Cuando Javier Castañeda, histórico capitán del CA Osasuna, se sentó a firmar el primer acuerdo asegurador con la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Navarra (APMEN), se colocó en el centro. Como en el campo de fútbol. Pero cambió a Fermín de Luis y a José Luis Salcedo ‘Pepín’ por Javier Erro y Manuel Huici, presidente y secretario de la entidad respectivamente.
Han pasado treinta años de esa foto en blanco y negro que retrata el nuevo rumbo que tomó la carrera de Javier Castañeda. Una vez colgadas las botas se convirtió en asesor de seguros y, gracias a su perseverancia, comenzó una labor comercial que le llevó a rubricar su primer gran convenio con APMEN.
Alfonso Huici (APMEN): «Dentro de nuestra labor, tenemos claro que la protección de nuestros negocios es fundamental para la estabilidad de la empresa».
Hace pocos días, el que es hoy director de la correduría de seguros Castañeda & Asociados desde su fundación en 2007 se volvió a reunir en la sede de la asociación para renovar este acuerdo.
La foto, ahora en color, ha variado ligeramente. Pero no mucho. Javier sigue en el centro, pero le flanquean María y Natalia Castañeda, sus hijas, y Juan Erro y Alfonso Huici, hijos de Javier y Manuel. Las nuevas generaciones se abren paso, pero se mantiene el mismo propósito que unió a las viejas guardias: conseguir servicios de valor para las empresas siderometalúrgicas de Navarra.
Alcanzar este tipo de acuerdos es fundamental en un sector, el del metal, que tiene un importante peso en la economía de la Comunidad foral. “Uno de los objetivos de APMEN es ayudar a la gestión empresarial. Y, dentro de esa labor, tenemos claro que la protección de nuestros negocios es fundamental para la estabilidad de la empresa”, explica Alfonso Huici.
El primer acuerdo entre Castañeda y APMEN se firmó hace treinta años.
APMEN, que se fundó en 1977, aglutina a pequeñas y a medianas empresas que “trabajan fundamentalmente para la automoción, las energías renovables, la agroalimentación y la construcción”. En total superan el centenar de empresas asociadas, que emplean a 5.000 personas. Y ahora, un incombustible Javier Castañeda, a sus 66 años, continúa con esa labor de asesoramiento a buena parte de ellas. “Intento que vean que, en caso de una adversidad, existe un respaldo. Cualquier contratiempo, como hemos visto con las fatídicas inundaciones de diciembre, pueden arruinar un negocio”, afirma el director de Castañeda & Asociados.
Javier Castañeda (Castañeda & Asociados): «Intento que vean que, en caso de una adversidad, existe un respaldo».
Raro es el día que este madrileño afincado en Pamplona no coja el coche, se ponga a The Moody Blues y recorra la geografía navarra visitando a esas empresas.
Aunque ahora el camino se hace menos aburrido. Sus escuderas, María y Natalia -gerente y comercial de la correduría respectivamente-, lo acompañan en esa labor de asesoramiento. También ha cambiado la forma de enfrentarse a los siniestros. Durante estas últimas décadas, la digitalización ha agilizado el proceso de gestión. Aunque la vieja escuela, como es el caso de Javier, echa en falta “poder sentarte con el tramitador correspondiente y dejar solucionado el siniestro en el momento”.
La correduría de seguros, que se encuentra a escasos doscientos metros de la Ciudad Deportiva de Tajonar, se especializó en el ramo empresarial. “Es un nicho de mercado que trabajamos desde que Castañeda & Asociados echó a andar. Vimos que algunos seguros no se ajustaban a las necesidades reales de los negocios, que había pólizas sin actualizar…”, relata la mayor de las hermanas, María.
“Ofrecían productos novedosos respecto a los que existían en el mercado”, interrumpe Huici. “Javier fue pionero en ver la necesidad de buscar servicios específicos que cubrieran las contingencias de las empresas frente a coberturas tradicionales que, en muchas ocasiones, generaban problemas en caso de siniestro”.
Las palabras, en boca de los representantes de APMEN, cobran un matiz hiperbólico cuando se trata de describir al mítico defensa central: “Valoramos su emprendimiento, la calidad humana y las ganas ingentes de trabajar”.
LOS RETOS DEL FUTURO
Juan Erro y Alfonso Huici desgranan algunos de los retos a los que se enfrentan las empresas a las que representan. Por ejemplo, los “cambios en la cadena de valor del sector de la automoción” -con una transición hacia el coche eléctrico y la movilidad sostenible-, la “robotización” de las plantas productivas o la “descarbonización” de las industrias. Cambios a los que el sector asegurador tendrá que hacer frente. “El mundo ha cambiado vertiginosamente en los últimos años y la pandemia ha acelerado la digitalización… La Agenda 2030, con los objetivos de desarrollo sostenible, está marcando el calendario de las empresas. Y, en consecuencia, el sector asegurador tiene que dar respuesta a esta nueva realidad”, relata Natalia.
La normativa, cada vez más exigente, “nos hace estar continuamente estudiando y reciclándonos”, continúa Natalia, la menor de las hermanas. “Pero esa es nuestra oferta de valor”, subraya. Así que Javier, María y Natalia, un día tras otro, volverán a hacer lo que mejor saben. Arrancarán el coche y pondrán rumbo hacia esas empresas asociadas a APMEN para ayudar, tanto a empresarios como a trabajadores, en sus necesidades aseguradoras.
El deseo de todos ellos es que ese convenio continúe en el tiempo. Quizás dentro de treinta años la foto tampoco haya variado tanto y quienes se sienten a la mesa sean los nietos de los Castañeda, los Erro y los Huici.
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