Manuel Murie es jefe de Neurología en la Clínica San Miguel. Y, en las últimas semanas, su nombre ha dado la vuelta a España tras el lanzamiento de ‘Pensando en fútbol, de los pies a la cabeza’, un libro solidario que presentó recientemente en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas junto al seleccionador español, Luis Enrique Martínez; el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales; y el entrenador y exfutbolista Juan Carlos Unzué, que intervino de forma telemática.
La recaudación irá destinada a investigar la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que precisamente sufre el exguardameta navarro. De la mano de su autor, Capital Sport analiza algunas de las etapas y dificultades más críticas y comunes que suelen presentarse en la vida de un jugador y cómo debe afrontarlas.
1. LOS ESTUDIOS
El libro de Murie está enfocado, sobre todo, a cadetes y juveniles. Edades tempranas en las que a menudo se presenta la gran disyuntiva entre estudios y deporte: “Todas las personas con las que he hablado resaltan que, a esas edades, nadie sabe quién va a salir profesional del fútbol. Lo que tienen que hacer es utilizar el fútbol como un espacio de diversión, pero evidentemente hay que priorizar la formación. De hecho, es algo que todos recalcan. Un ejemplo es Rodri, jugador del Manchester City, que está haciendo la carrera. Cuando contacté con él para entrevistarle, incluso fue complicado porque estaba estudiando o tenía exámenes. Hay un desarrollo físico y cognitivo en los primeros años. Y es importante que a quien le vayan bien los estudios, haga deporte y al revés”, comenta.
2. LA FAMILIA
La importancia de la familia en los primeros pasos futbolísticos se antoja crucial: “Hay un capítulo en el libro, en el que José Antonio Martín, ‘Petón’, que ha sido representante de jugadores en la agencia Bahía Internacional, dice que ‘la familia es un arma de doble filo: es importantísima para la formación de un futbolista, pero como la familia esté mal enfocada es peligrosísima’. Te encuentras chavales de 10 o 12 años, cuyas familias creen que su hijo es Messi. Y eso es un peligro. Luego hay chavales que son los mejores de sus equipos, pero que las familias están muy centradas y solo quieren que su hijo se divierta y, aunque sea muy bueno, no lanzan las campanas al vuelo”.
3. LA FRUSTRACIÓN
“La frustración depende mucho de tu objetivo”, destaca. Y una buena manera de evitarla es saber que hay aspectos del fútbol que no dependen solo del jugador. “Si tu meta es llegar a Primera División y no lo consigues, probablemente te vas a frustrar. Si por el contrario es disfrutar del fútbol y llegar al máximo que puedas, con tus cualidades, lo vas a llevar mejor. Juan Mata, jugador del Manchester United, me decía ‘tienes que enfocarte exclusivamente en lo que dependa de ti porque hay otros factores que no dependen de ti’. Si tú lo haces muy bien, pero el entrenador no te pone a jugar porque prefiere a otro jugador, no puedes hacer más que tratar de entrenar bien y tratar de convencerlo”, relata.
En este punto, las lesiones también pueden ser un factor importante para caer en el desánimo. Por eso, es muy importante valorar siempre lo conseguido hasta el momento: “Si estás en el primer equipo, tienes que estar contento. Y si estás en el segundo, también debes estar feliz de estar en el segundo y no pensar que no estás en el primero. También hay que saber que de las derrotas es de donde más vas a aprender. Eso es muy importante, como saber que no hay hueco para todos en el once inicial”.
4. LA COMPETITIVIDAD
Otra de las claves pasa por aparcar los intereses personales en favor de los colectivos. “Lo primero que hay que enseñar al jugador es que lo importante es el equipo, y eso resulta muy complicado. El jugador debe ver que es una parte relevante del colectivo, aunque no juegue desde el inicio o juegue menos”, señala. Ahí resulta fundamental que el futbolista tome conciencia del papel que desempeña en la plantilla: “Dentro de un equipo hay diferentes roles. Está el jugador revulsivo, el que hace piña, el que siempre te da un siete en cada partido. Saber identificar tu rol y que ese papel es muy importante dentro del equipo te va a hacer evitar la competitividad. El jugador tiene que meterse en la cabeza que el fútbol no es solo el día del partido, sino también los tres días de entrenamiento de la semana. Si consigues inculcarlo en edades tempranas, eso ya lo tienen ganado para un futuro”.
5. LA FAMA
“Es muy difícil de gestionar, sobre todo cuando las cosas van mal. A nuestro cerebro le encanta la recompensa y, cuando no la hay y encima nos dan un palo, pues no le gusta tanto. Hablando con Raúl García, jugador del Athletic Club, me decía que el solo quería ser lo más normal posible y tratar de pasar desapercibido. Pero es muy complicado porque, cuando te acercas un poco a ese mundo, ves que hay una gran cantidad de ruido alrededor y muchos intereses. Además, son muy jóvenes y afrontar eso es complicado. Raúl García me contó que su familia le había enseñado a conseguir las cosas con esfuerzo. Así que, seguramente, en los malos momentos estará más preparado”.
