Desde 2021, el autoconsumo energético ha pasado de tener una potencia instalada de 40 MW en Navarra a los 152,2 MW actuales, lo que supone un incremento del 280 %. Y este año, el crecimiento también está siendo exponencial. En enero de 2023, la potencia instalada ascendía a 99 MW, de modo que el aumento desde entonces se eleva hasta el 53,73 %. En ese contexto nace un nuevo y pionero acuerdo entre el Departamento de Industria, y de Transición Energética y Digital Empresarial del Gobierno foral y las distribuidoras de energía que actúan en Navarra, cuya meta es “fomentar las comunidades energéticas y el autoconsumo”.
Durante su intervención, el consejero del ramo, Mikel Irujo, recordó que la generación de energía distribuida es imprescindible para la transición energética. “Liderando esta mesa de autoconsumo, seremos pioneros y líderes en este proceso de descarbonización de la sociedad y de la industria”, incidió para poner el foco acto seguido en cómo “las inversiones en la red de distribución deben ir dirigidas a un avance en su digitalización“. Una apuesta que permitirá a las compañías distribuidoras “tener una mayor eficacia en la recogida de datos y, gracias a ella, ser más ágiles en la tramitación”.
Las distribuidoras firmantes del acuerdo representan más del 95 % de la red de distribución eléctrica de la Comunidad foral. Quizás por eso, el consejero destacó “la importancia de trabajar de forma conjunta entre todos los implicados en el impulso del autoconsumo y las comunidades energéticas, siendo los gestores de la red de distribución y la Administración piezas clave en este impulso”.
DATOS DEL ACUERDO
El texto, que fue presentado este martes en un acto celebrado en CENIFER, busca crear vías de colaboración entre las distribuidoras y la administración regional para agilizar la tramitación de este tipo de instalaciones, avanzar en la digitalización de las redes de distribución eléctrica y mejorar la transparencia en los datos. Firmaron el documento el propio Irujo y seis de las nueve distribuidoras que operan en Navarra, que representan más del 95 % de la red de distribución eléctrica de la Comunidad foral.
La compañía que tiene un mayor porcentaje es i-DE (Iberdrola distribución), que es responsable de 10.000 kilómetros de líneas en Navarra. Las otras cinco firmantes están agrupadas en la Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica (CIDE), que ha proporcionado asesoramiento jurídico y técnico para la elaboración del convenio. En concreto, se trata de Berrueza, Electra José Antonio Martínez, Electra Saltea, Electra Valdizarbe Distribución y Elektra Urdazubi. Próximamente está previsto que se sumen más empresas a este acuerdo, como Elektra Orbaizeta e Isaba.
Los ponentes subrayaron la necesidad de agilizar los trámites con la Administración para la puesta en marcha de los proyectos.
Así, el objetivo también pasa por lograr una mejor integración y acompañamiento de las infraestructuras energéticas en el territorio, la reducción de pérdidas en transporte, el aprovechamiento del espacio urbano para la generación renovable, una mayor concienciación energética y climática en la sociedad, y el surgimiento de nuevos modelos de negocio. Además, según enfatizó el Ejecutivo foral, “se alcanzará una mayor aceptación local de estas energías y se acelerará el proceso hacia un sistema eléctrico 100 % renovable a través de un modelo más participativo abierto a nuevos actores”.
En este sentido, el documento recoge que las instituciones y la ciudadanía navarras son conscientes del alcance y de la urgencia de hacer frente al cambio climático a nivel mundial en la vida, en la economía y en la sociedad presente y futura. También de que su magnitud exige valentía política y social para adoptar las medidas más efectivas y justas. Estas, en su calidad de productores o consumidores, “están obligadas a contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el marco de los compromisos internacionales y de los instrumentos previstos en esta ley foral”, reza el acuerdo.
AUTOCONSUMO EN NAVARRA
En Navarra, el 51,3 % de la potencia instalada en materia de autoconsumo se concentra en el ámbito industrial (78,1 MW), el 20,9 % en el residencial (31,8 MW), el 7,8 % en el comercio (11,9 MW), el 5 % en el sector servicios (7,6 MW), el 4,3 % en la agricultura y ganadería (6,5 MW) y el 2,4 % en el sector del transporte (3,7 MW).
