viernes, 19 abril 2024

El COIINA reclama concreción y cronogramas para las infraestructuras pendientes

El 'Encuentro electoral 2023', organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra, reunió este jueves a representantes de UPN, PSN, EH Bildu, Geroa Bai, Contigo Navarra, Partido Popular y Ciudadanos. El debate se centró en la fiscalidad y la política industrial, el desarrollo de infraestructuras y la agilización de los trámites en la Administración.


Pamplona - 27 abril, 2023 - 21:07

El 'Encuentro electoral 2023' del COIINA logró reunir este jueves a todas las formaciones políticas de Navarra. (Foto: Víctor Ruiz)

Javier Esparza (UPN), Ainhoa Unzu (PSN), Adolfo Araiz (EH Bildu), Mikel Irujo (Geroa Bai), Miguel Garrido (Contigo Navarra), Javier García (PPN) y Carlos Pérez-Nievas (Ciudadanos) participaron este jueves en el ‘Encuentro electoral 2023’, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra (COIINA). Una cita que se extendió a lo largo de dos horas y en la que los participantes coincidieron en que, finalizada esta legislatura, la Comunidad foral debe afrontar un cambio profundo y, según algunos de los participantes, “radical”.

Una coincidencia que, sin embargo, no fue más allá puesto que todos ellos también mostraron claramente sus diferentes enfoques y ritmos de ejecución a la hora de afrontar ese proceso. No obstante, Michel Iturralde, vocal de la Junta del COIINA, se mostró sorprendido por el nivel de coincidencia mostrado por los protagonistas, de ahí que les exhortara a “trabajar juntos” y alcanzar “acuerdos para más de una legislatura”.

En ese sentido, las grandes divergencias del debate quedaron expuestas en los temas concretos para el debate propuestos desde el COIINA. Estos fueron la fiscalidad y la política industrial, el desarrollo de infraestructuras y la agilización de los trámites en la Administración. Sobre el primero de los asuntos, todos y cada uno de los representantes políticos que acudieron a la cita aseguraron tener su propio plan. Así, por ejemplo, Esparza (UPN) puso especial énfasis en ofrecer seguridad jurídica “y en dar una vuelta al modelo fiscal”. “Vamos a bajar todos los tramos de IRPF, Sucesiones y Donaciones e incentivar la llegada de empresas apoyando la I+D”, aseguró.

En una línea similar, García (PPN) prometió un aumento de la deducción a la innovación del 15 % actual al 30 %. “Igualmente proponemos reducir la imposición en Sociedades al 24 % con un índice específico solo del 20 % para pymes, y del 15 para las empresas de nueva creación”, añadió. En paralelo, Pérez-Nievas (Ciudadanos) ofreció ayudas a fondo perdido para quien tenga una idea pionera. De hecho, defendió que “hay dinero de sobra”.

Frente a estas propuestas, Araiz (EH Bildu) situó al sector público como garante de un programa de industrialización “que apueste por la diversificación en comarcas y actividades”. Algo en lo que se mostró de acuerdo Contigo Navarra a través de Garrido, para quien “la mano invisible del mercado no va a asegurar ir a donde tenemos que ir en materia industrial». «Hay que planificar y no solo reducir impuestos”, insistió.

Irujo, representante de Geroa Bai, recordó que ese “plan” de industrialización “ya existe” y, como muestra de ello, citó los 1.135 millones de euros de inversión comprometidos en los diecinueve proyectos de interés foral aprobados en esta legislatura. También el apoyo prestado por Sodena a 101 empresas, que han generado más de 5.000 empleos en estos últimos cuatro años. “Navarra está en la buena senda, que está marcada por el contexto europeo en el que nos encontramos y su apuesta por la transición ecológica y digital”, subrayó.

Michel Iturralde: «¿No se podrían recuperar la autonomía fiscal, la agilidad administrativa, el liderazgo y el buen asesoramiento que ya recogía el antiguo Plan de Reindustrialización?»

A esa misma “alineación” con Europa se refirió Unzu, del PSN, quien hizo hincapié en que “los años venideros van a ser claves para que Navarra no pierda ni un ápice de competitividad”. Ahí, en su opinión, “la Administración debe liderar ese proceso de acompañamiento”.

En este punto, y como propuesta de conciliación, Iturralde compartió con los presentes los cuatro pilares en los que se sustentó el Plan de Reindustrialización implantado por la Comunidad foral en la década de los 60. Dichas claves fueron aprovechar la autonomía fiscal, la agilidad administrativa, el liderazgo, la credibilidad y el buen asesoramiento. Así, el representante del COIINA cuestionó a los presentes si no sería posible recuperar en parte algunos de esos puntos ante los retos a los que se enfrenta el territorio. Porque el contexto actual es «mucho más complejo y globalizado que el vivido por los Huarte y Urmeneta».

