“Hay un choque cultural”, apunta a este medio Mónica Yu, secretaria de la Asociación Chinos de Navarra. La comunidad del país asiático afincada en nuestra región sigue muy atenta toda la actualidad generada por la pandemia del coronavirus, así como las medidas sanitarias que las autoridades están adoptando. Y sus integrantes creen que falta contundencia para frenar la propagación del virus.
Quizás, de fondo, subyace el hecho de que la población china tiene muy integrada culturalmente la cuarentena voluntaria. Por eso, comenta Yu, muchos comerciantes de nuestra región ya están comenzando a cerrar sus locales o se están planteando hacerlo a corto plazo como medida preventiva, al igual que está sucediendo en otras zonas de España.
Desde el pasado miércoles, cuando el número de contagiados en Navarra aumentó a 61, numerosos propietarios de tiendas y restaurantes llamaron a la asociación para informarse: “Desde la asociación no hacemos ningún llamamiento para que cierren sus negocios. Es una decisión muy personal y voluntaria. Nosotros no tenemos autoridad para obligar a nadie a que cierre sus locales”, sostiene.
Algunos establecimientos, especialmente en los barrios de San Juan, la Rochapea y San Jorge, cuelgan carteles de “cierre por reforma” o “cerrado por vacaciones”. Es una forma sutil de no alarmar a la población, añade Yu. Aunque también hay quienes anuncian por escrito que bajarán la persiana temporalmente dentro de unos días “por precaución”.
“LA COMUNIDAD ESTÁ CONCIENCIADA”
En este sentido, precisa la secretaria de la asociación, la comunidad china considera insuficientes las acciones emprendidas por las autoridades: “Los ciudadanos chinos ven que el coronavirus no es un simple catarro. Es verdad que la mortalidad es baja, pero el contagio es alto, lo que puede llegar a provocar un colapso sanitario. La mayoría de ellos trabajan en hostelería, un sector de alto riesgo, y están empezando a cerrar sus negocios como medida preventiva. La comunidad china está concienciada”.
Desde la asociación no entienden que en España, si una persona llega de una zona de riesgo y no presenta síntomas, continúe con su vida normal. “Esa persona es una potencial exportadora de la enfermedad. Las medidas se están tomando muy tarde”, subraya.