Bilbao acogió la XIX edición del Encuentro Ciudadano con la Movilidad, organizado por el RAC Vasco Navarro y por la Diputación Foral de Vizcaya. Una cita en la que se abordaron los retos de la movilidad sostenible desde un punto de vista mucho más tangible para la ciudadanía. Así, bajo el título ‘El coche eléctrico: ¿Conocemos realmente sus beneficios y riesgos?’, las ponencias y los debates se centraron en el vehículo eléctrico, sus ventajas e inconvenientes y los retos que presenta.
LA AUTONOMÍA YA NO ES UN PROBLEMA
El director de Desarrollo e Innovación del Ente Vasco de Energía (EVE), Enrique Monasterio, defendió el vehículo eléctrico actual. Argumentó que las desventajas relativas a la autonomía y la recarga corresponden a una etapa anterior porque hoy, estos coches alcanzan hasta 400 kilómetros de autonomía frente a los 90 de hace pocos años.
Además, se pueden recargar de manera rápida o ultra-rápida y también resulta sencillo colocar una instalación de carga doméstica en el garaje particular que, en ciertos casos, como en Navarra y en el País Vasco, están subvencionados.
Las electrolineras servirán, sobre todo, para cargas complementarias o asegurar la autonomía hasta los puntos finales de destino en trayectos largos.
En contra de lo que se tiende a pensar, según afirmó Monasterio, el punto de recarga principal de los usuarios del vehículo eléctrico será el de su casa o garaje, mientras no se utiliza el vehículo.
Por su parte, la infraestructura de recarga pública, las electrolineras, complementarán las cargas domésticas con cargas parciales, que permitan al usuario llegar a su domicilio u otro destino final. Por lo tanto, según Enrique Monasterio, no es ya una cuestión de autonomía del vehículo, sino la necesidad de adoptar nuevos hábitos.
El gran reto está en los usuarios que no disponen de garaje individual, colectivo o una zona de aparcamiento habitual donde instalar una infraestructura de carga personal o colectiva. Este grupo de usuarios representa al 60 % respecto al 40 % que sí disponen de estas zonas, aunque insistió en que esa cuestión se solucionará mediante acuerdos con parkings regulados y la instalación de más puntos de recarga pública.
SISTEMAS DE RECARGA FÁCILES DE USAR
El director de IBIL, Aitor Arzuaga, coincidió en que la recarga pública y de alta potencia será clave para favorecer la adopción de la movilidad sostenible y eléctrica de la ciudadanía. Dado que más de la mitad de los automovilistas no disponen de un garaje, necesitarán unos sistemas de recarga rápida y tan fáciles de usar como las gasolineras convencionales. Arzuaga explicó que IBIL y Repsol trabajan en el desarrollo y creación de electrolineras de alta potencia para recargas ultra rápidas.
Más puntos de recarga serán necesarios para democratizar el coche eléctrico. (Foto: David Cazón).
El director de Movilidad de EDP España, Javier Martínez Ríos, aportó la perspectiva desde el sector de las empresas eléctricas. En su intervención, Martínez Ríos aseguró que el 60 % de los usuarios que no disponen de un lugar propio para realizar la carga verán resuelto ese problema con el tiempo.
El reto para los próximos años, por lo tanto, es garantizar soluciones a estos usuarios y una infraestructura de carga pública que dé respuesta a las demandas de uso.
Por su parte, el director de Relaciones Institucionales de Vehículo Eléctrico en Iberdrola, Carlos Berguera, describió el papel que desempeña su compañía en la electrificación de vehículos.
Afirmó que, aunque la infraestructura de recarga de vehículos está en pleno desarrollo, la electricidad tiene una ventaja esencial: está en todas partes y en todos los municipios. De ahí que instalar un punto de carga pueda resultar «relativamente sencillo», opinó.
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