Este dirigente empresarial reclama “un entorno de confianza, estabilidad y unidad“, de cara a afrontar mejor la salida de la crisis.
Para conseguirlo, considera que “las Administraciones Públicas deben de fomentar, promover y colaborar para generar este clima de unidad“.
En este proceso, entiende que las empresas deben jugar un papel destacado: “Es la Administración quien debe marcar las pautas, pero son las empresas quienes deben de actuar y responder, porque son imprescindibles para salir de los estados de crisis“.
La morosidad también preocupa en la Ribera ya que es uno de los principales problemas a lo que se enfrentan las empresas porque “los impagos”, asegura Sánchez, “pueden abocar al cierre de muchos negocios”.
Sobre este asunto, aclara que “al hablar de morosidad hay dos responsables: el moroso, y la Administración. Quiero ser rotundo en este tema: reniego de los empresarios que hacen de la morosidad su profesión gracias a la indiferencia y permisividad de la Administración“.
Sánchez apela al Estado de Derecho para frenar “este grave problema”. “Tiene que cumplirse la Ley, y todos debemos contar con los mecanismos que nos garanticen que así sea“.
“Hay que empezar a replantearse el reparto territorial de los centros tecnológicos o de las multinacionales”.
NUEVA CULTURA DE EMPRESA
Para mejorar la competitividad de las empresas, Sánchez se muestra partidario de incluir un modelo que fomente el capital humano, en sintonía con el proyecto estratégico puesto en marcha, recientemente, por la Confederación de Empresarios de Navarra.
“Se trata de apostar por una nueva cultura de empresa. Este nuevo concepto se basa en las personas y el conocimiento, el diálogo social, la conciliación familiar, la capacidad de adaptabilidad, y conceptos como la comunicación y credibilidad, la productividad, la creatividad y la innovación”, explica.
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Acerca del papel que debe de jugar el sector empresarial en materia formativa, el presidente de la AER manifiesta lo siguiente:” La formación es un factor clave si lo que pretendemos es crear sociedades de bienestar y competitivas. Dicho esto, el papel del sector al que represento debe ser relevante. Entendemos que son las propias empresas las que tienen que diagnosticar sus necesidades, y es a esas necesidades a las que tienen que responder las políticas impulsadas desde la Administración”.
En cuanto al modelo a desarrollar, precisa que “apostamos por la formación competitiva, pero no por un modelo de formación de libre concurrencia. Nuestro actual sistema de formación, cada vez se aleja más de los agentes económicos y sociales, está burocratizado. Al priorizar el control y presencia de la administración en todos los procesos, se desvirtúa su objetivo fundamental: elevar el nivel de conocimiento en nuestro tejido empresarial”.
Por este motivo, demanda “la participación efectiva de las empresas en los programas de formación de parados y ocupados, porque son las empresas las que crean empleo; y son las empresas las que mejor pueden ayudar a facilitar la búsqueda de trabajo para las personas desempleadas“.
“Ley Foral de Contratación Pública debe priorizar los valores técnicos frente a los económicos en las concesiones de servicios y trabajos”.
CAMBIO DE MODELO
Domingo Sánchez critica la escasa presencia en la Ribera de multinacionales y centros tecnológicos. A su juicio, esto genera fuga de conocimiento y puede explicar la diferencia salarial media entre unas zonas y otras de Navarra.
Por ello, piensa que “es necesario cambiar el modelo productivo de la zona, poco generador de valor añadido. La Ribera no puede mejorar solo con la instalación de empresas cuyos salarios no llegan a los 1.000 euros. Es una realidad que hay sectores de actividad más productivos que otros. Los sectores tecnológicamente más sofisticados son más productivos que los menos intensivos en capital o tecnología, y no son precisamente los de mayor implantación en nuestra Comarca“.
Por esta razón, pide ” empezar a replantearse el reparto territorial de los centros tecnológicos o de las multinacionales. Los costes logísticos o la I+D+i no son los mismos para una empresa ribera que para una de la Cuenca“.
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En cuanto al Anteproyecto de Ley Foral de Contratación Pública, la AER demanda “máxima homogeneidad y coherencia con la Ley Estatal de Contratos Públicos“.
Además, precisa, “entendemos que deben priorizarse los valores técnicos frente a los económicos en las concesiones de servicios y trabajos y es imprescindible establecer unos criterios claros y objetivos de la consideración de ofertas anormalmente bajas“.
“Las empresas deben participar en los programas de formación de parados y ocupados, porque son las que crean empleo”.
POLÍTICA FISCAL
Sánchez se muestra crítico con la política fiscal del Gobierno de Navarra. “Desde esta asociación nos manifestamos en contra de una política fiscal confiscatoria que perjudica la libre actividad empresarial, y que sitúa a Navarra en una peor situación competitiva que otras comunidades“.
“Una decisión inadecuada puede poner en riesgo la viabilidad competitiva de nuestras empresas. En el mundo de la economía y de la empresa, equivocarse equivale muchas veces a desaparecer. Las últimas reformas fiscales han situado los tipos tributarios de la Comunidad foral como los más altos de España, así como que se mantenga la vigencia del impuesto de patrimonio. En cuanto al IRPF, los contribuyentes navarros ya pagan más que el resto de los contribuyentes nacionales“, sentencia.
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