Victoria Iranzo, 31 años, genera un imaginario alrededor de una idea: la pintura como campo de batalla. Así, desarrolla en “Rue Africaine” una de las obras más representativas de su proceso de creación. Frente a la fluidez del tiempo, los cambios y la inseguridad que el futuro provoca, en especial en estos tiempos, la figura femenina que nos presenta en su cuadro está, ante todo, erguida, frontal, impávida.
La valenciana fue la ganadora de la 35ª edición del Premio BMW de Pintura, gala que se celebró el día 15 de octubre. La dotación del galardón es de 25.000 euros, pero la ayuda a la cultura no se detuvo ahí. También fue premiado el pamplonés José Castiella y su obra, Fail anti stuff mechanism, con la Beca Mario Antolín de Ayuda a la Investigación Pictórica, dotada con 8.000 euros. Carolina Ferrer fue reconocida con el Premio a la Innovación, dotado con 6.000 euros, gracias a El lugar de la espera. Por último, en la categoría infantil, la madrileña Helena Serrano recibió 4.000 euros con su acuarela El baño del gato. El premio recorre la evolución artística española de las últimas tres décadas en las que se ha consolidado como uno de los más prestigiosos galardones dentro del país. Más de 25.000 artistas han participado desde 1986, y se ha consolidado como la iniciativa privada con mayor dotación económica en Estado.
Las reflexiones que proponen los pintores con sus obras parecen concebidas desde las distintas sensaciones que ha causado la crisis de la pandemia en España. Por ejemplo, la propuesta de Castiella se centra en encontrar la coherencia en un mundo ajeno y oscuro al entendimiento humano. Su obra busca, a través de una investigación plástica, que “contenido y sentido se encuentren de forma imprevisible”. Los personajes del pamplonés de 33 años surgen de manchas azarosas, fruto de verter pintura sobre el lienzo, y que empiezan en el proceso creativo a adquirir un rol, una función y, por último, una identidad en el entramado de elementos del cuadro. Un contrapunto de esa certeza velada que nos presenta Castiella es el mensaje que transmite la obra de Ferrer. El cuadro de la artista valenciana es “un lugar de pausa y análisis, en el que prevalece la inquietud junto al anhelo de algo mejor”. Una especie de incertidumbre esperanzada que se corresponde a la de la paz tras la tormenta.
Como cada año, la entrega de premios se celebró en el Teatro Real de Madrid, con la asistencia de su majestad la reina Sofía y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. La gala se desarrolló bajo las más estrictas medidas de seguridad, con una reducción de aforo del 50 %, siendo la permitida por el lugar del 75 %.
Durante su intervención, Manuel Terroba, presidente de BMW Group para España y Portugal, habló sobre el compromiso y la apuesta del grupo con el arte y la cultura, incidiendo en la importancia que tiene este sector para la sociedad española. Las circunstancias particulares de un año marcado por la pandemia han sido decisivas para que la celebración fuera concebida como “un especial homenaje a todo el pueblo español por su apoyo incondicional al arte y la cultura en este momento en el que es más necesario que nunca”. Terroba también dedicó unas palabras de reconocimiento a la vizcaína Lucía Serna y al mallorquín Pol Mestre, los dos niños ganadores del concurso infantil Pintando Abrazos, realizado durante la pandemia como una convocatoria extraordinaria dentro de la categoría infantil. El presidente del Grupo BMW destacó “la capacidad de ambos niños para plasmar en el papel esos abrazos que no se pudieron dar las familias españolas separadas por el confinamiento y la pandemia”.
El jurado estuvo formado por su presidente Enrique de Ybarra e Ybarra, el presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, Tomás Paredes, Carmen Iglesias, miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia de la Historia, y Luis María Ansón, presidente de El Imparcial y miembro de la Real Academia Española.
Desde hace 35 años el broche a la gala del Premio BMW de Pintura lo ha puesto un concierto emblemático, en este caso liderado por la artista Estrella Morente como uno de los máximos exponentes de flamenco. Su autenticidad es parangón de la capacidad de superación del pueblo español durante esta época incierta. La cantaora fue presentada por el actor José Coronado, que ejerció como maestro de ceremonias. Además, y por primera vez, BMW Group ha decidido transmitir el concierto homenaje a través de la plataforma Atresmedia Player para hacerlo extensivo al mayor número de personas.
RECAUDACIÓN DE FONDOS PARA LA RECUPERACIÓN
El concierto se celebró en beneficio de la Fundación Mundo en Armonía, presidida por su alteza real la princesa Irene de Grecia, también presente en el acto. Los fondos recaudados este año recaerán en su totalidad en España y serán destinados a mitigar la pandemia a través de la ayuda social y la investigación.
Parte de los donativos los recibirá el Centro Nacional de Microbiología, donde están llevando a cabo un proyecto que permitirá avanzar en el conocimiento de la biología del Covid-19. Otra parte de la ayuda será destinada a la Hermandad del Refugio de Madrid. Esta institución se ocupa de ayudar al Colegio Purísima Concepción que escolariza a 300 niños de familias vulnerables.