sábado, 27 abril 2024

El algoritmo que predice el valor energético de los platos preparados

La OMS ya ha alertado sobre el "constante y alarmante" crecimiento de la obesidad en los últimos años, que ningún país de la UE se encuentra en vías de detener. En este contexto, se necesita ampliar el rango de métodos alternativos a la cirugía y los fármacos a través de manuales, instrumentos de porciones, vasos medidores, utensilios de cocina o aplicaciones de móvil. Así mismo, resulta crucial crear herramientas que la industria pueda utilizar para elaborar productos saludables. Estos son los objetivos de Portions 3, un proyecto liderado por la Universidad de Navarra en colaboración con CNTA. La iniciativa, coordinada por ADItech como agente coordinador del SINAI, cuenta con financiación del Gobierno foral.


Pamplona - 8 junio, 2022 - 06:00

Rachyla, Almirón y Urtasun son investigadoras del proyecto Portions 3. (Fotos: Maite H. Mateo)

El cáncer, la diabetes, el asma, la hipertensión arterial, la enfermedad de Alzheimer… Aunque a primera vista son distintas, todas estas enfermedades comparten una característica: son multifactoriales, es decir, están influenciadas por múltiples genes en combinación con el estilo de vida y factores ambientales como el ejercicio, la dieta o la exposición a contaminantes. De ahí que sus tratamientos son a menudo complejos y requieren de una intervención multidisciplinar.

Este también es el caso de la obesidad, que ha experimentado un aumento «constante y alarmante» y que está alcanzando «proporciones epidémicas» en Europa, según destaca un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en 2022. De hecho, el sobrepeso y la obesidad afectan ya al 60 % de adultos y a aproximadamente uno de cada tres niños (29 % de los niños y 27 % de las niñas). Y «ningún Estado miembro (de la Unión Europea) está en vías de alcanzar el objetivo de detener el aumento de la obesidad» para 2025.

Eva Almirón (UN): «Necesitamos encontrar métodos alternativos para curar y prevenir esta enfermedad, que abarquen a una gran parte de la población y sean económicamente accesibles».

«Si solo paliamos la obesidad con fármacos y cirugía, el coste del tratamiento aumenta y, al mismo tiempo, se reduce el número de personas que somos capaces de tratar. Por eso, necesitamos encontrar métodos alternativos para curar y prevenir esta enfermedad, que abarquen a una gran parte de la población y sean económicamente accesibles», explica Eva Almirón, doctora en Biología e investigadora en el Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad de Navarra.

Con el fin de abordar este reto nacieron Portions y Portions 2. Dos proyectos cuyo objetivo era desarrollar y validar un nuevo prototipo de plato de porciones para educar y ayudar a las personas con sobrepeso a consumir cantidades equilibradas. Así lo hicieron en colaboración con algunas firmas, entre las que figuraba la estadounidense Precise Portions.

En iniciativas anteriores, el equipo de la UN desarrolló un nuevo prototipo de plato de porciones junto a Precise Portions.

«Pero la conducta alimentaria es muy compleja, y eso provoca a menudo que el punto de vista científico no siempre concuerde con el punto de vista del ciudadano de a pie. Cuando mencionamos la palabra ‘dieta’, lo normal es que se perciba como un esfuerzo y lo asociamos con sentimientos negativos, porque nadie quiere que su comida se convierta en una tarea más que llevar a casa», incide Iryna Rachyla, doctora en Psicología Clínica e investigadora del mismo centro.

Quienes deseen conocer más a fondo el proyecto pueden hacerlo a través de este enlace.

Por eso, después de finalizar las anteriores iniciativas, el equipo de la Universidad de Navarra buscó la colaboración del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) para poner en marcha Portions 3. Así, se pretendía expandir el rango de estrategias nutritivas para ayudar a la población a aprender a comer mejor y a prevenir el sobrepeso y la obesidad con poco esfuerzo, de manera que se asegure la continuidad del hábito. Y todo ello desde un doble enfoque: el del consumidor y el de la industria agroalimentaria.

El proyecto está coordinado por ADItech, a su vez agente coordinador del Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), y cuenta con financiación del Gobierno de Navarra en la convocatoria de ayudas a centros tecnológicos y organismos de investigación para la realización de proyectos de I+D colaborativos.

