Maite Alaba es la directora del nuevo Hotel Tres Reyes de San Sebastián, el segundo de la emblemática cadena Iruña Palace y el primero que esta abre en el País Vasco. Es posible que, para una parte del tejido empresarial navarro, su nombre no resulte muy desconocido, ya que ha desarrollado casi toda su carrera en la comunidad vecina. De ahí que Navarra Capital quiera mostrar el perfil profesional de una mujer que empezó desde la base para acumular ya tres décadas de experiencia en los sectores hotelero y aerocomercial.
Durante los diecisiete años previos a su incorporación al Tres Reyes de San Sebastián, esta técnica de Empresas y Actividades Turísticas por la Universidad de Deusto trabajó en Travel Air, la división de Empresas de Viajes Eroski, donde desempeñó diversos cargos. Empezó como responsable de Zona Gipuzkoa para, finalmente, ocupar el puesto de responsable comercial y de Soluciones a Clientes. Hoy, Travel Air tiene una plantilla de 120 personas y una facturación anual que supera los 50 millones de euros.
Pero la trayectoria de Alaba va mucho más allá. En agosto de 1991, tras año y medio como recepcionista en el restaurante Akelarre de Pedro Subijana, fichó por el Hotel Londres de la capital guipuzcoana, donde llegó a ser encargada de banquetes y subgobernanta. Allí permaneció hasta marzo de 1992, cuando se incorporó al Hotel Patricia, en Ciudadela (Menorca), como directora.
En abril de 1994, fue nombrada responsable comercial de Hesperia en Gipuzkoa, donde estuvo año y medio para unirse después como directora al Hotel Río Bidasoa, en Hondarribia. En dicha empresa trabajó hasta marzo de 2001, cuando se sumó con el mismo cargo al Hotel Talasoterapia Zelai, en Zumaia. Fue tras su experiencia en este negocio cuando fichó por Travel Air.
Ahora, Alaba, que habla cuatro idiomas además de español (alemán, inglés, francés y euskera), afronta el reto de dirigir el nuevo hotel de la cadena navarra Iruña Palace, que se inaugurará el 28 de octubre, dieciséis meses después del inicio de su construcción.
EL HOTEL
El establecimiento, de cuatro estrellas al igual que el de Pamplona, contará con 59 habitaciones dobles, trece superiores y ocho suites, una de ellas con jardín privado. Está situado en el barrio de Miramón, próximo al parque tecnológico y contiguo a la zona de hospitales, y tiene piscina exterior.
La familia Cazón, propietaria de la cadena y de varios apartamentos vacacionales en la capital navarra y en Burgos, confió el diseño del nuevo hotel al estudio Arquiumas. El edificio ocupa una superficie útil de 4.710 m2 en forma de ‘L’ y tiene tres plantas en su fachada principal, más otra adicional bajo rasante en la cara suroeste que aprovecha la pendiente de la parcela y tiene vistas a Txoritokieta, Jaizkibel y Peñas de Aia. Ahí se ubica el restaurante del hotel con acceso directo desde la calle.
Además, la decoración lleva la firma del estudio barcelonés Lázaro Rosa-Violán, que diseñó los muebles y complementos a medida con un estilo inspirado en el mar y en las casas señoriales de la región.