«El semen de vacuno que importamos llega a Pamplona en unos termos preparados con nitrógeno líquido a una temperatura de menos 196 grados. Recuerdan a las bombonas de butano, pero cuatro veces más grandes, y llevan unas cámaras aislantes para mantener la temperatura. En ellas, se pueden trasladar desde un litro hasta 50 litros de nitrógeno con hasta 15.000 dosis», explica a Navarra Capital Juan Zandio, cofundador de la firma Distrigen.
La empresa, liderada por Juan y su hermano Mikel, es pionera en dedicarse a este sector en la capital navarra. Aunque, en el conjunto de la región, existe otra firma que realiza la misma actividad. Fue fundada en 2013 y es distribuidora oficial de la multinacional norteamericana ST Genetics para España.
«Cuando la vaca se insemina por primera vez, prácticamente se queda preñada con una dosis. Sin embargo, a la que lleva seis u ocho partos le cuesta más»
Sobre todo, la compañía trabaja con la raza Holstein. Y la mayoría de las muestras que traen para cruzar a estos animales provienen de Estados Unidos: «Son vacas frisonas originariamente de Holanda, las blancas y negras empleadas para producción de lácteos. Pero en Norteamérica se mejoró la estirpe». Ahora bien, Distrigen también importa semen de otros países como Italia, Francia, Inglaterra, Irlanda y Holanda, que igualmente distribuye por toda España.
Las muestras que recibe la empresa de Juan Zandio, licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza, llegan a Madrid y a Fráncfort. «Una vez en destino, se inspecciona la documentación de cada bombona para cerciorar que la información coincide con los datos preparados en el punto de partida. En ella, por ejemplo, se específica el nombre del toro, la fecha del eyaculado, su registro, el pedigrí, multitud de requisitos sanitarios….», desgrana.
Zandio siempre tuvo predilección por la genética. De hecho, su primera experiencia laboral, en los 90, fue dentro del servicio de producción del antiguo ITG, actualmente INTIA. «Hacíamos trasplantes de embriones en vacuno y empecé a empaparme sobre las diferentes líneas genéticas. Todos los toros con los que trabajábamos eran de origen americano. Es más, la mayoría de los ganaderos punteros que hay en España utilizan semen de este país», constata.
CATÁLOGOS DE TOROS PARA LOS GANADEROS
Los clientes de Distrigen pueden acceder a un ranking, que desglosa los diferentes toros empleados para la inseminación: «Es como Los 40, pero con sementales en lugar de canciones. El toro que más fuerte, que más leche puede ayudar a generar y con mayor índice de proteína, entre otros valores, es el número uno y tiene el precio más elevado. La muestra de semen que se extrae de ese ejemplar se conoce como ‘pajuela'».
Gracias a la tecnología del sexado, se puede saber que el embrión va a ser hembra con una probabilidad superior al 92 %.
Los bovinos de la empresa estadounidense con la que opera la compañía navarra lideran la lista. «Tiene cerca de ochenta y siete de los cien primeros toros del catálogo, por lo que cuenta con una cuota de mercado importante», ensalza Zandio.
«Hay un ‘ranking’ con los diferentes toros de los que se sacan muestras. Es como si fuesen Los 40, pero con sementales en vez de canciones»
Tres veces al año, el ranking se actualiza e incluye nuevos ejemplares. «Ahora mismo, la genética está muy avanzada. Se cogen muestras de los animales y se mandan a un laboratorio. Esto permite conocer con exactitud el poder de transmisión genética que tiene cada toro», especifica.
Según la muestra seleccionada, los ganaderos pueden mejorar la producción de sus vacas. «Por ejemplo, si están dando una media de 10.000 litros de leche por vaca al año, el cruce puede hacer que dicha cantidad aumente. Las hijas de ese toro darán una media de mil litros más de leche al año», asegura.
Prácticamente el 98 % de las vacas de esta raza se preñan por inseminación. Son los propios ganaderos quienes lo hacen: «Cuando la vaca se insemina por primera vez a los catorce meses de edad, prácticamente se queda preñada con una dosis. Sin embargo, a la que lleva seis u ocho partos le cuesta más».
En verano, a consecuencia del calor, la fertilidad disminuye en gran medida. De ahí que las ventas se concentren más en invierno. «La media en la población Holstein es de 2,5 partos en su vida productiva aproximadamente. Hay unas vacas que tienen doce y otras ninguno, la media sale de ahí», detalla Zandio.
EVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
Entre los grandes avances dentro del mundo de la genética se encuentra el desarrollo de la tecnología del sexado. Permite inseminar a una vaca sabiendo que el embrión va a ser hembra con una certeza de más 92 %. «Si el ganadero tiene una vaca muy buena, que da mucha leche, quiere que tenga una hija para que siga su legado. Llevamos cerca de seis años en los cuales se puede garantizar que será hembra en altos porcentajes y, además, la fertilidad es muy alta».
Los clientes de Distrigen pueden seleccionar el toro del que desean comprar la muestra de semen.
Además, existe una herramienta que permite estudiar si los genotipos entre los toros seleccionados y vacas son compatibles. «Esto todavía mejora más la genética y la productividad del animal. Así podemos asegurar que no hay consanguinidad entre los animales», concreta.
Zandio prefiere no dar datos exactos de su volumen de negocio, pero resalta que ha experimentado un crecimiento notable. «Para que te hagas una idea, lo que antes era 8 ahora es 80», sostiene.
«Muchos ganaderos han tenido que dejar de pagar al banco y han ido sacrificando vacas para carne con el fin de poder pagar las facturas»
Al mismo tiempo, ha ido ampliando su red propia de distribuidores en diferentes provincias como Galicia, Cataluña, Castilla y León… Y, a su vez, estos han crecido en cuota de mercado dentro de sus zonas.
«Les enviamos las dosis en pequeños termos protegidos con carcasas y, de un día para otro, están en destino. Los representantes que en sus inicios vendían 1.000 dosis aumentaron hasta las 2.000 en el segundo ejercicio y, así, progresivamente». En Navarra, La Rioja y parte de Aragón, Distrigen lleva a cabo la venta directa del producto.
El IMPACTO DE LA CRISIS EN LA GANADERÍA
Hasta hace poco más de un año, el número de vacas Holstein que había en España rondaba las 800.000 cabezas. Pero, ante la coyuntura económica que atraviesan las explotaciones y los ganaderos, la cifra ha disminuido: «A los ganaderos les han apretado mucho: la subida del pienso, la falta de forrajes, el alza en el precio de la energía… Y eso que ya iban muy justos. Trabajan 365 días al año, y muchos han tenido que dejar de pagar al banco. Ante esta tesitura, han ido sacrificando vacas para carne para así poder pagar las facturas. Me parece que se han sacrificado cerca de 60.000 a nivel nacional, igual que ha sucedido en otros países».
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