ESTRATEGIAS PARA COMER BIEN

En primer lugar, el equipo del Centro de Investigación en Nutrición llevó a cabo una extensa revisión bibliográfica para conocer los métodos e instrumentos que existen en el mercado y saber cuántos de ellos tienen validación científica. «Hay muchas maneras para apoyar la ingesta de comida equilibrada y saludable en el mercado como manuales, instrumentos de porciones, vasos medidores, utensilios de cocina o aplicaciones de móvil. Pero muy pocas tienen el respaldo de estudios contrastados», detalla Almirón.

Iryna Rachyla (UN): «Es importante medir el potencial que tienen estas herramientas no solo para cambiar hábitos, sino también para inducir a sus usuarios a usarlas de nuevo».

Por eso, el segundo paso fue lanzar un estudio cualitativo para identificar los instrumentos «más prometedores». En este sentido, Portions 3 incluye una novedad con respecto a los anteriores dos proyectos: un punto de vista psicológico.

«Sabemos que tenemos que comer más fruta o verdura e ingerir menos grasa o azúcar, pero no lo estamos haciendo. Y es que tenemos que cubrir muchas más necesidades que las meramente nutricionales. Por eso, es importante medir el potencial que tienen estas herramientas no solo para cambiar hábitos, sino también para inducir a sus usuarios a usarlas de nuevo», valora Rachyla.

Tras este estudio cualitativo, el equipo investigador llevará a cabo un ensayo preclínico a partir de este verano con el fin de conocer qué efecto tienen las herramientas «con mayor potencial». De hecho, para este y otros proyectos, la Universidad de Navarra busca personas voluntarias. «Nuestras iniciativas están enfocados a la pérdida de peso y mejora del estado nutricional en personas con sobrepeso u obesidad, pero también invitamos a la población general con y sin enfermedades crónicas», concreta Almirón. Quienes estén interesados pueden apuntarse a través del correo [email protected].

HERRAMIENTAS PARA LA INDUSTRIA

En paralelo, el equipo de Portions 3 elaboró dos platos preparados «de forma preindustrial y explorativa», que incorporan los criterios nutricionales de un menú equilibrado. «En el fondo, hemos llevado a cabo estas investigaciones desde el punto de vista tecnológico porque observamos que gran parte de los productos del mercado no llevan la distribución de nutrientes correcta», apunta Almirón.

Leyre Urtasun (CNTA): «El algoritmo supone un avance para la industria, ya que permitirá predecir el valor energético de un plato preparado en el momento en que salga de la línea de producción».

Para conseguirlo, el equipo de la Universidad de Navarra trasladó ciertas pautas nutricionales al equipo técnico de CNTA, que desarrolló un plato de arroz con albóndigas y verduras, y uno vegano de quinoa con seitán. «El ensayo fue muy complejo y requirió de ingredientes innovadores, que potencien sabores y disminuyan el contenido de productos como el azúcar y la sal», especifica Leyre Urtasun, doctora en Tecnología Alimentaria y supervisora de proyectos de I+D+i en CNTA.

Al mismo tiempo, los equipos de ambos agentes del SINAI vieron la oportunidad de crear un algoritmo para predecir el valor energético de los platos preparados mediante el uso de tecnología de imagen hiperespectral. Un desarrollo que supone «un avance» para la industria: «En concreto, permitiría a las empresas obtener una predicción en el mismo momento en que los productos salgan de la línea de producción».

Portions 3 llevará a cabo un ensayo preclínico para testar las herramientas «más prometedoras» en el control de la dieta.

«Los análisis nutricionales que realizamos en CNTA para el etiquetado de cualquier producto consumen mucho tiempo y recursos. Por eso, decidimos buscar correlaciones entre este estudio más tradicional y la imagen hiperespectral de los platos preparados -que es como la huella dactilar de un material o una combinación de materiales-, con el fin de obtener un modelo matemático que prediga su valor energético», concreta Urtasun.

A lo largo de sus investigaciones, el equipo de CNTA se dio cuenta de que los resultados de las imágenes hiperespectrales también se relacionaban de forma clara con el contenido de grasa de los platos. Y, en estos momentos, el centro sigue alimentando el algoritmo con más datos para afinar sus resultados. «Aunque actualmente esta tecnología resulta poco asequible para el ciudadano de a pie, creemos que en el futuro puede llegar a ser algo del día a día, como puede ser una aplicación móvil», augura Rachyla.

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