En medio de la crisis desatada por el coronavirus, China intenta mandar un mensaje optimista al mundo e insiste en que remontará. “Somos la segunda potencia del mundo”, remarcó hace unos días el embajador del país asiático en España, Lyu Fan. A pesar de las graves consecuencias humanas y económicas que está acarreando la epidemia, hizo hincapié en que trabajarán “para encontrar un antídoto”.
En España, el coronavirus ya ha supuesto la suspensión del Mobile World Congress. Y, en estos momentos, la realidad es que la actividad económica entre China y el resto del mundo está bajo mínimos. El problema, indudablemente, afecta a las empresas navarras que exportan al país o importan suministros.
Ana Cañada: “Muchos puertos chinos están paralizados”.
“Muchos puertos chinos están paralizados”, confirma a NavarraCapital.es la responsable de Comercio Internacional en Cámara Navarra, Ana Cañada.
Aún no ha trascendido el número exacto de compañías afectadas ni el importe de las pérdidas actuales y de las que todavía están por llegar. Pero sí se sabe que 353 exportaron en 2019 al país asiático (hasta noviembre), a las que deben sumarse las 1.156 que importaron mercancías. El experto en internacionalización Iñaki Oroz, consultor de Imeanticipa, analiza la situación de dichas empresas frente a esta amenaza, en una tribuna publicada este viernes.
En 2017, la Comunidad foral vendió a China por valor de 164,6 millones euros (entonces era el decimoprimer destino en esta categoría) y compró por 289,8 millones (cuarto país al que más productos adquirió), lo que arrojó un saldo negativo en la balanza comercial de 125,2 millones.
En 2018, vendió por 117,8 millones (un 28,4 % menos, lo que le hizo pasar a la decimonovena posición) e importó por 265,4 millones (un 8,4 % menos, pero siguió en cuarto lugar). El saldo en este caso fue de -140,2. Y el año pasado, con datos provisionales hasta noviembre, las empresas forales habían exportado por un importe de 117,2 millones (casi lo mismo que en todo 2018) e importado por 334 (un 25,8 % más). De modo que pasó a ser el tercer Estado al que más compra Navarra, el decimoséptimo al que más vende y el saldo negativo de la balanza comercial ascendió a 216,8 millones.
Los datos evidencian la dependencia creciente de este mercado, que se encuentra en una situación muy delicada. Es más, “las empresas navarras con productos perecederos están perdiéndolos por no poder mantener la refrigeración de los barcos paralizados en aquellos puertos”, explica Cañada.
Enekoitz Duarte, director de la Plataforma Marítima Multimodal, ubicada en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT) y dependiente del puerto de Bilbao, hace un análisis similar. Conoce la situación de primera mano. Y en declaraciones a este medio, corrobora lo apuntado por Cañada. De hecho, ya ha recibido comunicaciones de las navieras, alertando sobre “una gran congestión” en las terminales marítimas del país asiático, donde “hay muchos problemas para hacer las entregas de los contenedores”. A su vez, la carga disponible para importar “es muy escasa”. Y eso está provocando “que las navieras no tengan justificadas las escalas y no vayan a entrar ni salir hasta que haya un número determinado de carga”.
Enekoitz Duarte: “Las navieras no van a entrar ni salir hasta que haya un número determinado de carga”.
En consecuencia, estas empresas están aplicando “unos recargos bastante altos” (de hasta 1.000 dólares por contenedor) y tampoco “garantizan el cumplimiento de los tiempos de tránsito ni que atraquen finalmente en los puertos inicialmente previstos”. Hasta llegan a recomendar que se tengan en cuenta “otras vías alternativas”. La preocupación, en definitiva, “es muy grande”.
Cañada hace extensible el problema a las compañías navarras que “todas las semanas” importan piezas desde allí: “Han tenido que paralizar la producción porque no pueden ensamblar”. Y recuerda que las filiales chinas de algunas están “prácticamente cerradas”. En el caso de las importaciones, precisa Duarte, el mayor problema no reside tanto en las restricciones a la salida de materiales, sino en el hecho de que “no hay gente trabajando”. De modo que están surgiendo grandes complicaciones para obtener la documentación necesaria que dé luz verde a la salida de mercancías. Esta realidad “está generando problemas a las empresas que dependen de las importaciones”.
Íñigo Ochoa: “Las navieras han avisado de que, a partir del 1 de marzo, subirán los precios del transporte a China al menos un 30 %”.
TARIFAS MÁS ALTAS DE LAS NAVIERAS
Cargo Service es una compañía de logística internacional. Su director general en Pamplona, Íñigo Ochoa, aporta algunos detalles más, que ayudan a comprender mejor la magnitud de los daños.
“Muchos barcos están en tránsito en este momento –suelen tardar más de treinta días en llegar a puerto-. Pero ya no se están realizando nuevas cargas desde China ni hacia China, lo cual se terminará notando en la cuenta de resultados”, reconoce.
A las dos semanas sin actividad fruto del coronavirus, se suman “las dos anteriores por la celebración del Año Nuevo Chino, en las que también se paralizó el país”, atestigua el director general de Cargo Service en Pamplona. Pero a pesar de esta realidad, Ochoa se muestra optimista de cara al futuro, ya que confía en la amplia experiencia de su compañía ante cualquier crisis o catástrofe.
Ana Cañada: “Los suministros de piezas, especialmente de automóviles, no están llegando”.
Eso sí, lanza otro aviso importante. Las navieras han advertido de que, a partir del 1 de marzo, hay ciertas rutas como Europa Mediterránea y Norte hacia Extremo Oriente, India y Oceanía, donde van a subir los precios más de un 30 %, detalla el representante de Cargo Service. Y ese auge de las tarifas tendrá, obviamente, consecuencias comerciales de calado: “Clientes a los que les habías dicho que les cobrabas 10, ahora la naviera va a decir que por 40 o nada… Esto traerá problemas. Porque hay empresas con experiencia que entienden este tipo de situaciones, pero otras más nuevas o con menos márgenes no siempre lo podrán entender”.
En el puerto de Bilbao, principal punto de salida y entrada por vía marítima para las exportaciones e importaciones navarras, “ya están interviniendo los bufetes de abogados”. Y es que “los suministros de piezas, especialmente de automóviles, no están llegando”, remata Cañada conforme a la información que le han facilitado desde la Cámara de Comercio de la capital vizcaína.
UN GRAN ATASCO
Cuando se restablezca la normalidad en el transporte, surgirá otra dificultad añadida: “Se van a juntar los contenedores de todo el mundo a la vez”. Así que se producirá un gran atasco, vaticina Duarte. Y es ahí donde entrará en juego el incremento de las tarifas anunciado por las navieras, con el consiguiente aumento de los costes de producción.
Hasta que eso ocurra, solo queda esperar a que la población china regrese al trabajo. “Dicen que el próximo lunes, 17 de febrero, volverán a abrir las empresas. Aunque hay incertidumbre con respecto a esa fecha porque nos toca ir casi al día con las informaciones que van saliendo”, concluye el director de la Plataforma Marítima Multimodal.