Es, probablemente, uno de los mejores sushis del mercado, pero el concepto gastronómico de Sibuya va mucho más allá. En ética y en estética. En sabor y en confortabilidad. También en Pamplona, donde esta marca perteneciente al afamado grupo leonés de restauración Grupo Sibuya SL acaba de aterrizar de la mano de los hermanos José Ramón y Miguel Larráyoz, y Adriana Abascal. Y lo ha hecho esta misma semana. Desde este jueves, 10 de septiembre. En el corazón de nuestra milenaria ciudad: en la calle García Castañón número 1. La misma que ya sushispira por este nuevo concepto de sushi, mucho más atrevido, divertido y original. Y en un precioso ambiente peaceful place idóneo para el mejor sabor y el desconecte del vaivén habitual.
Porque Sibuya, además de encarnar el mejor peso de la tradición culinaria asiática, da un paso más con toques distintos a un japonés tradicional. Su creciente éxito, presente ya en casi una veintena de ciudades de todo el país (como Madrid, Burgos o Logroño), se basa en su apuesta por recetas innovadoras, donde no solo el perfecto sabor es lo importante. Su acogedor ambiente, sin duda, también marca las directrices de la casa. “El restaurante cuenta con una decoración tranquila y relajada, creando una atmósfera zen en la que dejar atrás problemas y preocupaciones. Queremos que quien se acerque al local deguste una experiencia gastronómica completa. Con un producto de calidad máxima, nuestro sushi disruptivo, y una decoración moderna y vanguardista que acomode dicha vivencia”, detalla José Ramón Larráyoz.
Basta con adentrarse en el nuevo local, que ya da trabajo a 13 personas entre cocina y sala, para cerciorarse de tan original concepto, en comida e interiorismo. Aunque, todo sea dicho, Sibuya también apuesta con fuerza por el delivery y el take away, “por si a tu lado zen no le apetece salir de casa o tu hogar es tu santuario” (se puede consultar la carta adaptada en su página web: sibuyaurbansushibar.com).
Sibuya, sin duda, supone innovación, pero también probar cosas nuevas incluso para Japón. ¿Atún? ¿salmón? ¿pollo? ¿langostino?… Por supuesto, pero con la fresca presencia de muchos más ingredientes. Todos ellos de “primeras calidades”. Incluso a modo de recomendación, Adriana Abascal no puede evitar ensalzar los “increíbles Flamed Rolls”. “Se trata de un exquisito sushi flambeado en frente del cliente que es espectacular, para la vista y paladar. Con una puesta en escena 100 % Sibuya”, especifica una de las socias del restaurante. Experiencia que Miguel Larráyoz complementa “con los Gunkan“, una de las muchas formas que han hallado en Japón de combinar arroz sazonado, alga nori y pescado, y la “buenísima ubicación del local”. “Encontrar este local en el centro de Pamplona supuso, sin duda, todo un revulsivo para acelerar la puesta en marcha del negocio”, concluye Larráyoz.
Porque como a muchos hosteleros de Pamplona, la crisis del Covid-19 estalló para ellos en el peor momento: justo cuando iban a arrancar las obras de adecuación del local al nuevo restaurante. Un stop pandémico que no limitó para nada las ganas emprendedoras de esta tresena, que ya regenta el restaurante Lamudita Burger Studio. Por su trabajo y tesón Sibuya ya es en Pamplona una realidad que sushispira los siete días de la semana. De lunes a domingo, de 13.30 a 16 horas, y de 20.30 a 24 horas (un poquito antes entre semana).