senior advisor de EY y Atrevia y asesor de los Consejos de Administración de la Corporación Pascual y Cosentino, relató la batalla que se ha producido en los últimos 70 años para clarificar el concepto de la sostenibilidad. «Este término va más allá de la parte ambiental. También está relacionado con la gestión de riesgos y oportunidades en la parte social y económica», aclaró.
Posteriormente, Andreu moderó una mesa redonda que tuvo como protagonistas a Alfonso Antoñanzas, fundador de Exkal; Santiago Osés, director de planta de Rockwool ubicada en Caparroso, y Raquel Gascó, directora de la planta de Schneider Electric en Puente la Reina.
MESA REDONDA
Durante su intervención, Osés defendió que la sostenibilidad es uno de los principales pila res de la estrategia de Rockwool. «Aunque somos una empresa intensiva en energía, los productos que fabricamos contribuyen a un enorme ahorro energético. Podemos decir que, durante la vida útil de su uso, el aislamiento de edificios Rockwool vendido ahorra más de 100 veces el carbono emitido en su producción».
Ana Ursúa (AIN): «El nuevo marco legal establece la necesidad de que las organizaciones demuestren de qué manera contribuyen a la mejora social, ambiental y económica».
Por otra parte, el director de planta de la multinacional en Caparroso desgranó tres de los proyectos que está llevando a cabo la compañía en materia de sostenibilidad. En el marco de la economía circular, la empresa puso en marcha Rockcycle, su servicio de clasificación y reciclaje de residuos de aislamiento en obra para convertir los residuos de lana de roca en nuevos productos.
Además, en el ámbito de la eficiencia energética, la compañía prevé convertir sus oficinas de administración y logística en edificios de consumo nulo o casi nulo, así como generar electricidad a través de un sistema ORC de aprovechamiento del calor residual del horno de fusión. En el ámbito de la tecnología, por último, la empresa planea introducir mejoras «pasando del actual sistema de fusión a una tecnología en base eléctrica y verde».
El encuentro también sirvió para conocer buenas prácticas en materia de sostenibilidad lideradas por Exkal. «Hemos conseguido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60 % y que el cliente obtenga un retorno de la inversión en tres años. Nuestro discurso ha sido tan disruptivo que nos hemos visto obligados a certificarlo para darle fiabilidad», explicó Alfonso Antoñanzas, fundador de la empresa.
El también director general de la firma también presumió de que, en los últimos años, Exkal ha certificado «de manera voluntaria» tanto su actividad financiera como no financiera. «En España apenas existen una veintena de compañías que hayan certificado su sistema de Responsabilidad Social Empresarial. Nosotros, en 2011, fuimos los terceros», subrayó.
Alfonso Antoñanzas (Exkal): «Hemos conseguido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60 % y que el cliente obtenga un retorno de la inversión en tres años».
Raquel Gascó, directora de la planta Smart Factory de Schneider Electric en Puente la Reina, expuso que su firma «está desarrollando una muy interesante labor como proveedor de programas a medida para descarbonizar empresas tan importantes como Mango, Inditex, Roca, Walmart, PepsiCo, o las diez principales farmacéuticas, a través de servicios como la asesoría de compra de energía».
Adicionalmente, recordó que la empresa «no solo comercializa numerosas soluciones digitales de gestión de la energía, sino que también las utiliza en sus fábricas. «Todas las acciones que estamos realizando harán que consigamos ser neutros en carbono en 2025, emisiones 0 en 2030 y neutros en toda nuestra cadena de suministro para 2040», resaltó.
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, fue la encargada de clausurar la jornada. Lo hizo, en concreto, citando el nuevo Plan Industrial de Navarra, que ha estado en exposición pública recientemente. Este plan, según desgranó, «pretende contribuir a que la industria siga creciendo en su peso en el PIB y pueda alcanzar el 32% en el horizonte 2025».
En un contexto «marcado por la incertidumbre», AIN continuó creciendo tanto en número de empresas asociadas, como en facturación y empleo. En concreto, cerró 2021 con un total de 121 empresas asociadas que, en su conjunto, «representan más del 40 % de facturación de toda la industria de Navarra». En cuanto a la facturación, superó los 7,4 millones de euros «gracias a su actividad para empresas», lo que a su vez permitió aumentar su plantilla hasta las 104 personas e incorporar talento «altamente cualificado para seguir respondiendo a los retos de la industria».
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