La oleada de expedientes de regulación de empleo, fruto del coronavirus, parece no tener fin en Navarra. Su crecimiento, día tras día, es imparable y desmedido. El pasado martes sumaban 2.705. Y este jueves, apenas 48 horas después, alcanzaban la cifra de 3.624, de los que la inmensa mayoría son ERTE dado su carácter temporal.
El vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, facilitó este dato en su habitual rueda de prensa diaria. De todos ellos, el Servicio Navarro de Trabajo ya ha registrado el 30 %, que afectan «a 10.648 trabajadores», informó el vicepresidente durante su comparecencia.
Este viernes, además, la comisión de seguimiento se reunirá por segunda vez, a las 13:00, para abordar el actual panorama económico y empresarial. Acudirán, aparte de representantes del Ejecutivo foral, los agentes económicos y sociales: la Confederación de Empresarios de Navarra, ANEL, UGT, CCOO, ELA y LAB.
PETICIONES NO ACEPTADAS
Existen dos tipos de ERTE: aquellos que se solicitan por fuerza mayor (los supuestos aceptados en este instante por Navarra dentro de esta categoría son el cierre obligado, la falta de suministros que impidan la actividad, la pérdida de esta como consecuencia del Covid-19, las limitaciones por restricciones en la movilidad y el transporte, así como el contagio o aislamiento decretado por la autoridades sanitarias) y los contemplados tradicionalmente en el Estatuto de los Trabajadores por motivos productivos o económicos.
Pero la inmensa mayoría de los registrados en Navarra, tal y como explicó este medio, se están centrando en la primera de estas vías, lo que está generando, según distintas asesorías laborales, que “muchas peticiones no se acepten por el momento” (en estos casos, las empresas están exentas de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social cuando tienen menos de 50 trabajadores y, para más de 50, la exoneración es del 75 %, mientras que en los ERTE productivos deben abonar el 100 %). De hecho, los agentes económicos ya solicitaron ampliar y clarificar los supuestos de fuerza mayor en la última reunión con representantes del Ejecutivo foral, debido a la confusión generada.