La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha puesto en marcha el grueso de las actuaciones en La Rioja, Navarra y Aragón que integran la primera fase de emergencias por la crecida extraordinaria del pasado mes de diciembre. Para esta primera etapa, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico habilitó 10 millones de euros.
De esta forma, la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, explicó este jueves las intervenciones al delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, y al director general de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Navarra, Ignacio Gil. Ambos visitaron junto al alcalde de Cabanillas, Gustavo Rodríguez, los trabajos para la reparación de la mota de la margen izquierda del azud de derivación del Canal de Tauste. Las intervenciones pretenden evitar afecciones a todos los municipios aguas abajo de esta infraestructura.
Así mismo, la presidenta del CHE avanzó las intervenciones «urgentes y de carácter provisional» para la defensa de núcleos urbanos ante nuevos episodios de crecida como las realizadas en El Burgo de Ebro, Mozalbarba y La Almozara en la provincia de Zaragoza, así como en Funes y Buñuel en Navarra. Los trabajos de la primera fase de reparación provisional ante posibles nuevos episodios priorizan también la defensa de instalaciones de abastecimiento y saneamiento, de los nudos de comunicación y de los cultivos.
ANÁLISIS DE LAS INTERVENCIONES
Según informó la Delegación del Gobierno en Navarra, el análisis de las intervenciones fue «complicado dada la situación del terreno y de la gran mayoría de los accesos tras la crecida extraordinaria de diciembre, agravado por el nuevo episodio sufrido en el mes de enero». Así, la inspección de los más de 600 kilómetros de cauce afectados se sigue realizando, en algunos casos, en paralelo a las actuaciones, tanto para las intervenciones de urgencia de la primera fase como para las de la futura segunda fase, que son de carácter «más definitivo y que requieren de una situación climatológica estable».
En esta segunda fase también se incluirán otro tipo de intervenciones que se extiendan a más zonas afectadas por las crecidas en la cuenca. En total, se prevé que se superen las 900 intervenciones en ambas etapas en los términos municipales cercanos a los ríos Ega, Arga, Aragón, Araquil y el tramo medio del Ebro.
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