Debido a las dificultades que están padeciendo las empresas por el coronavirus, responsables de la CEN y Cámara Navarra solicitaron este jueves una modificación en los plazos de autoliquidación para varios impuestos. En concreto, para el de impuesto sobre sociedades y para el de la renta de no residentes, correspondiente a establecimientos permanentes para el ejercicio 2019 y que habría que abonar a finales del próximo mes de julio.
«Podría darse el caso de que una empresa tuviera que presentar una autoliquidación sin que las cuentas de este ejercicio estuvieran aprobadas», alertaron desde CEN y Cámara Navarra.
A través de un comunicado de prensa, ambas entidades basaron su petición en el artículo 40 del Real Decreto-Ley 8/2020, que permite hacer compatibles los plazos fiscales y mercantiles. Igualmente, advirtieron de que la campaña del impuesto sobre sociedades «puede resultar incompatible en los casos de entidades que no puedan cumplir con los plazos ordinarios de formulación y aprobación de sus cuentas anuales«.
En ese sentido podría darse incluso el caso de que una empresa tuviera que presentar una autoliquidación del impuesto del ejercicio 2019 «sin que las cuentas de este ejercicio estuvieran aprobadas», subrayaron. Para estos casos, CEN y Cámara Navarra demandaron que se considere la opción de poner un nuevo límite «no más allá del 26 de octubre de 2020».
PETICIÓN AL GOBIERNO DE NAVARRA
Asimismo, solicitaron que se recoja la posibilidad, para aquellos grupos empresariales que realicen el ingreso de la deuda tributaria en el plazo ordinario, de que las autoliquidaciones individuales de sus sociedades se puedan presentar de forma extraordinaria hasta el 30 de septiembre de 2020. En opinión de CEN y Cámara Navarra, sus peticiones «contribuirán a la compatibilidad lógica de la legislación mercantil y fiscal» y, además, facilitarán «el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias».
En todo caso, ambas medidas forman parte del documento ‘Propuestas necesarias de medidas de índole fiscal’ que dichas organizaciones trasladaron al Gobierno de Navarra con motivo del origen de la actual crisis sanitaria. Un documento que también incluyó otras acciones destinadas a garantizar la liquidez del tejido productivo navarro en forma de créditos, avales y otras moratorias o aplazamientos de impuestos y cotizaciones.
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