La idea surgió en 2014 gracias al propietario de un piso situado en el Casco Viejo de Pamplona. Quería alquilarlo a turistas, así que contactó con diferentes inmobiliarias de la capital navarra para que se lo gestionaran, pero ninguna aceptó. Y no porque estuviera en malas condiciones o por comisiones abusivas, sino porque no ofrecían ese tipo de servicio. Ironías del destino, dio con una empresa recién creada que sí deseaba encargarse de su caso. Gracias al boca a boca, la firma ha crecido exponencialmente hasta hoy.
Alójate acaba de cumplir diez años y gestiona ya cerca de ochenta apartamentos turísticos. Su fundador, Javier Asenjo, detalla a Navarra Capital que su objetivo es alcanzar el centenar a finales de año. «Estamos de récord porque nunca antes habíamos gestionado tantos. Trabajamos sobre todo en Navarra y La Rioja, aunque también llegamos hasta Cantabria, Lugo y Alicante«, asegura este empresario de 40 años. «También hacemos scouting y campañas comerciales por la red para encontrar nuevos propietarios», añade para apostillar acto seguido que también se apoya en su estrecha relación con la Asociación de Pisos Turísticos de Navarra (Aparturna).
«La mayoría de las personas con las que operamos no son grandes poseedores, sino que ostentan dos o tres viviendas»
No obstante, no todo ha sido un «camino de rosas», ya que la pandemia no solo provocó la anulación de numerosas reservas, sino que además muchos propietarios decidieron gestionar sus apartamentos por su cuenta. «La mayoría no son grandes poseedores, sino que ostentan dos o tres viviendas», que pueden ser pisos en el centro de la ciudad, casas rurales, lofts o caseríos. Hoy, el equipo de Alójate está compuesto por una decena de personas.
La compañía ofrece un servicio integral para acompañar a sus clientes: «Lo primero es comprobar que toda la documentación está en regla. Luego nos aseguramos de estar visibles en portales como Airbnb o Booking con multitud de fotos y vídeos, organizamos el calendario y nos ponemos en contacto con los huéspedes».
Por otro lado, Alójate facilita información útil sobre cómo llegar a la vivienda, servicios y hostelería. «También controlamos la llegada y salida de los inquilinos, así como cualquier imprevisto, desde una bombilla fundida a más graves. No obstante, los clientes pueden seleccionar aquellos servicios que más les interesen. Hay quienes, por ejemplo, optan por no contratar el servicio de lavandería o quienes prefieren llevar la gestión online del inmueble por su cuenta», resalta Mikel Adarraga, director general de la agencia.
LOS VECINOS
De igual manera que una mala experiencia de un huésped les afecta, Alójate no es ajena a las críticas que denuncia parte del vecindario del Casco Viejo pamplonés sobre la creciente oferta de apartamentos turísticos y el consiguiente aumento del precio de los alquileres. En este sentido, los responsables de Alójate sostienen que la capital navarra no corre el riesgo de sufrir la saturación existente en Madrid, Barcelona o las Islas Baleares.
«La Administración foral se ha esmerado por comprobar la legalidad de los apartamentos turísticos en alquiler. Es un modelo a seguir por el resto de regiones»
«Es escandaloso lo que está pasando allí, pero es imposible que se extienda a Pamplona o al resto de la Comunidad foral por la exhaustiva regulación que existe. La Administración navarra se ha esmerado por comprobar la legalidad de los apartamentos turísticos en alquiler. Se trata de un modelo a seguir por el resto de comunidades autónomas», apunta Adarraga.
De hecho, rechaza un fenómeno que se produce durante los Sanfermines, época en la que aflora una gran oferta de inmuebles en alquiler que no cumplen la normativa del sector: «Casualmente, en agosto todos desaparecen. Es ilegal, pero también puntual». Y, en paralelo, remarca la importancia de las inspecciones que se realizan para erradicar esta clase de prácticas fuera de la ley.
Asenjo incluso propone una serie de medidas para que nadie se salte «las reglas de juego». «Por ejemplo, regular aún más la actividad, aunque ya se ha avanzado mucho en áreas como en qué plantas se pueden situar, qué ventanas utilizar y qué superficie pueden tener. Pero se pueden incluir otros requisitos», sugiere.
También apela a la responsabilidad de Airbnb y Booking «para que los anuncios que publican sean correctos, legales y válidos». «Ahora mismo se puede decir que pagamos justos por pecadores. La convivencia fuera de la ley es inviable», señala el fundador de la agencia.