A través de su Acción Social y junto con la Fundación “la Caixa”, CaixaBank colabora con el Ayuntamiento de Tudela en la puesta en marcha de su nuevo Servicio para Personas Sin Hogar, que acoge a quienes carecen de recursos para afrontar la actual situación generada por la pandemia del coronavirus.
Para ello, el Consistorio ha habilitado el Albergue Juvenil como refuerzo del Centro de Atención de Personas Sin Hogar y acoger, en tanto persistan las medidas de alarma y consiguiente confinamiento, a todas aquellas personas “en situación de alta exclusión” que pernoctan en la calle, cajeros, casetas de campo, etc.
Este nuevo recurso tiene una capacidad de 22 personas y el acceso al mismo es por derivación del propio Centro de Atención de Personas Sin Hogar, que es el encargado de hacer un primer cribado y recogida de datos. La mayor parte de las personas han sido remitidas por la Policía Municipal, Foral o por los demás Cuerpos de Seguridad y otros servicios sociales de localidades cercanas.
Además, desde el pasado 3 de abril, se ha instalado una carpa en el jardín del albergue, que cuenta con ocho habitaciones y una capacidad que podría llegar, si fuera necesario, a 16 personas, lo que hace un total de 38 plazas las que se han destinado a cubrir las necesidades de personas en riesgo de exclusión.
CaixaBank ha aportado al proyecto 12.000 euros que “garantizan, además de plazas de alojamiento adecuadas y suficientes para evitar su mantenimiento en situación de calle, la existencia de espacios de aislamiento para los casos probables o confirmados; servicios de limpieza y desinfección; y servicios de ducha y aseo personal”.
COLABORACIÓN CON VILLA JAVIER
Por otra parte, la “gravísima crisis sanitaria” provocada por el Covid-19 y el estado de alarma propició que el servicio de alimentación que habitualmente presta la Fundación Tudela Comparte, a través del comedor social Villa Javier, se viera en la obligación de distribuir los alimentos en táperes y bolsas desechables, “unificando las entregas con el objetivo de minimizar los riesgos de contagio”.
La nueva situación ha generado un grave déficit presupuestario para la fundación, por lo que CaixaBank ha proporcionado una ayuda de 12.000 euros para comprar alimentos, hacer frente al aumento de unos doce usuarios diarios y adquirir envases y material de protección individual para las personas que atienden a las personas en riesgo de exclusión y situación de vulnerabilidad.
En este sentido, Isabel Moreno, directora Territorial Ebro de CaixaBank, destacó “la importancia de la solidaridad y colaboración entre las distintas entidades e instituciones para proteger a las personas en situación de vulnerabilidad”.