Los bares y restaurantes de Navarra continuarán cerrados “al menos” dos semanas más, hasta el 2 de diciembre. Así lo anunciaron este lunes Javier Remírez, vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, y Santos Induráin, consejera de Salud. No obstante, el Ejecutivo contempla la posibilidad de iniciar una desescalada dentro del sector a partir del 26 de noviembre, que en un primer momento permitiría la reapertura de terrazas y otros espacios exteriores siempre y cuando la evolución del número de contagios sea lo suficientemente positiva.
En todo caso, se trataría de una flexibilización “progresiva y muy gradual”, condicionada a los datos que arroje la crisis sanitaria. Acto seguido, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, y la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, añadieron que el Ejecutivo navarro duplicará las ayudas directas al sector, pasando de 10 a 20 millones de euros. Tras mantener una reunión con las asociaciones más representativas del sector, explicaron que las ayudas tendrán una cuantía máxima de 25.000 euros por local y un mínimo “todavía por definir”.
Las cuantías se calcularán mediante un módulo que relacione los gastos fijos de este tipo de establecimientos con su facturación. Así, quedarán fuera de las ayudas aquellos locales que, tras comparar sus declaraciones del IVA de los tres primeros trimestres de 2020 con los mismos periodos del año anterior, no hayan sufrido una caída en la facturación superior al 20 %. Por otra parte, los consejeros volvieron a recalcar que las subvenciones se concederán tras realizar evaluaciones individualizadas de cada negocio e irán destinadas a alojamientos, bares y restaurantes, agencias de viajes y servicios turísticos, ocio nocturno y distribuidores de bebidas.
Asimismo, los consejeros precisaron que las bases para optar a estas ayudas “se conocerán a finales de esta semana”, con el fin de que se puedan ejecutar este mismo año. Además, Ayerdi aseguró que la convocatoria tendrá en cuenta situaciones específicas, como la de aquellos locales que hayan empezado su actividad después de enero de 2019, la de los profesionales que coticen por módulos y la de los negocios cuya actividad no se ciña exclusivamente a la hostelería (el Gobierno foral contempla también un tratamiento diferenciado para quienes tributen por el sistema de estimación objetiva). Eso sí, habrá una condición clave para recibir las subvenciones: aportar “alguna garantía de continuación de la actividad”.
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