El resto se reparte entre la hostelería (1,6 %, 2,5 MW), el sector energético (1,5 %, 2,3 MW), la actividad inmobiliaria y la construcción (1, 3%, 2 MW), los servicios empresariales (1,2 %, 1,8 MW), educación (0,7 %, 1 MW), sanidad (0,7 %, 1 MW), otros servicios (0,6 %, 0,9 MW), comunicaciones (0,3 %, 0,4 MW), industrias extractivas (0,2 %, 0,3 MW) y depósito y almacenes (0,1 %, 0,1 MW).
Ahí, la energía fotovoltaica supone el 92,4 % de la potencia instalada al reunir un total de 140,7 MW. En segundo lugar, está la cogeneración con una potencia instalada de 10,6 MW, lo que representa el 7 %. Por último, está la energía eólica con un 0,4 % y 0,6 MW de potencia.
RAZONES PARA INVERTIR EN AUTOCONSUMO
El evento se completó con tres mesas redondas. La primera de ellas llevó por título ‘Diferentes modalidades de autoconsumo, ¿por qué invertir en este modelo?’, y se centró en analizar las ventajas que están obteniendo diferentes entidades gracias a su apuesta por este modelo. En ella participaron Daniel Ozcáriz, director de Ingeniería de Mantenimiento de Exkal; Javier Alforja, responsable financiero del grupo Mekatar y miembro de la junta rectora de la comunidad de eficiencia energética de Lekunberri; Jesús Sánchez Ostiz, director general en Red de Comunidades Energéticas S Coop; y Manuel Rodríguez, director de Emprendimiento en CENER. La mesa fue moderada por Esperanza Aristu, directora del Servicio de Transición Energética en el Gobierno de Navarra.
En primer lugar, Ozcáriz puso en valor que el autoconsumo se basa en “una energía limpia y de mantenimiento sencillo”. Y, además, adelantó que Exkal está en conversaciones con el Gobierno de Navarra y empresas de la zona para construir una comunidad energética industrial en el polígono industrial de Marcilla.
La primera de las mesas redondas sirvió para profundizar en la importancia de invertir en iniciativas de autoconsumo.
Acto seguido, Ostiz tomó la palabra para incidir en cómo las comunidades energéticas hacen realidad el objetivo de muchos ciudadanos que pretenden cuidar el medio ambiente, al mismo tiempo que desciende su factura de la luz y cambia el modelo energético. “Es posible salvar las barreras administrativas. Nos gustaría poder agrupar a varios generadores dentro de la misma comunidad”, apuntó Ostiz.
En tercer lugar, Alforja hizo hincapié en los grandes beneficios que se obtienen cuando el sector público y el privado trabajan juntos, y puso como ejemplo de ello la comunidad de Lekunberri: “Tuvimos la enorme suerte de que esa colaboración permitió que, con fondos públicos, una empresa privada fuera el motor técnico del proyecto”.
Por último, Rodríguez señaló que “la transición energética no se puede realizar sin saber qué hacer con la cantidad de energía excedentaria”. Precisamente, el almacenamiento de esa energía sobrante es uno de los retos principales del autoconsumo y las comunidad energéticas. “La comunidad energética, el autoconsumo y la energía distribuida son parte esencial del mecanismo que necesitamos para la transición hacia una energía más limpia”, apostilló.
CÓMO ACELERAR LA TRANSICIÓN
Tras las primeras intervenciones se celebró la mesa ‘El autoconsumo y las empresas instaladoras, ¿qué necesitamos para acelerar la transición?’, que fue moderada por el director gerente de Enercluster, Iker Chasco. En ella participaron David Sola, delegado Territorial de UNEF (Unión Española Fotovoltaica) en Navarra; Garikoitz Gorraiz, director de la División de Almacenamiento en Solarfam; Juan Peña, director de Desarrollo de Negocio en Grupo Enhol; e Iñaki Arano, director ISFOT Ingeniería y Soluciones Fotovoltaicas.
Arano afirmó rotundo que los principales escollos de los instaladores son “los requisitos de los ayuntamientos y otras administraciones”. Por eso, “todo lo que signifique facilitar esas tramitaciones con los distintos organismos haría más sencilla la implantación de sistemas”. Al mismo tiempo, y mirando al futuro, agregó que la evolución del autoconsumo es positiva “porque el proceso de electrificación continúa a todos los niveles”.
