jueves, 28 marzo 2024

Desde El Burladero todo sabe mejor

Mezcla de ideario taurino y diseños de vanguardia, de tradición y modernidad. Fusión perfecta entre el peso de la costumbre, la buena cocina y el aplomo de la estética. Aunque suene paradójico, así puede definirse a El Burladero. El restaurante "de cocina navarra, en el centro de Pamplona", que mejor ejemplifica esa bella simbiosis que marca el devenir de la gastronomía. "Nuestro negocio siempre se ha caracterizado por el trato familiar que tratamos de imprimir", detalla Juan Luis Contín Otegui. Razón no le falta a quien desde hace veinte años gestiona, junto a sus hermanos Alberto y Montse, uno de los locales con más solera de la ciudad.


26 septiembre, 2020 - 05:45

Los hermanos Juan Luis y Alberto Contín Otegui gestionan desde hace 20 años El Burladero. (Fotos: Ana Osés)

Mezcla de tradición y modernidad. De ideario taurino y diseños de vanguardia. Aunque suene paradójico, así puede definirse a El Burladero. El restaurante “de cocina navarra, en el centro de Pamplona” -como bien reza su lema- que mejor ejemplifica esa bella simbiosis que, desde hace décadas, marca el devenir de la gastronomía. La fusión perfecta entre el peso de la costumbre, la buena cocina, y el aplomo de la estética. Esas que, bien combinadas, han elevado hasta el clímax más apetitoso a varios de sus platos estrellas: las pochas, verduras o el rabo de toro estofado al vino tinto.

Basta con cotejar las redes sociales para cerciorarse de su fama. También de las especialidades ibéricas que tanto triunfan a ambos lados de la barra. Mucho más en el espacio de mesas presidido por treinta de los mejores hierros ganaderos del país que tantas veces han sido testigos de exquisitas carnes y pescados a la brasa.

Los hermanos Juan Luis y Alberto Contín Otegui, en el interior de El Burladero.

Pero El Burladero, sin duda, es mucho más que sus tres principales espacios: barra, comedor y terraza, barnizados al 50 %, todo sea dicho, entre la belleza del folclore taurino y un mobiliario confortable, diáfano y acogedor. Estrenado hace tan solo dos años, tras su última reforma, que transformó definitivamente el tradicional local, con aires de mesón, en restaurante. “Nuestro negocio siempre se ha caracterizado por el trato familiar que tratamos de imprimir”, detalla Juan Luis Contín Otegui, y razón no le falta a quien desde hace veinte años gestiona, junto a sus hermanos Alberto y Montse, uno de los locales con más solera de la ciudad, ubicado en la calle Emilio Arrieta, 9, frente a la Plaza de Toros.

Lo afirma bajo un majestuoso y precioso cuadro firmado por el artista navarro David Anocíbar, que dibuja “a la manada tumbada, esperando en los corrales de Santo Domingo”; y que ejerce como símil de la complicada situación vivida por la hostelería tras el estallido de la pandemia del coronavirus. “Durante enero y febrero, estábamos trabajando a tope, Sin descanso, con reservas de quince días de antelación”, concreta Juan Luis, tras afirmar que “en cuanto se pudo, desde el 25 de mayo, retomamos la actividad.

Mezcla de ideario taurino y diseños de vanguardia.

Y lo hicieron recuperando del ERTE a todos sus trabajadores. Sin excepción. Las catorce personas que conforman en la actualidad un equipo que oferta a sus comensales, a diario, pinchos y degustaciones en barra, además de carta, menú del día y menú de noches. De lunes a domingo (excepto las noches del último día de la semana), desde las 10.00 horas y hasta el momento de cierre (marcado a las 00.00 en estos momentos por las autoridades sanitarias). Y es que, “las restricciones en la hostelería no afectan por igual a todos”, valora Juan Luis: “Dentro de la situación, nosotros somos afortunados, pues disponemos de tres espacios (comedor, barra y terraza). Me hago una idea del sufrimiento que tienen en estos momentos los locales principalmente de barra que solo cuentan con un par de mesas”.

De hecho, el próximo 10 de octubre, en tan solo dos semanas, El Burladero cumplirá su vigésimo cumpleaños. Fecha para la que estaba prevista una gran fiesta que también tendrá que esperar. Guardando con deseo repetir, cuando se pueda, un sarao tan grande como el que protagonizaron en su comedor, a puerta cerrada, El Gran Wyoming, Santiago Segura, Carlos Faemino y Pablo Carbonell hace casi diez años. Porque desde El Burladero, con su magia, todo sabe mejor.


FICHA SIBARITAS

 

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