viernes, 19 abril 2024

El relevo más seguro

Tras ocho años como presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Navarra, Alberto Moreno se despide del cargo. En su lugar, asume el mando María Castañeda, quien ya integraba la junta directiva del organismo. No es este, sin embargo, un relevo al uso. Se trata más bien de un intercambio de roles, ya que Moreno asume ahora las responsabilidades de la otrora tesorera. Después de hacerse efectivo el cambio, ambos colegas hacen repaso de los principales hitos conseguidos por el sector en los últimos años y esbozan los principales desafíos a los que se enfrentan los corredores y agentes.


Pamplona - 11 enero, 2021 - 07:00

Alberto Moreno, tesorero del Colegio de Mediadores de Seguros de Navarra, junto a María Castañeda, actual presidenta del organismo. (Fotos: Víctor Ruiz)

La complicidad que existe entre Alberto Moreno y María Castañeda comenzó a forjarse hace ocho años, cuando se estrenaron como miembros de la junta del Colegio de Mediadores de Seguros de Navarra. Él como presidente; y ella, como tesorera. En aquel momento, el máximo organismo del sector en la región vivía un profundo proceso de renovación, focalizado en varios ámbitos: dar a conocer al público general la labor de los profesionales que lo conforman; fortalecer los servicios a los colegiados, consolidando la oferta existente y completándola con nuevos proyectos de gran utilidad para su día a día; estrechar la relación entre colegas para crear sinergias; e intensificar la interlocución con las administraciones públicas.

Hoy, Moreno y Castañeda continúan en la recién renovada junta del Colegio. Él se ha despedido de la Presidencia, pero no se trata de un relevo al uso. Más bien, es un intercambio de roles: la otrora tesorera asume el mando principal, mientras que su compañero pasa a desempeñar las funciones que hasta ahora ejercía su colega. Al mirar atrás y analizar su mandato, el ya expresidente se siente especialmente satisfecho por la evolución que ha experimentado la entidad, gracias a la labor desinteresada de todos los profesionales que han pasado por la junta. Pero, por encima de todo, se congratula de cómo ha mejorado la visibilidad del organismo. «Cuando llegamos en 2012, el Colegio era un gran desconocido. Y aunque aún hay mucho trabajo por hacer en este sentido, hemos crecido muchísimo y nos hemos posicionado como la entidad de referencia del sector», valora.

Alberto Moreno: «Cuando llegamos, el Colegio era un gran desconocido. Y aunque aún hay mucho trabajo por hacer, nos hemos posicionado como la entidad de referencia del sector».

Ambos reciben a NavarraCapital.es en las nuevas instalaciones del Colegio, situadas en la calle de Julián Arteaga. Y lo hacen, nunca mejor dicho, extremando la seguridad para cumplir a rajatabla las medidas antiCovid-19 sin que ello suponga renunciar a la cercanía que caracteriza a su conversación. «Hay que predicar con el ejemplo», defienden.

Detrás de ellos descansan dos curiosas estatuillas que representan, al mismo tiempo, tradición y cambio: los galardones que cada año concede el organismo en el Premio Mediaoro. La anterior junta directiva decidió dar mayor empaque a estos reconocimientos, en esa línea muy clara de potenciar la importante labor social realizada por un sector que genera más de 880 millones de euros en primas cada año en Navarra. “Para que fuese algo simbólico, encargamos estas dos figuras a un escultor. Son de madera, un elemento vivo que indica que nuestro mundo siempre evoluciona, y tienen pequeños escuditos de acero, que simbolizan la protección que ejerce el seguro”, concreta el actual tesorero del Colegio.

Prueba de ese empeño por ganar en relevancia es el hecho de que los mediadores continúan siendo un actor fundamental para el sector asegurador, por más que desde algunos ámbitos se vaticinara su desaparición tras la crisis económica de 2008. De hecho, también están resistiendo con entereza los embates de la pandemia, aunque comiencen a constatar un descenso en la producción de nuevas pólizas debido a los problemas económicos que sufren sus clientes. En todo caso, la disminución del volumen de negocio en el campo de los seguros «no tiene nada que ver con el vivido por otros sectores muy castigados» y se sitúa en una horquilla moderada (en el primer semestre de 2020, por ejemplo, el sector asegurador español ingresó 29.952 millones de euros, un 11,1 % menos que el año anterior).

María Castañeda: «Al contratar un seguro a través de un mediador, te olvidas de llamar a un 902. Nosotros gestionamos todas las incidencias que puedan ocurrir».

“En Inglaterra, por ejemplo, está muy introducida la venta ‘online’, pero aquí no ha tenido en absoluto el éxito que se esperaba”, incide Moreno. Una gran parte de los españoles desean de “poner cara” al seguro que contratan, valoran la cercanía y ayuda que ofrece un mediador y prefieren delegar en profesionales la tarea engorrosa de lidiar con la letra pequeña de las pólizas. Sobre todo porque, además, no supone un sobrecoste para el cliente, sino que el mediador cobra una comisión de la compañía de seguros que emite la póliza correspondiente. “Mucha gente ignora este matiz. Además, si contratas un seguro a través de un colegiado, ya sea corredor o agente, sabes a quién tendrás que reclamar cuando llegue el momento. Te olvidas de llamar a un 902 y ese corredor o agente va a hacer un seguimiento exhaustivo de tu problema. Nosotros gestionamos todas las incidencias que puedan ocurrir”, insiste Castañeda.

La propia esencia de un mediador es ayudar a sus clientes, ponerse en sus zapatos y solucionarles cualquier incidencia con la máxima eficacia. “Cuando ocurre un siniestro, lo vivo como si me pasara a mí, me disgusto y hago todo lo posible para que las cosas salgan adelante”, sostiene Moreno.

