El Gobierno de Navarra anunció este miércoles que está trabajando en una rebaja fiscal, cuyas principales beneficiarias serán las rentas medias y bajas. El consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, avanzó que se trata de una medida “de justicia” que conllevará la deflactación del IRPF para este año y el siguiente, así como un aumento de los mínimos personales y familiares.
Aunque no ofreció detalles más concretos al respecto, Arasti enmarcó la reforma en el contexto inflacionista actual, que está golpeando con dureza a los hogares. Además, la decisión del Ejecutivo navarro llega en un momento delicado para la Comunidad foral en este ámbito. Según el Índice Autonómico de Competitivad Fiscal, elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y Tax Foundation, es la región que “ha sufrido el mayor retroceso” al respecto desde 2017. Además, ocupa el último puesto del ranking nacional en materia de IRPF.
Así, el consejero de Economía y Hacienda apuntó que la propuesta de su departamento se presentará en dos semanas y se incluirá en la próxima Ley de los Presupuestos Generales de Navarra, aunque se remitirá al Parlamento foral antes que esta. En este sentido, Arasti auguró que las cuentas públicas no se aprobarán antes de marzo, pero adelantó que la medida tendrá carácter retroactivo a 1 de enero de 2023, de modo que se incluirá en la próxima declaración de la renta.