El Consejo Regulador de la IG Pacharán Navarro, una de las marcas de calidad amparada bajo la enseña Reyno Gourmet, ha comenzado 2019 con cambios que van a mejorar su funcionamiento y organización. Si a principios de año la sociedad pública Intia asumía internamente la Secretaría General del Consejo Regulador, la semana pasada se constituyó el nuevo órgano que, por primera vez, y tras la aprobación de la Orden Foral de modificación del Reglamento, ha acogido entre sus miembros a cuatro representantes del sector productor.
Así, cuatro agricultores, en representación de los algo más de veinte que cultivan endrinas para la IG Pacharán Navarro, se integran desde ahora en el Consejo Regulador de esta entidad que se formó en el año 1988 gracias al trabajo e impulso de varias empresas con una larga tradición en la elaboración de pacharán. Se trata de Carmelo Macua, de Dicastillo, que fue además elegido vicepresidente del Consejo Regulador; Juan José Martínez, de Falces; Juan José Álvarez, de Mués; y Luis Sagredo, de Mendavia. Los cuatro se dedican al cultivo del arañón o endrina con el que se elabora en la actualidad el 90% del Pacharán Navarro, (el 10% restante procede de la importación).
El pacharán se elabora desde el siglo XV.
Este nuevo Consejo paritario está formado, además de por estos cuatro agricultores citados, por otros tantos representantes del sector elaborador: Adrián Subía, de DZ Licores, que volvió a salir reelegido presidente del Consejo Regulador; Cristina Esparza, de Hijos de Pablo Esparza; José Manuel Plo, de Destilerías La Navarra; y Javier Baines, de Licores Baines, que entra en sustitución de Luis Ibañez, quien tras largos años trabajando en pro del Pacharán Navarro ha decidido jubilarse. Javier Baines asume el nuevo reto ilusionado y convencido de que esta bebida tradicional navarra, que lleva elaborándose ininterrumpidamente desde el siglo XV, «tiene todavía mucho camino por recorrer«.
Tras la reunión del Consejo, ambos sectores, el productivo y el elaborador, se mostraban optimistas con las cifras que se manejan y que reflejan un cambio en la tendencia de los últimos años. Para este año, se prevé un crecimiento en las ventas de un 5%.
MÁS DE 3 MILLONES DE LITROS DE PACHARÁN AL AÑO
El Pacharán Navarro se convirtió en Denominación Específica gracias a la iniciativa de las empresas elaboradoras de pacharán ante la existencia y proliferación en el mercado de productoras de granel sin garantías sanitarias. Y ya desde su creación, la Denominación, con la ayuda del entonces Instituto Técnico y de Gestión Agrícola (ITG) y del Gobierno foral, inició las investigaciones para domesticar la planta Prunus Spinosa un arbusto salvaje del que se obtienen las endrinas o arañones con las que se elabora el pacharán. Hasta entonces, las destilerías navarras se veían abocadas a importar desde países de la Europa del Este importantes cantidades de fruto muy heterogéneo en cuanto a sus características y su estado de maduración.
Este año, se prevé un crecimiento del 5% en las ventas del Pacharán Navarro.
Tras un intenso periodo de trabajo en el que hubo que resolver numerosas cuestiones, entre ellas el sistema de recogida de la endrina, por fin en el año 1997 comenzaron a establecerse las primeras plantaciones de endrinas en Navarra.
En la actualidad, la superficie dedicada es de unas 110 hectáreas que abastecen, según los últimos datos de campaña, de unos 341.000 kg de endrinas frescas a las empresas de la IGP para la elaboración de 3.225.000 litros de Pacharán Navarro.
Para acceder a más noticias relacionadas con la agroalimentación en Navarra… LEER AQUÍ.
