Si hay un navarro que sienta de verdad la vocación del periodismo, ese es Javier Errea. En 2005 fundó Errea Comunicación, un estudio especializado en diseño de información, consultoría periodística y comunicación. Él es un verdadero creyente y explica que lo que el periodismo necesita ahora mismo son “llaneros solitarios que resuelvan con coraje, cueste lo que cueste, no buenas palabras”.
Acaba de cerrar su blog ‘Erreadas’, en el que ha estado escribiendo desde octubre de 2010, convirtiéndose cada vez más en un portal para sus ideas y opiniones. En 2016, publicó ‘El diario o la vida. Una defensa a tiros del periodismo y de los periódicos’, donde recopiló algunas de estas entradas. Ahora, lo continúa en un segundo volumen que sirve a su vez de despedida a tantos años ‘bloggeando’. A pesar de su disfrute durante este tiempo, tiene claro que este es el fin de una etapa: «Dije lo que creía que tenía que decir durante cinco años. Ahora llega el tiempo de construir«.
Como se muestra en su libro, sobre los periódicos y el periodismo puede hablar largo y tendido. En oposición a aquellos pesimistas que hablan del fin de la prensa en papel como si hubiera llegado el apocalipsis, para él los periódicos no están muertos, sino que siguen siendo instrumentos «para ayudar a construir sociedades democráticas adultas». «Un periódico puede levantar ampollas, claro, y debe hacerlo, porque un periódico acomodado o adormecido es veneno«, continúa.
Prosigue su lección magistral explicando que el ingrediente que más necesitan en este momento es el periodismo: «Del bueno. Del que escuece. Del que informa. Del que da contexto». Para la redacción declara que hace falta estar integrado en una organización periodística, formar parte de una marca. «Un periodista por sí mismo no es una marca», señala. «Yo creo en el valor de las marcas, en las escuelas periodísticas, en el prestigio construido durante años por generaciones de profesionales que van dejando un poso» y este, declara, «es el que hace falta y el único que sobrevivirá».
Con su opinión clara y escrita, Errera termina dejándonos con los dientes largos ante un proyecto en el que le gustaría trabajar: «El lanzamiento de mi propio periódico». Mientras esperamos a que se lance a ello, disfrutaremos de sus palabras en ‘El diario o la vida. Una defensa a tiros del periodismo y de los periódicos’.