Cuatro personas hacen fila a las 12:00 del mediodía en la farmacia de Javier Ongay, ubicada en la calle Etxaburua de Berriozar. Este joven de 34 años y su compañera los atienden con una sonrisa. El espacio que recibe a los clientes frente a la encimera es reducido, pero el local cuenta en el fondo con una oficina llena de cajas de cartón. “Son pañales. Solemos guardar detrás, en un almacén, los de UPS (United Parcel Service, empresa multinacional de paquetería). Y no veas cómo son las colas en las épocas de más actividad, como Navidad y el Black Friday“, apunta el farmacéutico entre risas.
Cuando comenzó a dirigir el negocio en 2019, Ongay mantuvo un servicio que ya ofrecía su antigua titular: ser un punto de entrega para un gigante de la logística. Aunque este tipo de actividad comenzó a implantarse hace una década aproximadamente, ha sufrido un repunte importante en los últimos años. De hecho, varias empresas de paquetería han experimentado una mayor demanda por parte de comercios de proximidad a partir del auge del e-commerce impulsado por el Covid-19, según explican a Navarra Capital desde algunas compañías que operan en la Comunidad foral.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el “23 % de los españoles aumentó las compras online durante la pandemia”. En este sentido, los últimos datos recogidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) muestran que la facturación del comercio electrónico en España aumentó en el segundo trimestre de 2022 un 33,1 % interanual hasta alcanzar los 18.190 millones de euros.
Este crecimiento ha espoleado la red de la propia UPS, que ya cuenta con “más de cuarenta” puntos en Navarra. Una cifra que “duplica a la de 2016”. Por su parte, GLS (General Logistics Systems) suma en la actualidad 66 comercios locales, con una “evolución similar” a la que se ha dado a nivel nacional, cifrada en un 300 % entre 2019 y 2022. Un incremento impulsado por la firma de un acuerdo con la Confederación Española de Comercio (CEC) en 2019 y por el que espera crecer “un 30 % más” en los dos próximos años. Por su parte, DHL ya tiene dieciséis negocios afiliados a su red foral tras aumentar su número “más de un 20 %” entre 2021 y 2022.
VENTA CRUZADA
Este último operador, que ha puesto “el foco en ampliar la red disponible en Navarra desde 2021”, colabora desde hace seis años con el local de Mundoraintxe, ubicado en el Casco Viejo de Pamplona. La entrada principal de este establecimiento se encuentra en la calle Nueva, pero su puerta trasera de San Antón hace las veces de ventanilla para los clientes que acuden a recoger sus paquetes. “Nuestra ubicación es estratégica para DHL, ya que les resulta muy complejo entrar en el centro”, señala Eneko Astigarraga, uno de los socios de la empresa.
Según los operadores consultados, el éxito de este modelo radica no solo en la mayor flexibilidad para el consumidor o la disminución de las emisiones de CO2, sino también la llamada venta cruzada. Es decir, esa “sinergia” por la que muchas personas que llegan a los locales aprovechan para comprar también otros productos. “Recibimos entre cinco y quince paquetes al día. Este servicio no supone unos ingresos muy grandes, pero notamos que las personas que vienen a por su paquete terminan conociendo nuestra oferta y eso también es positivo”, destaca Astigarraga.
Una opinión que comparte Ongay, a cuyo negocio pueden llegar “hasta veinte paquetes” en un día pico. “Más que un canal para obtener grandes ingresos, sirve para atraer clientes. El dinero de las comisiones no supone ni el 1 % de lo que facturamos en total, pero gracias a este servicio nos han llegado clientes no solo de Berriozar, sino también de Artica, Buztintxuri y hasta de San Jorge. Cuando vienen, muchos se acuerdan de que tienen que comprar algo en la farmacia y aprovechan la ocasión para hacerlo. Así que intento fidelizar a aquellas personas con las que tenga más conexión”, incide el farmacéutico.
“UN INGRESO MÁS”
Para modelos de negocio que viven “de los céntimos”, las comisiones procedentes de la entrega de paquetería se suman a las que generan por las recargas de móviles y la venta de lotería, libros o revistas. Ese es el caso de Juan Carlos Luquin, propietario de la Librería Luquin, que opera con Nacex desde 2013. “Estamos acostumbrados a trabajar con productos de cantidades muy pequeñas. De hecho, nos llegan uno o dos paquetes al día. Por eso, es una venta más para nosotros. Nos deja más comisión este servicio que recargar un bonobús”, constata.
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