El histórico bar y restaurante de Pamplona Casa Otano, gestionado por la misma familia desde hace 96 años y ubicado en la calle San Nicolás, afronta estos días su inesperado cierre envuelto en un conflicto por el futuro de sus dieciocho trabajadores, la mayoría “con antigüedades de entre doce y quince años”. Este jueves, el sindicato que los representa, ELA, denunció que que la empresa ha presentado un ERE “para despedir a la toda la plantilla” en fechas previas a los Sanfermines, “pese a que se trata de los días de mayor actividad de todo el año” en la ciudad y “tener las reservas hechas no solo para esos días, sino para los próximos meses”.
El motivo argumentado por Casa Otano, que según el sindicato genera “cuantiosos beneficios”, es que la compañía propietaria del local y del resto del edificio “les ha anunciado la finalización del arrendamiento”. “No obstante, la empresa propietaria del edificio es de la misma familia que gestiona el bar-restaurante. El hecho del anuncio del cierre para el mes de junio esconde que su única intención es vender el negocio sin las trabajadoras y trabajadores, cuya antigüedad y experiencia es alta, para que pueda explotarse el mismo negocio con otra plantilla en condiciones más precarias. Esto es, pretenden despedir a toda la plantilla para obtener mayor beneficio en la venta”, criticó ELA.
Ante esta situación, la plantilla convocó una huelga indefinida que comenzó este jueves “para exigir que se mantenga su empleo más allá de la venta del negocio”. “ELA reclama el mantenimiento del empleo y exige al Gobierno de Navarra que no se inhiba de este conflicto, ya que se trata de una empresa que ha recibido cuantiosas subvenciones durante la pandemia. Si el Ejecutivo destinó recursos públicos para salvar las empresas de hostelería, debería ahora apostar por salvar el empleo”, remarcó.