La Cumbre del Clima de Madrid (COP25), celebrada recientemente en Madrid, ha sido el gran altavoz que han empleado fabricantes, vendedores y concesionarios para hacer valer su parecer en materia de movilidad sostenible y reclamar medidas a las instituciones públicas.
En concreto, los grandes actores del sector han coincidido -en el marco de este encuentro- en que es necesaria una estrategia global y la implicación de las administraciones para que el camino hacia la electrificación sea ordenado y se centre en el usuario final.
INVERTIR EN PUNTOS DE RECARGA
Así, por ejemplo, durante la jornada ‘Ciudadanía y movilidad sostenible. Expectativas para una transición justa’, organizada por la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) en colaboración con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, esta patronal anunció grandes inversiones (68 millones de euros) para dotar a los concesionarios de puntos de recarga. La red oficial de concesionarios alcanzará en 2020 los 12.500 puntos de recarga de vehículos eléctricos (frente a los 2.500 de la actualidad).
La gran implantación de los concesionarios en toda España permite la extensión de los puntos de recarga a casi todos los pueblos y ciudades.
La instalación de estos puntos de recarga forma parte de la estrategia de los concesionarios en colaboración con los fabricantes y con partners energéticos para dar respuesta a la progresiva implantación del vehículo eléctrico y adaptarse a las necesidades cotidianas de los clientes que apuestan por esta tecnología.
Para Faconauto, el valor añadido de los concesionarios es que sus puntos de recarga, dada la gran capilaridad de sus redes, llegarán a buena parte del territorio. “Los concesionarios están en disposición de acelerar la transición y de que sea inclusiva. Sus puntos de recarga no estarán sólo en la España urbanita, sino también en la vaciada”, indicó la vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, Marta Blázquez.
Marina Serrano (izda.), Reyes Maroto (centro) y Mario Armero (dcha.).
Según se apuntó desde Faconauto, la transición hacia una movilidad sostenible no pasa únicamente por implantar el vehículo de cero emisiones, sino también por retirar los vehículos más antiguos. Para lo que las administraciones tienen que ahondar en planes de achatarramiento y en una fiscalidad que penalice su uso.
Por su parte, la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (AELEC) y la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), junto con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y la Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO), organizaron la Jornada ‘Electromovilidad y cambio climático’.
POR UN PLAN DE ESTADO PARA LA ELECTRIFICACIÓN
Durante su intervención, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, resaltó la necesidad de establecer “una hoja de ruta, no sólo en nuestro país sino a nivel internacional, en la que se ponga al ciudadano en el centro de la decisión, ya que son los que demandan los cambios en la movilidad”.
La presidenta de AELEC, Marina Serrano, destacó, por su lado, las virtudes que conlleva la electrificación. “Es la solución más eficiente para descarbonizar el transporte y contribuye a mejorar la calidad del aire en las ciudades, disminuir la contaminación acústica, además de reducir la dependencia de productos petrolíferos”.
Fabricantes y vendedores coinciden en reclamar a la administración medidas que favorezcan la retirada de los automóviles más antiguos y contaminantes.
También intervino el vicepresidente ejecutivo de ANFAC, Mario Armero, quien reclamó iniciativas de las administraciones: “Se necesita un cambio radical en las políticas de movilidad con varias palancas: fiscalidad; ayudas a la compra; incentivos a la recarga y cohesión de las políticas regionales y nacionales”.
Armero subrayó, igualmente, la necesidad de enfoques globales: “Necesitamos un pacto de Estado con un enfoque integral, que apoye el despliegue y compra del vehículo eléctrico, que elimine las barreras a la instalación de puntos de recarga y los haga competitivos. Si las administraciones eran necesarias antes, ahora los son mucho más para tener un plan conjunto”.
En este contexto de celebración de la COP25, el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM), Raúl Palacios, recordó que alcanzar una movilidad sostenible pasa necesariamente por atajar la raíz del problema. Según Palacios, el gran problema es el envejecimiento progresivo de un parque que cuenta ya con más de 12 años de antigüedad.
Raúl Palacios identifica como principal problema el envejecimiento del parque móvil.
En lo que va de año, las matriculaciones se han visto lastradas por la caída de las compras de modelos diésel que, aunque emiten menos CO2 que los de gasolina, acumulan un descenso del 27,5 %.
La incertidumbre en los particulares causa un retraso en su decisión de compra que, a su vez, provoca una bajada en este mercado, la principal fuente de rentabilidad para los concesionarios (cifrada en un 12 % de enero a noviembre).
En este sentido, el presidente de Ganvam consideró que la evolución de las matriculaciones de vehículos está ligada a la curva económica del país. Palacios reclamó la puesta en marcha de un organismo de Estado para la automoción y la movilidad capaz de diseñar la hoja de ruta a largo plazo. Su objetivo sería reforzar la competitividad de la automoción como pilar económico estratégico y donde se escuche al sector antes de legislar para evitar distorsiones en el mercado.
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