TRÁMITES ADMINISTRATIVOS

Respecto a la agilización de los trámites administrativos, todos los representantes políticos consideraron que dicho proceso “debe ir más allá de lo normativo” para centrarse en aspectos como la transparencia y la digitalización e, incluso, la robotización del sector público. Ahí, Esparza fue contundente: «Hay que ir de la mano de lo que digan los colegios y tener como objetivo claro que Navarra sea la comunidad donde antes se ponga en marcha una empresa».

Irujo, por su parte, se mostró más conciliador. «Esto no va solo de un tema de agilización, sino de comprensión mutua», dijo para avanzar que de cara a la próxima legislatura contempla la aprobación de una Ley de Apoyo a Proyectos Estratégicos. «La Administración tiene una estructura muy clásica y debe dar un salto apoyada en la transversalidad y la transparencia», terció Garrido. De ahí su propuesta basada en estos tres puntos: digitalización integral de la Administración, «siguiendo el modelo de Estonia»; establecer una interlocución clara y fluida; e impulso a una reforma clara del sistema de trabajo público, con aplicación de nuevas metodologías que pongan al usuario en el centro.

El debate se centró en la fiscalidad y la política industrial, las infraestructuras y la agilización de trámites en la Administración.

El debate se centró en la fiscalidad y la política industrial, las infraestructuras y la agilización de trámites en la Administración.

En este sentido, Unzu reclamó la puesta inmediata de una oficina del dato, así como «la aplicación de un proceso robotizado que simplifique la creación de una empresa». Mientras, García anunció una «Ley de Mercado abierta para facilitar trámites y la libre circulación, como ya aplican otras comunidades»; un sistema de «ventanilla única»; y «una incubadora de startups«.

Desde EH Bildu, Araiz también presentó su «nuevo plan» para reducir los trámites administrativos, que incluiría «como gran novedad un informe anual de supervisión y control sobre lo que haga el sector público en esta materia». Y Ciudadanos, por boca de Pérez-Nievas, demandó «mayor racionalidad», así como la aplicación de un criterio de buena fe. «Un proyecto no puede quedar paralizado porque falte una revisión. Nosotros somos partidarios de adelantar los procesos y luego comprobar si se ha cumplido y, en caso de que no se haya hecho ,entonces aplicar la sanción correspondiente», incidió.

Como en el punto anterior, la última palabra fue de Iturralde, quien también hizo cierta autocrítica. «Tenemos que mejorar la presentación de los proyectos que trasladamos a la Administración», afirmó. No obstante, coincidió en que este problema «es algo más profundo que una mera cuestión de digitalización». «Echamos de menos a un responsable político que diga que quiere solucionar este tema», reivindicó sin obtener ninguna respuesta de los invitados.

EL DEBATE MÁS POLÍTICO

En materia de infraestructuras, todos los representantes políticos mantuvieron sus diferencias en los plazos de ejecución que deben seguir el Canal de Navarra o el TAV. En realidad, esta fue la parte «más política» de todo el debate, con reproches por el retraso acumulado. “Las obras que se están ejecutando son las de 2018 bajo un gobierno del Partido Popular”, subrayó su representante en la Comunidad foral, Javier García. “Sí, pero dos de cada tres euros invertidos en esta infraestructura se han hecho en esta legislatura”, replicó Ainhoa Unzu (PSN).

Entre medias, intervino en nombre de UPN, Javier Esparza, para señalar que “el uno por el otro, la casa sin barrer”. Esto le animó a trasladar su solución: “Vamos a plantear un gran acuerdo político con Aragón y País Vasco para hacer fuerza. Y presentaremos un convenio para que se puedan licitar las obras desde aquí”.

Michel Iturralde: «Necesitamos menos promesas y más profesionalización y concreción. Y eso solo es posible con cronogramas que recojan fechas y responsables de ejecución».

“Lo de unirse al País Vasco lo has dicho tú, Javier”, le contestó con cierta sorna Irujo (Geroa Bai). Este último, tras reiterar que la competencia ferroviaria es del Estado demandó “un cronograma y unos plazos que se cumplan”.

Justo en las antípodas de estas propuestas estuvieron los representantes de Contigo Navarra y EH Bildu. El primero directamente aseguró que “el TAV es un error”. “Es un riesgo para el desarrollo económico porque no es compatible con el tren de mercancías”, insistió Garrido, al tiempo que cuestionó su viabilidad “si Francia se mantiene en sus trece e impide la conexión con Europa”.

En esa misma línea, Araiz apuntó que la alta velocidad apenas concentra el 1 % de los 450 millones de viajeros que utilizan el tren para sus desplazamientos. “No es una solución de movilidad válida”, señaló. A la vista de los argumentos de unos y otros, Carlos Pérez-Nievas (Ciudadanos) lamentó que “no se ha hecho nada. Queda por delante una labor ingente y estamos mal. Esa es la realidad”.

Pero, en medio de la discusión, vinieron a coincidir con el punto de vista expresado por el COIINA. Porque Iturralde insistió en que resulta necesaria una mayor “profesionalización” y concreción, mediante la aplicación de cronogramas que recojan fechas y responsables de ejecución para cada una de las obras pendientes.

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