viernes, 13 diciembre 2024

Aritz García y Esther Alzueta, la pareja ‘fit’ que suma más de 21.000 seguidores en Instagram

Hace seis años, estos dos pamploneses crearon 24 Infit, una firma centrada en los entrenamientos personalizados y la nutrición que les ha llevado a trabajar con personas de Francia, Portugal, Alemania, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Brasil e Italia. Hoy, ambos suman 21.000 seguidores en Instagram.


Pamplona - 13 octubre, 2023 - 05:59

La pareja se conoció hace más de quince años en las clases de capoeira que impartía Aritz. (Foto: cedida)

El amor y los negocios no son incompatibles. Así lo demuestran Aritz García y Esther Alzueta. Estos pamploneses, de 43 y 39 años respectivamente, dirigen la asesoría deportiva y nutritiva 24 Infit, ya cuentan con más de 500 clientes y forman a personas de ocho países diferentes. Además, entre los dos suman más de 21.000 seguidores en Instagram, donde tratan de ejemplificar una vida saludable y activa.

Algunos lo llaman destino, otros casualidad. Esther tenía 24 años cuando se apuntó a capoeira y se “enamoró del profesor”, que precisamente era Aritz. Desde entonces, son inseparables. Se casaron hace once años y forman, como la tostada y la mantequilla, un tándem perfecto. Su pasión por el deporte terminó de engrasar la relación.

Con tan solo cuatro años, él comenzó a practicar artes marciales y, a los dieciocho, comenzó a dar clases a nivel profesional. En su trayectoria, destaca la fundación de la Asociación de Capoeira de Navarra (Ascana), además de haber formado el club de gimnasia artística masculina CD Age Sport. Hoy, aún sigue vinculado a ambos proyectos e impartiendo clases.

Aritz comenzó a practicar artes marciales cuando tenía cuatro años

Por otro lado, Esther focalizó su vida profesional en la salud. Trabajaba en una farmacia, pero siempre había practicado numerosos deportes como la natación subacuática. Cuando conoció a su marido, se aficionó al mundo del fitness, que entiende como una forma de «ayudar a las personas a que logren sus mejores condiciones». Con el nacimiento de su segundo hijo, le dio el gusanillo de emprender, trabajar desde casa y tener una mayor libertad de horarios.

Así, hace seis años, la pareja formó en Azoz la empresa 24 Infit, una asesoría deportiva y nutricional. A través de entrenamientos individuales, talleres y dinámicas en grupo, ayudan a que sus clientes cumplan sus objetivos. Además, alquilan otras instalaciones para realizar diferentes tipos de sesiones e, incluso, acuden a las casas de sus clientes para atender consultas concretas.

Tras trabajar en una farmacia, Esther se focalizó en el mundo de la salud deportiva

En su crecimiento ha influido también la colaboración que mantienen con una multinacional estadounidense. Tras probar sus productos, decidieron incorporarlos a sus entrenamientos y ahora también los distribuyen.

En este sentido, Aritz colabora con la organización norteamericana en la formación de entrenadores. Y, por esa labor, la pareja recibe una comisión. Hasta la fecha, ya han instruido a unas cincuenta personas procedentes de países como Francia, Portugal, Alemania, Estados Unidos, Colombia, Argentina, BrasilItalia.

EL MUNDO ‘ONLINE’

A pesar de que la presencialidad tiene una gran importancia para la firma, ambos coinciden en que el mundo online es «fantástico». Los pamploneses comenzaron a potenciar sus redes sociales a la par que crearon 24 Infit. En Instagram, la pamplonesa cuenta con 11.000 seguidores, mientras que su marido suma 10.000. Con sus publicaciones, la pareja busca dar ejemplo de cómo mantener una vida activa y saludable, además de captar y fidelizar nuevos clientes.

Su auge en la red social provocó que muchas personas les pidieran consejos. “Desarrollamos una plataforma online donde dábamos entrenamientos para que todo el mundo, desde cualquier lugar, pudiera aprender; creamos grupos de apoyo; y grabamos nuestras sesiones para que las puedan tener”, detalla García. Ya en el confinamiento, este proyecto terminó de consolidarse. Incluso hubo un día en el que más de 350 personas se conectaron al entrenamiento. “Fue una barbaridad”, recalcan.

De esta historia compartida también han nacido una niña de nueve años y un niño de seis. A ellos les intentan transmitir la disciplina que aplican al deporte, que “conlleva connotaciones internas de superación fundamentales para la vida diaria”. Eso sí, también les dan la libertad necesaria para que los pequeños practiquen aquellos deportes que más les gustan: “Esto es lo que nos encanta, y queremos compartirlo con el mayor número de personas”.

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