Como una ola, las personas mantenemos fugazmente una forma estable en el espacio-tiempo, y nos atraviesa un flujo de energía. Mientras estamos vivos, somos también un río de materia, información y consciencia.
Tenemos suficiente información sobre nuestro impacto negativo en la salud del planeta y sabemos como remediarlo. En el reciente Congreso Internacional de la Transición Energética (CITE), el profesor de la Universidad de Stanford Mark Jacobson nos recordó que es posible vivir con la energía del viento, el sol y el agua, Y el Consejero de Desarrollo Económico, Mikel Irujo, confirmó que el 79 % de la energía utilizada en Navarra sigue siendo de origen fósil. Aunque fuimos pioneros, estamos lejos de ser líderes en energías renovables.
El Gobierno de Navarra aprobó en septiembre la Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética, que ahora se está tramitando en el Parlamento de Navarra. Esta propone que el 25 % del consumo energético sea renovable en 2030, el 50 % en 2035 y el 100 % en 2040. Como aspiramos a ser líderes en sostenibilidad ambiental, social y económica, ojalá consigamos batir esas metas muchísimo antes.
«Sería más justo para el consumidor que se limitará por ley el beneficio de cada tramo energético».
Tenemos la oportunidad de impulsar el uso de la energía sostenible promoviendo el autoconsumo y las comunidades energéticas. También es urgente, y posible, limitar los márgenes de beneficio de las energías incentivando las renovables. Independientemente de su origen, pagamos el mismo precio por cada unidad de energía consumida. Sería más justo para el consumidor que se limitará por ley el beneficio de cada tramo energético. En este sentido, ser generosos con el beneficio de las energías renovables y exigentes con el de las contaminantes garantizaría precios medios económicos, catapultando la transición ecológica.
Hace diez años se creó la Cátedra de Energías Renovables en la Universidad Publica de Navarra con nuestro ecosistema de empresas pioneras en sostenibilidad ambiental. Tenemos capital intelectual, talento, experiencia, tecnología y recursos para ser líderes en energías renovables.
El Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea es uno de los mayores consumidores públicos de energía. Sería oportuno aprovechar los fondos europeos de reconstrucción y resiliencia para impulsar la urgente transición verde, además de completar la anunciada renovación tecnológica en nuestros hospitales públicos y, sobre todo, garantizar la inversión necesaria en Atención Primaria, que es la prioridad absoluta del Departamento de Salud.
Me gustaría que el rebautizado Hospital Universitario de Navarra consiguiera el reconocimiento internacional por su excelencia asistencial que desde hace décadas tiene la Clínica Universidad de Navarra. Sería deseable que nuestro Sistema de Salud y la Universidad Pública de Navarra fueran pronto referentes europeos en sostenibilidad, utilizando sólo energías renovables.
En la orilla de la inminente catástrofe ecológica, somos conscientes de nuestra necesidad y capacidad de utilizar únicamente energías renovables. Antes de disolvernos como espuma en la realidad de la que hemos brotado, necesitamos audacia para liderar las metamorfosis que hagan posible una sociedad sostenible, próspera y justa.
Juanjo Rubio
Ingeniero biomédico y director de la Unidad de Innovación Social de Navarra
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