El Ejecutivo foral aprobó este jueves la firma de un concierto con la congregación Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús para la atención a personas con enfermedad mental en la Clínica Psiquiátrica Padre Menni de Pamplona y en el Centro Hospitalario Benito Menni-Benito Menni Ospital Zentroa de Elizondo. El acuerdo supondrá un aumento de veintitrés plazas respecto a las actuales. Así, el número total de plazas concertadas será de 246: 138 en Pamplona y 108 en Elizondo. Así mismo, el coste anual será de 7,1 millones de euros.
Carmen Maeztu: «El concierto facilita la implantación de la atención centrada en las personas, sostenida sobre principios como la normalización, la participación y la igualdad».
Según informó el Gobierno navarro, quince de las nuevas plazas son de atención residencial para personas mayores dependientes (diez en Pamplona y cinco en Elizondo), destinadas a «personas de plazas de enfermedad mental o de psicogeriatría que ya no requieren tanta especificidad en su atención porque han cedido los trastornos de conducta». Con esta modalidad, podrán pasar a plazas de mayores sin tener que cambiar de centro, «si ese es su deseo».
Adicionalmente, se incorporan cinco plazas de atención residencial en Pamplona específicas para «personas con trastorno mental orgánico, inexistentes hasta ahora», y un piso supervisado en Elizondo con tres plazas para personas con discapacidad, «que pasarán de vivir en un centro a llevar una vida autónoma en una vivienda».
Las consejeras de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, y de Salud, Santos Induráin, visitaron este jueves el centro que las Hermanas Hospitalarias tienen en el barrio de la Rochapea de Pamplona para mantener un encuentro con sus responsables. Entre ellas se encontraban Purificación Pardo, superiora de las Hermanas Hospitalarias en Navarra, y Myriam Zabalza, directora gerente de los dos centros de la congregación.
Santos Induráin: «Es importante la continuidad en los cuidados y la recuperación de la persona en su contexto natural».
Maeztu señaló que este concierto «adapta las ratios al nuevo decreto que regula el funcionamiento de los centros sociosanitarios y avanza en la implantación de la atención centrada en las personas, sostenida sobre principios como la normalización, la desinstitucionalización, la participación, la atención integral y personalizada, la formación continua del personal, la accesibilidad universal, la igualdad y la promoción del voluntariado».
Por su parte, Induráin puso en valor la «alianza entre recursos privados y públicos de diferentes departamentos, con el fin último de mejorar la calidad de vida de las personas». Asimismo, destacó la «importancia de la continuidad de cuidados y la recuperación de la persona en su contexto natural».
Purificación Pardo (Hermanas Hospitalarias): «Valoramos mucho la duración de este concierto, ya que nos permite desarrollar nuestra tarea con una visión a largo plazo».
Acto seguido, Pardo recordó que la congregación lleva en la Comunidad foral desde 1904 trabajando en el campo de la salud mental. Y lo hace de manera coordinada con las administraciones públicas para poder llegar al conjunto de la sociedad, sin distinciones. «Valoramos mucho la duración de este concierto, con la posibilidad de renovación, ya que nos permite desarrollar nuestra tarea con una visión a largo plazo para mejorar la salud mental que sigue siendo un gran reto en nuestra sociedad», agregó.
Por último, Zabalza se mostró convencida de los «beneficios que aporta el hecho de que se trate de un concierto conjunto con los departamentos de Derechos Sociales y Salud»: «Se da respuesta de forma integral a las necesidades de apoyo de las personas y nos permite atender situaciones muy complejas, tanto clínicas como sociales».
INVERSIÓN DE 64,2 MILLONES EN NUEVE AÑOS
La inversión por parte del Gobierno navarro será de 7,1 millones anuales, y un total de 64,2 millones de euros para los nueve años de duración del concierto. La financiación es compartida por Derechos Sociales, que aporta 52,6 millones de euros, y Salud, que destinará 11,5 millones. Así, el nuevo concierto entró en vigor el pasado 1 de junio de 2021.
Miryam Zabalza (Hermanas Hospitalarias) se mostró convencida de los «beneficios que aporta el hecho de que se trate de un concierto conjunto con Derechos Sociales y Salud».
El concierto contempla distintas modalidades: atención residencial, vivienda ligada a residencia, centro de rehabilitación psicosocial, atención residencial a personas con trastorno mental orgánico, en piso supervisado para personas con discapacidad intelectual y atención residencial a personas mayores y con necesidad de atención psicogeriátrica, con estos recursos concertados.
Del presupuesto previsto, se destinará a mayores un importe de 22,5 millones de euros; a enfermedad mental, un total de 29,4 euros; y a discapacidad otros 660.000 euros. La atención sanitaria asumida por el Departamento de Salud supone un importe de 11,5 millones de euros, con cargo a su partida de Programas, proyectos y coordinación con la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas (ANDP), organismo dependiente de Derechos Sociales.
La Congregación de Hermanas Hospitalarias lleva atendiendo a personas con enfermedad mental desde principios del siglo pasado. Mantiene contratos con los Departamentos de Salud y Derechos Sociales para la atención de personas con trastorno mental desde el año 1991, siendo el último contrato de 2013, con una duración máxima de cuatro años, aunque ha continuado prestando dicho servicio hasta hoy.
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