6. EL DINERO
Aunque prácticamente nadie alcanzará los sueldos de Leo Messi (8,3 millones de euros brutos al mes) o Cristiano Ronaldo (4,5 millones), los salarios en el mundo del fútbol son lo suficientemente altos como para que puedan surgir problemas si no gestionan correctamente. Hay infinidad de casos de jugadores que, como Ronaldinho, se han arruinado tras haber gozado de grandes fortunas. “Son personas que reconocen cómo, cuando eran jóvenes, llegaron a ganar mucho dinero. Lo admiten abiertamente, como también admiten que no tienen la capacidad suficiente para gestionar el tema económico. Ahí es muy importante la figura del asesor y de las personas que los rodean. Normalmente los futbolistas deciden en qué invertir, pero muchos se dejan asesorar por su núcleo de confianza. Por eso es tan importante el papel que desempeñan las personas más cercanas al deportista”, detalla.
7. DAR EJEMPLO
Para hablar de este tema, Murie explica cómo el paso natural de los jugadores por las categorías inferiores es básico para interiorizar lo que supone dar ejemplo. “En el libro, el jugador de la Real Sociedad Mikel Oyarzabal detalla como él se fijaba en los jugadores que había en el primer equipo cuando era pequeño y cómo, ahora, es consciente de que los más jóvenes se fijan en él”. Según el neurólogo de la Clínica San Miguel, “el ejemplo a nivel educativo es algo esencial”, de ahí que recuerde las palabras del que fuese seleccionador español Vicente del Bosque: “El respeto, principalmente, lo consigues con el ejemplo”. Para Murie, “es muy importante no decir una cosa hoy y mañana otra”. De esta manera, “los futbolistas profesionales tratan de responder a esa responsabilidad que tienen”.
8. LA MENTALIDAD
“Todos los futbolistas que llegan arriban tienen una mentalidad muy fuerte. Muchos me decían que habían conocido a jugadores mejores que ellos, pero que su falta de mentalidad o no saber llevar la presión les hacía menos futbolistas. ‘Kibu’ Vicuña, entrenador del Kerala Blasters indio, me llegó a afirmar que ‘hay jugadores de entrenamiento y jugadores de partido’. A un futbolista profesional no le vas a enseñar cómo se hace un control orientado, pero la autoconfianza, la responsabilidad y la mentalidad se puede trabajar mucho. A veces necesitan un cambio de rol, de equipo o de entrenador. Lo peor que se puede hacer es etiquetar a un jugador diciendo ‘este es blando’ porque el propio jugador se lo acaba creyendo”.
9. LA RETIRADA
Es, sin duda, uno de los momentos más difíciles de afrontar, sostiene Murie: “Ricardo López, que fue portero de Osasuna, me comentó que ‘uno es futbolista hasta que quiere y no es necesario que uno sea profesional para sentirse futbolista’. Es decir, una cosa es saber que eres futbolista y otra cosa dónde lo seas: en Boscos, como delegado de un equipo… En el libro explico cómo muchos futbolistas donde más miedo sienten es en esa fase de estar a punto de retirarse porque sienten cierto temor a lo desconocido. Por eso, es importante que exista una planificación. Es una fase complicada, como para el resto de las personas la jubilación. La diferencia es que a los jugadores les llega mucho antes”.
10. LA FELICIDAD
En este punto, Murie parte de una premisa sencilla: el futbolista busca la felicidad igual que cualquier otra persona. Pero existen algunos matices y condicionantes, que debe interiorizar para comprender la propia condición humana y gestionar mejor sus emociones en una profesión tan marcada por la urgencia de obtener resultados a corto plazo.
“La felicidad es una disposición cerebral y no una condición de las circunstancias. Por eso, en situaciones similares unas personas son felices y otras no. Si entendiéramos la felicidad como el producto de áreas cerebrales, podríamos asumir que nosotros, con nuestro comportamiento, podemos potenciarla. Acciones como una situación agradable, disfrutar de momentos con seres queridos, aceptar la situación que nos está tocando vivir… Todo eso va a fomentar que ciertos neurotransmisores, a nivel cerebral, activen áreas implicadas en la felicidad si somos capaces de identificar eso como positivo. Pero si no lo hacemos así, entrenaremos a nuestro cerebro a ser felices cuando conseguimos objetivos y no siempre los vamos a lograr. Tenemos que enseñar a nuestro cerebro a ser felices en el proceso de consecución de los objetivos, independientemente de los resultados”, sentencia.
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