Alberto Moreno: «Nosotros sufrimos con nuestros asegurados y, si no estamos de acuerdo con algo, peleamos a muerte para que salgan satisfechos».

En esa línea, el ya tesorero del Colegio remarca que la implicación de su canal es “brutal” y que la relación con los asegurados traspasa los límites de lo estrictamente profesional. Prueba de ello es el trato que él mantiene con sus clientes más antiguos, a quienes presta sus servicios desde hace más de tres décadas. “Nosotros sufrimos con nuestros asegurados y, si no estamos de acuerdo con algo, peleamos a muerte para que salgan satisfechos. No hay otra alternativa que pueda conseguir eso”, sentencia. Por eso, defiende la existencia de profesionales que sepan navegar por los recovecos del mundo de los seguros y que orienten con rigor e independencia a los interesados. “Las garantías no son iguales en una compañía que cobra 150 euros que en otra donde pagas 300”, especifican ambos.

Moreno y Castañeda forman parte de la junta del Colegio desde hace ocho años.

Moreno y Castañeda forman parte de la junta del Colegio desde hace ocho años.

A pesar de las ventajas evidentes que ofrece el sector frente a otros canales, tanto Castañeda como Moreno resaltan que el desconocimiento acerca de la figura del mediador sigue siendo uno de sus principales caballos de batalla: hay quienes ignoran su papel y quienes, erróneamente, creen que el precio de su póliza aumentará automáticamente en caso de contratarla a través de estos profesionales. Desde la sinceridad, los representantes del Colegio hacen hincapié en la necesidad de seguir trabajando para divulgar la labor de los mediadores y desmontar los falsos mitos que rodean a la profesión.

“En contra de lo que se piensa, con un mediador incluso el precio de la póliza puede bajar. Porque puede cambiar la póliza de compañía si ve que sube la prima, por ejemplo. Con una contratación por línea directa vía telefónica, el cliente tendrá la misma póliza quince años después, aunque no ofrezca ni la mitad de garantías que en aquel momento”, señala Castañeda. La presidenta, además, agrega que el monto a pagar “también puede disminuir en función de las condiciones que cada profesional tenga negociada con las compañías”.

En abril, el Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros denunció que ciertos bancos cometían una «flagrante ilegalidad» al vincular la concesión de líneas de créditos avaladas por el ICO a la contratación de seguros.

La labor de divulgación, sin embargo, también debe ejercerse a nivel interno. Sobre el sector todavía planea a menudo la imagen de un colectivo “individualista, en el que cada uno trabaja en su cubículo”. Por eso, Castañeda y Moreno ven necesario recalcar que estar colegiado es “algo que siempre suma y nunca resta”.

Sesiones formativas; información detallada y actualizada sobre nuevas normativas; acuerdos especiales con empresas aseguradoras y profesionales de distintos ramos como el jurídico, la protección de datos o el asesoramiento pericial… Estos son algunos de los beneficios que disfrutan los profesionales que integran el Colegio de Mediadores de Seguros de Navarra. De cara a los próximos cuatro años, Castañeda desea estrechar lazos entre sus miembros, fortalecer las relaciones entre los colegiados y las aseguradoras y potenciar los nexos de colaboración entre los distintos organismos provinciales.

Los colegios, según apunta, son verdaderos foros de aprendizaje en los que, así mismo, se aúnan fuerzas para luchar contra los abusos y las malas praxis. En abril, el Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros denunció que ciertos bancos cometían una “flagrante ilegalidad” al vincular la concesión de líneas de créditos avaladas por el ICO, dirigidas a afectados por la pandemia, a la contratación de otros productos financieros. De esta preocupación se hizo eco el Colegio de Mediadores de Seguros de Navarra, que en junio actualizó su protocolo -publicado en 2015- para hacer frente a este tipo de casos. “Es una guía y manera de hacer presión dentro del sector, pero también invita a terceros a denunciar si presencian algo o, por lo menos, a ponerlo en conocimiento de los profesionales”, anima Moreno.

María Castañeda: «En contra de lo que se piensa, con un mediador el precio de la póliza puede bajar«.

Según Castañeda, el problema no reside en que exista “una competencia sana que te obliga a mejorar”, sino en que detrás de estas acciones “hay una gran parte de coacción porque la persona se ve casi obligada a aceptar las condiciones que le presentan y termina pagando por productos más caros y sin las garantías fundamentales”. De ahí que la presidenta del Colegio de Mediadores de Seguros de Navarra remarque la importancia de que los usuarios conozcan su derecho a “resistir” ante «estas presiones».

A este respecto, considera que la formación es un elemento que diferencia a los empleados bancarios de los mediadores colegiados. De hecho, Moreno deja constancia de que su colega es la “pepito grillo” de los corredores y agentes, “la que hace todos los cursos” e insta a que sus colegas se preparen “no solo porque sea obligatorio cumplir con las directrices de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), sino también por querer dar un mejor servicio a los consumidores”.

Muy estudiosa desde pequeña, la actual presidenta del Colegio no ha dejado de inscribirse en cursos especializados desde que se licenció en 2003 en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pública de Navarra, se mantiene “superimplicada” con la escuela de negocios de seguros CECAS y constata el “hito” que supone poder obtener el título de corredor en las propias instalaciones del organismo. Porque antes, quienes aspiraban a ejercer como tales debían trasladarse a a otras ciudades como Madrid. A pesar de la crisis sanitaria, ocho alumnos -cinco de ellos de manera presencial- han podido cursar sus estudios en la entidad navarra. “Llevamos ya seis promociones”, comenta Castañeda orgullosa.

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