Gorraiz fue el siguiente en hablar para hacer hincapié en la importancia de reducir los costes de las baterías eléctricas. En este sentido, ensalzó las inversiones en avances tecnológicos que se están llevando a cabo en este campo desde las instituciones públicas y las empresas. “La parte de la tramitación, la venta de excedentes y las comunidades colectivas cuesta mucho. Hemos tenido trámites de venta de más de dos años. Eso genera frustración y falta de interés en los promotores”, lamentó en la misma línea que los ponentes de la mesa anterior.
La segunda mesa redonda abordó la importancia de agilizar los trámites administrativos para poner en marcha los proyectos de esta naturaleza.
Sola, sin embargo, frenó la euforia desatada ante el crecimiento de la potencia instalada. De hecho, aclaró que, tras un boom en el que el contexto era muy favorable para el autoconsumo, “hoy en día no lo es tanto”. Por ejemplo, en el sector residencial “las peticiones de ofertas han caído un 70 %”. “Eso quiere decir que vamos a vender un menor número de instalaciones. Cada vez son menos los clientes que se interesan por invertir en instalaciones de tipo residencial. Y a los hechos me remito: las empresas que se han dedicado en exclusiva a este sector están presentando ERE”.
Por otro lado, “en el sector servicios la caída no ha sido tan acentuada”, quizás porque “hay un impulso muy importante por parte de la Administración pública”, apuntó el delegado Territorial de UNEF (Unión Española Fotovoltaica) en Navarra. “Y en el industrial, la caída de peticiones se aproxima al 25 %. Eso sí, los proyectos que nos están llegando son de mayor envergadura. Vemos más activo el mercado industrial de gran potencia: multinacionales que tienen unos objetivos que cumplir y eso les lleva a seguir invirtiendo en proyectos de estas características”, especificó.
Por último, Peña puso de manifiesto el “desequilibrio claro que existe entre la generación y la demanda” de energía limpia. “Si no lo solventamos, fracasaremos”, advirtió para valorar después que las instalaciones de autoconsumo “son pequeñas, pero muchas juntas, en una misma área, pueden tener un gran impacto”.
CÓMO ACELERAR LA TRAMITACIÓN
Laura Larraya, directora del Servicio de Ordenación Industrial, Infraestructuras Energéticas y Minas en el Gobierno foral, invitó a Eduardo Ryan, delegado de Iberdrola en Navarra y Jefe de Zona de i-DE (Iberdrola distribución); Nacho Sanz, presidente de la Asociación Profesional de Industriales Eléctricos y de Telecomunicaciones de Navarra (AEN); Peio Mendía, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Navarra; y Arancha Martínez, responsable de regulación técnica en la Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica (CIDE), a participar en la última mesa redonda.
Centrada en las ‘Claves para la tramitación del autoconsumo’, Ryan puso el foco en desarrollar una “visión global”, conocer las normas jurídicas sobre las que se rige el sector y manejar una “expectativa de plazos” realista. También hizo alusión a la incertidumbre que existe en torno al autoconsumo colectivo.
Acto seguido, Martínez reivindicó la figura de las distribuidoras en este escenario, calificando a estos actores como “facilitadores neutrales” que se implican desde la tramitación hasta la consecución de las instalaciones. Por otro lado, resaltó las oportunidades que existen en zonas rurales del país para implantar instalaciones de autoconsumo colectivo y, posteriormente, crear comunidades energéticas.
Sanz, por su parte, aprovechó la oportunidad para lanzar una petición a las distribuidoras. En concreto, reclamó que se unifiquen los requerimientos técnicos solicitados para la puesta en marcha de instalaciones. “Esto nos facilitaría mucho la vida”, insistió.
Por último, Mendía hizo referencia a las dificultades a las que se enfrentan las comunidades de vecinos que deciden unir fuerzas para iniciarse en el autoconsumo. “La tramitación es lenta y eso es superdesmotivante. Nos hemos encontrado con agentes que se han negado a trabajar en este tipo de proyectos”, relató.
Fue el propio Irujo quien se encargó de clausurar la jornada. En su despedida, el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial defendió que “no ha habido un colapso, sino un aluvión histórico de solicitudes” para instalaciones de autoconsumo energético en la Comunidad foral. “No lo digo como una excusa, sino como un ejemplo al que nos enfrentamos. Este es un camino muy novedoso y lo iremos madurando entre todos”, añadió.
