Con el estallido del calor, llegó también la incertidumbre de elegir destino para vacaciones y descubrimos que este verano no va a ser de fiesta constante y bullicio. Está siendo mucho más relajado, más solitario y nos ofrece la oportunidad de disfrutar de nuestro país al máximo. Recuerden, tras casi 100 días de confinamiento debido a la pandemia del coronavirus, se requiere una apertura al mundo de forma gradual, nunca brusca. Y parece que las masificaciones, salvo en lugares puntuales de la costa mediterránea, no van a ser como en años anteriores, porque no vamos a recibir tanto turista extranjero. No obstante, seguirá habiendo puntos “calientes” donde se concentrará el grueso del turismo, tanto extranjero como nacional.
TURISMO RURAL: EL REY
Para empezar, la mayoría de los españoles se está decantando por vacaciones en territorio nacional. Es importante no alejarse demasiado de nuestro sistema sanitario, y parece que estamos concienciados en contribuir a la recuperación de los negocios en torno al turismo nacional.
Unos días de campo en destinos rurales es una de las opciones más buscadas. Cualquier camping o casa rural de la costa norte, quizás en Asturias, donde no estaría mal volver a caminar (o conocer por primera vez) los lagos de Covadonga, escalar los Picos de Europa o darse un baño en la escondida “playa” de Gulpiyuri. Y cómo no, una gran opción es perderse por parajes verdes y frondosos como los que nos ofrece, además de Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco o Navarra.
Las limitaciones de aforos y las adaptaciones que han implementado los distintos alojamientos turísticos, en cuanto a medidas higiénicas y sanitarias, han llevado a muchas personas a decantarse por el turismo de autocaravana. Afortunados quienes la poseen, pero también está la posibilidad de alquilarlas. Eso sí, dense prisa, porque están siendo muy demandadas este verano. No obstante, esta es una opción que requiere un compromiso añadido por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, no lo olviden.
Otra opción nos la ofrece la red de pueblos más bonitos de España, que agrupa a 94 y está preparada para recibir turistas. Desde la propia red, se insiste en la necesidad de estar, más que nunca, con el comercio local y de proximidad de nuestros pueblos, y anima a los visitantes a consumir y a comprar ahí: “Esperamos un turismo nacional y de proximidad este verano y estaremos encantados de recibir a estas personas que están deseando volver a disfrutar de nuestros privilegiados entornos”, asegura el presidente de la asociación, Francisco Mestre, quien también pide responsabilidad: “Solo les pedimos que sean conscientes y responsables con las medidas de seguridad y sanitarias, así como con el respeto con nuestro medio ambiente”.
Finalmente, nuestras privilegiadas islas, tanto Canarias como Baleares, están preparadas y abiertas para recibirnos. Cuentan con maravillosas calas escondidas y, para descubrirlas, solo hay que preparar el viaje, alquilar un vehículo y buscarlas. La islas invitan a ir de cala en cala, disfrutar de largos baños en el mar y relajarse sobre la arena. Por ejemplo, Menorca cuenta con más de 210 kilómetros de costa, 75 playas con 24 que están consideradas vírgenes y las aguas más cristalinas y turquesas de todo el Mediterráneo.
Si a pesar de las circunstancias pandémicas, la soledad no es su estilo, recuerde que España posee también playas kilométricas casi en cada rincón de su geografía: la Ensenada de Bolonia en Tarifa, Cádiz; Ensenada de los Genoveses en Níjar, Almería; Rodas en las Islas Cíes, Vigo; Ses Illetes en Formentera, Baleares; Maspalomas en Gran Canaria; Cofete en Fuerteventura… y así hasta encontrar la más adecuada a nuestras necesidades.
DESTINOS EXTRANJEROS, PARA LOS MÁS VALIENTES
Si no está convencido de todas las posibilidades turísticas que ofrece España o realmente quiere salir de nuestras fronteras, de momento once países europeos abren sus puertas al turismo sin restricciones, cinco vetan por precaución la visita de españoles y el resto pide cuarentenas de 14 días o presentar al llegar a los controles fronterizos una prueba PCR que confirme que no están contagiados con el virus.
De los que nos reciben sin restricciones, Francia, por cercanía, siempre es una buena opción. Ya no pide a los españoles que llegan a su territorio por avión una cuarentena, aunque las mascarillas son obligatorias en el transporte público, en algunas tiendas, en taxis y en restaurantes. La distancia social es de un metro.
En Italia también acogen a los españoles sin cuarentena y es obligatorio usar mascarilla en espacios cerrados, en transporte y en cualquier circunstancia en la que no sea posible garantizar la distancia de seguridad de 2 metros. En museos y otros espacios culturales, el distanciamiento es de un metro. Portugal ya está desde el 1 de julio abierto al turismo español, aunque todavía se pueden esperar restricciones en hoteles y campings. El transporte público funciona regularmente, pero se pide evitar las horas pico. Hay que llevar mascarilla obligatoria, también en tiendas, con multas de hasta 350 euros, y la distancia mínima es de dos metros.
Alemania ha levantado todas las restricciones de entrada a los países de la Unión Europea y no hay requisitos de cuarentena para los viajeros de la Unión Europea, el área Schengen y Gran Bretaña. Sin embargo, el Gobierno no descarta cambiar su opinión al respecto si la tasa de infección aumenta. En el país germano también se exige el uso de mascarilla en los lugares públicos, trenes, autobuses y aviones; así como una distancia mínima de 1,5 metros. En la misma línea se encuentra Grecia, donde ya los españoles no tienen que realizarse un examen a su llegada, porque los helenos han hecho una apuesta firme por intentar salvar la temporada turística con la reapertura de todos los aeropuertos y la ampliación de países a los que se les permite la entrada, como es el caso de España.