La primera referencia oficial que se conoce sobre el comportamiento de la economía navarra en el primer trimestre de 2022 revela, según el Gobierno foral, que el PIB «mantuvo el ritmo de crecimiento que dibujaba a finales del año pasado, pese al deterioro del contexto económico mundial y el fuerte repunte inflacionario» producido tras la invasión rusa de Ucrania.
De acuerdo con las primeras estimaciones del Instituto de Estadística de Navarra (Nastat), entre enero y marzo de 2022 el PIB de Navarra creció un 1 % respecto a los tres meses anteriores, «una tasa similar» a la registrada en el cuarto trimestre de 2021. En términos interanuales, el PIB subió un 6,5 %.
La consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, analizó los datos este viernes. «Pese a los acontecimientos que se han ido sucediendo tras la invasión rusa de Ucrania y los problemas de suministro derivados de la huelga de transportes, la actividad siguió creciendo y la brecha con el nivel previo a la irrupción del Covid-19 se redujo hasta situarse solo en un 0,3 %, lo que significa que la economía navarra está muy cerca de recuperar la posición que mantenía antes de la pandemia», valoró.
Aunque todavía se disponen de «pocas referencias» de marzo, las que se van conociendo «confirman el debilitamiento del consumo privado y un empeoramiento de la confianza de hogares y empresas».
Según el Gobierno de Navarra, los indicadores coyunturales apuntan a que la actividad «repuntó especialmente en los servicios», gracias al levantamiento de las restricciones ligadas al Covid-19. Así lo refleja la facturación del sector, «que se ha incrementado más de un 20 % en los dos primeros meses del año en comparación con el mismo periodo de 2021».
«También creció de forma notable la producción industrial, que aumentó un 11 % entre enero y febrero. Los indicadores relacionados con la construcción, como la compraventa de viviendas o el número de viviendas iniciadas, se muestran sin embargo un poco más contenidos, tras la positiva respuesta que tuvieron durante el pasado ejercicio», agregó el Ejecutivo.
Por el lado de la demanda, destacó «el crecimiento de la formación bruta de capital y la aportación positiva de la demanda externa, mientras que se atenuó el consumo final». Aunque todavía se disponen de «pocas referencias» de marzo, las que se van conociendo «confirman el debilitamiento del consumo privado y un empeoramiento de la confianza de hogares y empresas».
PERSPECTIVAS
Respecto a las perspectivas para los próximos meses, Saiz señaló que se espera «un deterioro más visible» de la economía de cara al segundo trimestre del año. «Los efectos colaterales de las sanciones a Rusia, las complicaciones en las cadenas de suministro derivadas de los confinamientos en algunas regiones de China, junto con la subida de los precios y el tensionamiento monetario, apuntan en esta dirección», analizó.
Según la consejera, el nuevo marco geopolítico y económico internacional que se dibuja a partir de la guerra en Ucrania y la fuerte escalada de los precios «hace que el Ejecutivo foral refuerce el análisis del comportamiento de la economía navarra». En ese sentido, y a la luz de los datos de los que dispone el Departamento de Economía y Hacienda, valoró que se pueden «afinar aún más unas estimaciones elaboradas meses atrás y que partieron de la base de la objetividad, la prudencia y la cautela».